Alemania exhorta a EE UU a no ser equidistante entre Rusia y los aliados

La ministra de Defensa alemana lanza la advertencia en la Conferencia de Seguridad de Múnich

Luis Doncel
Múnich, El País
Un impresionante despliegue policial se apoderó el viernes del centro de Múnich, donde este fin de semana se reunirán una treintena de jefes de Estado y de Gobierno y 80 ministros. Un tema monopolizará este año la Conferencia de Seguridad: el estado de las relaciones trasatlánticas tras la llegada a la presidencia de Donald Trump. Rompió el hielo la ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, que reiteró su intención de aumentar el gasto militar, pero reclamó a EE UU respeto a los valores comunes.


Berlín está dispuesta a complacer a los estadounidenses y acercarse al compromiso de destinar a Defensa un 2% de su PIB, lo que supondría casi duplicarlo. Pero los alemanes también tienen su lista de peticiones para Washington. “No se puede mostrar equidistancia entre los aliados y aquellos que cuestionan abiertamente nuestros valores, nuestras fronteras y la ley internacional”, aseguró Von der Leyen, en una referencia nada oculta a los guiños de Trump al presidente de Rusia, Vladímir Putin. La ministra también avisó de que ambos países están unidos por valores como el rechazo a la tortura, una práctica que el presidente Trump ha defendido en público.

Ni Alemania ni la mayoría de miembros de la OTAN podrán cumplir a corto plazo el objetivo de gasto militar, pero la voluntad está allí. El guardián de las finanzas públicas en Alemania, el ministro Wolfgang Schäuble, también presente en Múnich, confirmó las intenciones de su compañera de Gobierno. Los líderes alemanes insisten además en que el país contribuye a la seguridad también con otros medios, como los cuantiosos fondos que destina a la ayuda al desarrollo.

La huella de Trump

La impronta del presidente Donald Trump en la Conferencia de Seguridad que ayer comenzó en Múnich llega hasta al título de las convocatorias. “El futuro de la OTAN ¿Obsoleto o muy importante?”, se presentaba la charla que en la noche del viernes reunió a los responsables de Defensa de Reino Unido, Francia, Holanda, Canadá y Turquía. “Obsoleto” es la palabra que Trump usó para definir a la Alianza Atlántica en una reciente entrevista con un periódico alemán y otro británico. A Múnich viajará también el ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso Dastis, recién llegado del G20 celebrado en Bonn.

Atento a la intervención de Von der Leyen estaba el secretario de Defensa de EE UU, James Mattis, que esta semana amenazó con “moderar el compromiso” de su país con la OTAN si los europeos no ponen de su parte, es decir, no gastan más en armamento. En una breve intervención, Mattis insistió en Múnich en que es de justicia que los países europeos asuman una parte proporcional de los costes para sufragar lo que considera “la mejor alianza del mundo”.

Obviando esta exigencia, Mattis solo tuvo buenas palabras para la Alianza Atlántica, una organización que su jefe ha tildado de “obsoleta”. Frente a las críticas de Trump, el secretario de Defensa se refirió a la OTAN como una “alianza esencial” y un “compromiso sólido”.

Desde Berlín, Angela Merkel reiteró su mensaje de que no solo Europa se ha beneficiado en las últimas décadas de la alianza militar con Washington. “Creo que la fuerza de EE UU ha aumentado con la OTAN. También ha sido importante para ellos”, dijo la canciller, que el sábado viajará a Múnich para hablar en la Conferencia. Será, junto con la intervención del vicepresidente de EE UU, Mike Pence, el plato fuerte del fin de semana. Los dos líderes abordarán además en una reunión las relaciones de sus países. Será el primer encuentro de la canciller con un representante de la nueva Administración después de que Trump la haya criticado con dureza por haber admitido en Alemania a casi un millón de refugiados en 2015, una decisión que el estadounidense tildó de “loca”.

Múnich abordará este fin de semana la que quizás sea la crisis de confianza más grande entre EE UU y Europa de los últimos 70 años. Mattis mostró en su discurso la voluntad de coser vínculos que ahora parecen dañados. Políticos, militares y analistas escucharán el sábado con atención las palabras del vicepresidente Pence. Una muestra del estado de ánimo reinante entre los asistentes a la Conferencia de Seguridad lo dio la ovación que se ganó el senador republicano John McCain cuando dijo que “nunca como ahora” había sido tan importante el vínculo entre los países occidentales. El problema es que McCain, pese a pertenecer al partido del presidente, ha sido uno de los blancos preferidos de los ataques de Trump.

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