Cocaleros resisten lluvia, frío y duermen bajo carpas en las calles
El dirigente de Adepcoca anunció que este lunes continuarán las medidas de presión.
Erbol
Los productores de coca de los Yungas mantienen inalterable las vigilias en las ocho esquinas que conectan a la Plaza Murillo, donde continúa el cerco por cientos de cocaleros que plantean un conflicto al gobierno a raíz del proyecto de Ley General de la Coca en trámite en la Asamblea Legislativa.
Este domingo aparecieron más carpas personales y extensas lonas que van de una pared a otra y debajo decenas de hombres y mujeres permanecen sobre colchones de paja, otros grupos mastican coca, y a los costados se observan cocinas con ollas comunes que abastecen de alimentos a los movilizados.
En medio de un intenso frío, los productores forman pequeños cabildos, donde los dirigentes de cada central y subcentral agraria, informan a sus bases del alcance la ley, puntualizando que la misma pretende hacer desaparecer a Adepcoca y crear un nuevo ente sindical donde estén junto a los productores del Chapare, con quienes mantiene serias discrepancias.
Para alegrar la fría tarde de este domingo, algunos sacaron instrumentos musicales y se pusieron a cantar para que el resto pueda aplaudir y calentar las manos, mientras otros se protegían con frazadas debajo de las carpas. Las mujeres acompañan con el pijcheo de coca y sostienen interminables conversaciones sin tener la noticia que algún personero de gobierno los recibirá.
El secretario de Industrialización de Adepcoca, José Luis Campos, denunció que cerca de las 02:00 de la mañana fueron intervenidos por la Policía Boliviana a dos piquetes ubicados en las calles Junín de bajada hacia Plaza Murillo y la calle Comercio que sirve de salida.
Esta intervención molestó a los movilizados que decidieron continuar con la medida de presión en calles aledañas. Informó que este domingo el 30% de los casi 10.000 productores retornó a sus comunidades para ser reemplazados por otros que llegarán en las próximas horas.
Lamentó que hasta el momento no hayan recibido ninguna señal de diálogo de parte de las autoridades de gobierno, menos del presidente Evo Morales, con quien buscan consensuar el anteproyecto de ley, donde la mayor divergencia es la cantidad de cultivos otorgados a los Yungas.
Campos sostuvo que Adepcoca no está de acuerdo con fijar el límite de 13.000 hectáreas porque eso significaría dividir a los 36.000 socios que tiene la Asociación, lo cual significa una drástica reducción en sus ingresos económicos, peor aún si ya viven el fenómeno del surcofundio.
El dirigente anunció que este lunes continuarán las medidas de presión no solo para que la Asamblea no trate, sino para lograr que el gobierno su propuesta de eliminar la idea de poner límite de 13.000 hectáreas, sino que se mantenga a Adepcoca como la organización natural de los cocaleros legales de Yungas, y no sean mezclados con los del Chapare a los cual los consideran productores ilegales.
Erbol
Los productores de coca de los Yungas mantienen inalterable las vigilias en las ocho esquinas que conectan a la Plaza Murillo, donde continúa el cerco por cientos de cocaleros que plantean un conflicto al gobierno a raíz del proyecto de Ley General de la Coca en trámite en la Asamblea Legislativa.
Este domingo aparecieron más carpas personales y extensas lonas que van de una pared a otra y debajo decenas de hombres y mujeres permanecen sobre colchones de paja, otros grupos mastican coca, y a los costados se observan cocinas con ollas comunes que abastecen de alimentos a los movilizados.
En medio de un intenso frío, los productores forman pequeños cabildos, donde los dirigentes de cada central y subcentral agraria, informan a sus bases del alcance la ley, puntualizando que la misma pretende hacer desaparecer a Adepcoca y crear un nuevo ente sindical donde estén junto a los productores del Chapare, con quienes mantiene serias discrepancias.
Para alegrar la fría tarde de este domingo, algunos sacaron instrumentos musicales y se pusieron a cantar para que el resto pueda aplaudir y calentar las manos, mientras otros se protegían con frazadas debajo de las carpas. Las mujeres acompañan con el pijcheo de coca y sostienen interminables conversaciones sin tener la noticia que algún personero de gobierno los recibirá.
El secretario de Industrialización de Adepcoca, José Luis Campos, denunció que cerca de las 02:00 de la mañana fueron intervenidos por la Policía Boliviana a dos piquetes ubicados en las calles Junín de bajada hacia Plaza Murillo y la calle Comercio que sirve de salida.
Esta intervención molestó a los movilizados que decidieron continuar con la medida de presión en calles aledañas. Informó que este domingo el 30% de los casi 10.000 productores retornó a sus comunidades para ser reemplazados por otros que llegarán en las próximas horas.
Lamentó que hasta el momento no hayan recibido ninguna señal de diálogo de parte de las autoridades de gobierno, menos del presidente Evo Morales, con quien buscan consensuar el anteproyecto de ley, donde la mayor divergencia es la cantidad de cultivos otorgados a los Yungas.
Campos sostuvo que Adepcoca no está de acuerdo con fijar el límite de 13.000 hectáreas porque eso significaría dividir a los 36.000 socios que tiene la Asociación, lo cual significa una drástica reducción en sus ingresos económicos, peor aún si ya viven el fenómeno del surcofundio.
El dirigente anunció que este lunes continuarán las medidas de presión no solo para que la Asamblea no trate, sino para lograr que el gobierno su propuesta de eliminar la idea de poner límite de 13.000 hectáreas, sino que se mantenga a Adepcoca como la organización natural de los cocaleros legales de Yungas, y no sean mezclados con los del Chapare a los cual los consideran productores ilegales.