Di María: "Mis amigos del Madrid me han llamado felicitándome"
El Fideo marcó dos tantos y agrandó el currículum personal ante e Barcelona. Su asistencia a Cristiano en la final de Copa de 2010 abrió el camino.
Víctor Rabanal
As
La exhibición del PSG ante el Barcelona una noche de San Valentín en París dejará muchos nombres propios en la grada parisina. Draxler, Cavani, Verratti, Rabiot, Matuidi... pero todos pensarán en uno antes que en todos ellos. Y no, no porque celebre los tantos con la forma del corazón, ese corazón que tanto se ve un 14 de febrero. Sino porque un ángel bajó del cielo para iluminar París: Ángel Di María.
El Fideo se vistió de líder para guiar al PSG de Emery ante un Barcelona que se desangra descontroladamente. El debate sobre el fin de ciclo está abierto. Pero ese no es el tema, al menos para el argentino. Su pasado madridista le pudo espolear ante un rival que le castigó en exceso durante los mejores años de Guardiola. Pero Di María siempre ha tenido un feeling especial ante el Barcelona.
Once inicial del Real Madrid en la final de Copa disputada en 2010 ante el FC Barcelona en Mestalla.
Con la casaca madridista le sirvió en bandeja un centro a Cristiano en Mestalla que valió una Copa del Rey. El Madrid de Mourinho conseguía levantar un título ante el dominio incontestable del Barça de Guardiola. Desde entonces Di María ha acumulado 2 goles y 5 asistencias ante los azulgrana.
Tras el partido, el propio Di María comentó en zona mixta que las llamadas de sus amigos en el Real Madrid no tardaron en llegar: ""Mis amigos del Madrid ya me han llamado felicitándome por el 4-0. Viví el 5-0 del Barça al Madrid en su día y seguramente acabé con la misma cara que tenían ellos hoy".
Uno de esos tanto terminó siendo decisivo para la consecución de otro título. Barça y Madrid se medían en una final, esta vez con una Supercopa de España de por medio. Un error en la creación azulgrana inició un ataque blanco en el que la pelota le llegó al argentino quien, tras deshacerse con facilidad de Puyol, batió al actual portero del Middlesbrough, Víctor Valdés. Ese gol en el Camp Nou terminó siendo clave por el valor doble de los tantos fuera de casa. En 2014, el año del doblete blanco (Copa del Rey y la Décima), el argentino abrió el marcador en la reedición de aquella final de Copa de 2010 ante el Barcelona. Su gol terminó siendo decisivo tras el 2-1 final que puso Bale con aquella cabalgada histórica también en Mestalla ante Marc Bartra.
Ahora Di María busca su felicidad en París, y en la noche de San Valentín se ha vestido de héroe, líder y castigador del Barcelona. "Mejor imposible, hicimos las cosas que teníamos que hacer para conseguir este resultado, trabajamos muy bien durante los 90 minutos, pudimos controlar muy bien a Messi, Neymar y Suárez y eso fue fundamental", confesó el argentino tras el triunfo por 4-0 en París quien aprovechó para alabar a su entrenador, Unai Emery. "No dejamos que nos hicieran daño. Es el trabajo que tratamos de hacer desde principios de año, al principio criticaron mucho al entrenador pero poco a poco va dando sus frutos".
Aunque Di María sabe la magnitud del rival que tienen delante y no quiso dar por sentenciada la eliminatoria a pesar de lo abultada que ha sido la goleda: "El Barcelona tiene jugadores para poder hacer más de cuatro goles como local. Es imposible fiarse de los mejores jugadores del mundo, del mejor equipo del mundo, hay que trabajar como hicimos hoy".
Víctor Rabanal
As
La exhibición del PSG ante el Barcelona una noche de San Valentín en París dejará muchos nombres propios en la grada parisina. Draxler, Cavani, Verratti, Rabiot, Matuidi... pero todos pensarán en uno antes que en todos ellos. Y no, no porque celebre los tantos con la forma del corazón, ese corazón que tanto se ve un 14 de febrero. Sino porque un ángel bajó del cielo para iluminar París: Ángel Di María.
El Fideo se vistió de líder para guiar al PSG de Emery ante un Barcelona que se desangra descontroladamente. El debate sobre el fin de ciclo está abierto. Pero ese no es el tema, al menos para el argentino. Su pasado madridista le pudo espolear ante un rival que le castigó en exceso durante los mejores años de Guardiola. Pero Di María siempre ha tenido un feeling especial ante el Barcelona.
Once inicial del Real Madrid en la final de Copa disputada en 2010 ante el FC Barcelona en Mestalla.
Con la casaca madridista le sirvió en bandeja un centro a Cristiano en Mestalla que valió una Copa del Rey. El Madrid de Mourinho conseguía levantar un título ante el dominio incontestable del Barça de Guardiola. Desde entonces Di María ha acumulado 2 goles y 5 asistencias ante los azulgrana.
Tras el partido, el propio Di María comentó en zona mixta que las llamadas de sus amigos en el Real Madrid no tardaron en llegar: ""Mis amigos del Madrid ya me han llamado felicitándome por el 4-0. Viví el 5-0 del Barça al Madrid en su día y seguramente acabé con la misma cara que tenían ellos hoy".
Uno de esos tanto terminó siendo decisivo para la consecución de otro título. Barça y Madrid se medían en una final, esta vez con una Supercopa de España de por medio. Un error en la creación azulgrana inició un ataque blanco en el que la pelota le llegó al argentino quien, tras deshacerse con facilidad de Puyol, batió al actual portero del Middlesbrough, Víctor Valdés. Ese gol en el Camp Nou terminó siendo clave por el valor doble de los tantos fuera de casa. En 2014, el año del doblete blanco (Copa del Rey y la Décima), el argentino abrió el marcador en la reedición de aquella final de Copa de 2010 ante el Barcelona. Su gol terminó siendo decisivo tras el 2-1 final que puso Bale con aquella cabalgada histórica también en Mestalla ante Marc Bartra.
Ahora Di María busca su felicidad en París, y en la noche de San Valentín se ha vestido de héroe, líder y castigador del Barcelona. "Mejor imposible, hicimos las cosas que teníamos que hacer para conseguir este resultado, trabajamos muy bien durante los 90 minutos, pudimos controlar muy bien a Messi, Neymar y Suárez y eso fue fundamental", confesó el argentino tras el triunfo por 4-0 en París quien aprovechó para alabar a su entrenador, Unai Emery. "No dejamos que nos hicieran daño. Es el trabajo que tratamos de hacer desde principios de año, al principio criticaron mucho al entrenador pero poco a poco va dando sus frutos".
Aunque Di María sabe la magnitud del rival que tienen delante y no quiso dar por sentenciada la eliminatoria a pesar de lo abultada que ha sido la goleda: "El Barcelona tiene jugadores para poder hacer más de cuatro goles como local. Es imposible fiarse de los mejores jugadores del mundo, del mejor equipo del mundo, hay que trabajar como hicimos hoy".