Bolivia revalida su vocación pacifista en la OPAQ y el compromiso de luchar contra armas químicas
El presidente boliviano llegó el martes a La Haya, en los Países Bajos, para reunirse con el equipo jurídico a cargo de la demanda que Bolivia instauró en la Corte Internacional de Justicia.
La Razón Digital / ABI / La Paz y La Haya
El presidente de Bolivia, Evo Morales, revalidó este martes en una reunión en La Haya con el director de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Ahmet Üzümcü, la vocación pacifista de su país y el compromiso de luchar contra el uso de armas no convencionales que amenazan a la humanidad.
"El presidente ha manifestado la vocación pacifista de nuestro Estado, el compromiso en la lucha contra todo tipo de armas no convencionales y actividades industriales que afecten a la salud y al bienestar de la humanidad", informó el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, desde la sede de la OPAQ, dependiente de Naciones Unidas.
En una entrevista telefónica con la radio estatal, Ferreira explicó que Bolivia está adscrita a la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas y que la Asamblea Legislativa Plurinacional prohibió la fabricación y uso de armas químicas, biológicas y nucleares en el país.
Bolivia también preside desde inicios del año la presidencia del denominado Comité 1540, sobre la no proliferación de armas, del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
De acuerdo con Ferreira, el mandatario boliviano y el director de la OPAQ tuvieron una "charla fraterna" y terminó con el compromiso de incrementar la actividad de Bolivia en ese organismo internacional.
"El derecho sagrado a la vida es una tarea fundamental que está asumiendo en su derecho Bolivia, por esa vocación pacifista que señala nuestra Constitución", remarcó el ministro de la Presidencia, René Martínez, que también acompaña a Morales.
El presidente boliviano llegó el martes a La Haya, en los Países Bajos, para reunirse con el equipo jurídico a cargo de la demanda que Bolivia instauró en la Corte Internacional de Justicia para obligar a Chile a negociar una salida soberana al océano Pacífico.
Desde que llegó a la presidencia en 2006, el líder indígena estableció que su país resolverá sus diferencias con Chile a nivel del derecho internacional y de forma pacífica, aunque hace 138 años su costa marítima fue tomada por las armas y Bolivia terminó enclaustrada.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, revalidó este martes en una reunión en La Haya con el director de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Ahmet Üzümcü, la vocación pacifista de su país y el compromiso de luchar contra el uso de armas no convencionales que amenazan a la humanidad.
"El presidente ha manifestado la vocación pacifista de nuestro Estado, el compromiso en la lucha contra todo tipo de armas no convencionales y actividades industriales que afecten a la salud y al bienestar de la humanidad", informó el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, desde la sede de la OPAQ, dependiente de Naciones Unidas.
En una entrevista telefónica con la radio estatal, Ferreira explicó que Bolivia está adscrita a la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas y que la Asamblea Legislativa Plurinacional prohibió la fabricación y uso de armas químicas, biológicas y nucleares en el país.
Bolivia también preside desde inicios del año la presidencia del denominado Comité 1540, sobre la no proliferación de armas, del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
De acuerdo con Ferreira, el mandatario boliviano y el director de la OPAQ tuvieron una "charla fraterna" y terminó con el compromiso de incrementar la actividad de Bolivia en ese organismo internacional.
"El derecho sagrado a la vida es una tarea fundamental que está asumiendo en su derecho Bolivia, por esa vocación pacifista que señala nuestra Constitución", remarcó el ministro de la Presidencia, René Martínez, que también acompaña a Morales.
El presidente boliviano llegó el martes a La Haya, en los Países Bajos, para reunirse con el equipo jurídico a cargo de la demanda que Bolivia instauró en la Corte Internacional de Justicia para obligar a Chile a negociar una salida soberana al océano Pacífico.
Desde que llegó a la presidencia en 2006, el líder indígena estableció que su país resolverá sus diferencias con Chile a nivel del derecho internacional y de forma pacífica, aunque hace 138 años su costa marítima fue tomada por las armas y Bolivia terminó enclaustrada.
