El dilema de Boca, ¿Benedetto o Bou?

Guillermo tiene a los delanteros más efectivos del fútbol argentino y lindo dilema a resolver: Bou no para de meterla y le mete presión a Benedetto por la 9. ¿Quién será el titular en el nuevo Boca?

Juan Szeinfeld @juanszeinfeld
jszeinfeld@ole.com.ar
Si te ponés a pensar, parece una joda. Del destino, del propio Guillermo -picardía no le falta-, vaya uno a saber de quién, pero de alguien es. Si desde el retiro de Palermo del club la camiseta 9 le quedaba grande al que se la probaba, ahora resulta difícil de creer que sean dos los que repliquen su productividad en el área. O mejor aún: son los delanteros más efectivos del fútbol argentino. ¿Qué pensarán Viatri, Silva o Blandi, que para volver a ser goleadores se tuvieron que ir a clubes de segundo nivel en el país? Ni hablar Gigliotti, quien terminó exiliado en China, u Osvaldo, que directamente pasó a dedicarse a la música. Pero Benedetto y Bou, que llegaron a Boca con muchísimo menos cartel, se matan a goles por el puesto. Entre nosotros: fueron cuestionados antes de salir a la cancha por un porcentaje importante de hinchas. Y ahora agigantan la nueva grieta de la tribuna de la Bombonera: ¿Quién tiene que jugar?


Si únicamente se tratase de características individuales, el titular sería (y es) Darío Benedetto. El cuerpo técnico entiende que es uno de los pocos del plantel -con Centurión y Pavón, tal vez- con el peso específico propio para ganar un partido por sí mismo. “A Tevez lo tenemos que reemplazar con el equipo y también con nuestras individualidades, como lo hicimos a lo largo del semestre pasado. Benedetto metió un gol de 40 metros minutos después de que Quilmes nos empatara el partido”, supo destacar públicamente Barros Schelotto. Más allá de su remate de media distancia, valora su técnica en general que le permite, más allá de ser un 9 completo, asociarse en la generación de juego. “Lo que Carlos hacía de atrás para adelante, él lo puede hacer de adelante hacia atrás”, analizó una voz autorizada en el día a día. Sus 11 goles en 20 partidos (oficiales y amistosos) le dan las credenciales suficientes para ser indiscutido en el puesto. El tema, digamos, es que se perdió los últimos tres partidos del torneo por lesión y su verano -sin goles y con expulsión incluida- estuvo lejos de ser el ideal. Y el que lo reemplazó es un obsesivo del gol...

“El fútbol es un estado de ánimo”, dijo alguna vez Valdano y su visión se replica en los técnicos de elite de los tiempos (más) modernos. A los mellizos les cuesta sacar a Bou del equipo. Un poco por su momento, claro: si todo lo que toca lo convierte en gol. Otro poco porque confían en que su efectividad es más una consecuencia que una casualidad. Que no tiene la variedad de recursos de Benedetto es una obviedad que no resiste el menor análisis. Lo que sí tiene, en cambio, es una velocidad que, según los datos del GPS, sólo comparten delanteros de las mejores ligas europeas. Una voracidad que lo hace entrar convencido a cualquier reducido de entrenamiento o amistoso. Y una facilidad para llegar al gol que impacta: tiene 11 en 21 partidos, entre oficiales y amistosos. Con Chivas, en Guadalajara, fue una nueva muestra.

Guillermo no descarta que puedan jugar juntos, aunque por ahora es una alternativa. Ellos, mientras tanto, no dejan pasar una chance. Aunque parezca una joda...

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