Zidane diseña un plan para la 'cuesta de enero' y le funciona
Madrid, AS
Nada más acabar el partido ante el Granada, en el que el Real Madrid volvió a lucir con un fútbol de colectivo y presión, Modric dio la clave de este estado de felicidad en el que vive el equipo blanco tras encadenar 39 partidos invicto e igualar el récord que fijo Luis Enrique: “Cuando volvimos de vacaciones hicimos como una pequeña pretemporada, trabajamos fuerte y se nota". Zidane no quiere vivir en sus carnes el derrumbe que experimentó el Madrid de Ancelotti tras ganar el Mundialito de 2014. Aquel año, Zidane ya no era el ayudante de Carletto, pero vio desde el Castilla cómo el Madrid, que en diciembre enganchaba 22 victorias seguidas, se venía abajo. Tras ganar el Mundial de Clubes en Marruecos, aquella plantilla volvió de Marruecos se fue a jugar un bolo recaudatorio a Dubai contra el Milán que acabó en tropiezo (cayó por 2-4). El Madrid ingresó cuatro millones de euros pero obligó a la plantilla a hacer 15 horas de avión (ida y vuelta) tres días antes de visitar al Valencia. Los blancos perdieron 2-1. Esto le cambió el paso al equipo, que acabó perdiendo en campos como el Calderón o San Mamés y naufragando en Liga, Champions y Copa...
Para evitar un desplome similar, Zidane diseñó junto a su preparador físico, Antonio Pintus, un plan específico de trabajo que le está funcionando: dos partidos en 2017 y dos exhibiciones ante el Sevilla (3-0) y el Granada (5-0). Antes de medirse a los sevillistas, los blancos llevaban 9 días entrenándose (junto al Espanyol, fue el equipo que antes volvió de las vacaciones navideñas) en sesiones en las que se aumentó el trabajo aeróbico, con ejercicios de gimnasio, circuitos y carreras continuas para recuperar cuando antes el fondo físico de la plantilla. Todo para que el jugador empiece a eliminar en el menor tiempo posible el ácido láctico que el cuerpo genera tras un gran esfuerzo físico y disputar sin problemas y “sin sufrir física y psicológicamente” un partido cada tres días. “Pintus nos ha dado mucha caña”, aseguró Marcelo tras lucir ante el Granada.
Tras las vacaciones navideñas, aumentó el trabajo aeróbico, con ejercicios de gimnasio, circuitos y carreras continuas
Consecuencia de este trabajo, los madridistas han empezado el año imponentes, presionando, robando en la salida de balón del rival, rápidos. El partido de Copa ante el Sevilla, el primero del año, puso esto de manifiesto. Precisamente ese encuentro ante los de Sampaoli también sirvió para ver plasmado otro de los pilares que sostienen el plan diseñado por Zidane para esta cuesta de enero-febrero: las rotaciones. Aunque sean extremas, como la de aquel día, donde dejó fuera de la lista a Cristiano Ronaldo a pesar de la gran cantidad de bajas por lesión (Bale, Lucas Vázquez, Ramos, Kovacic…). “A veces necesita descansar, le quiero tener a tope durante toda la temporada”, dijo el entrenador marsellés el pasado viernes. Y dejó en el banquillo a Benzema: salieron Morata, James, Asensio...
Zidane quiere mantener a todos enchufados, que se sientan útiles, y lo ha conseguido. Ya han jugado todos los jugadores de la plantilla y cada vez que entran lo hacen con el convencimiento de ser importantes: Isco, Asensio, Danilo, Kovacic, Morata, Nacho… Ahora está reenganchando a James y parece que lo ha conseguido. Tras expresar públicamente su descontento (“Tengo siete días para pensar, quiero jugar más”), Zizou le dio la titularidad contra el Sevilla tras haber mantenido con él una conversación en la que le transmitió su confianza, y marcó dos goles ("Me quedo", aclaró tras el partido). Contra el Granada fue suplente, pero cuando salió lo hizo con entusiasmo, dando a Casemiro la asistencia del 5-0…
Obsesión por el tema físico.
La gran preocupación de Zidane desde que llegó al banquillo, el 4 de enero de 2016, siempre fue el estado físico del equipo: “No estoy preocupado por la calidad de la plantilla. En eso estoy tranquilo”. Hace un año también planificó una pretemporada en pleno enero para acabar el año a tope, un trabajo que acabó dando frutos, con un Madrid que no se desplomaba al final de los partidos. Este verano quiso reforzar la parcela física con el fichaje del ‘sargento’ Antonio Pintus, al que conoció y sufrió en su etapa como jugador de la Juventus. El italiano hizo sufrir a los jugadores en la pretemporada en Estados Unidos, con duras sesiones físicas. Sesiones a las que ha dado continuidad en este parón navideño y que están dando sus frutos…
Nada más acabar el partido ante el Granada, en el que el Real Madrid volvió a lucir con un fútbol de colectivo y presión, Modric dio la clave de este estado de felicidad en el que vive el equipo blanco tras encadenar 39 partidos invicto e igualar el récord que fijo Luis Enrique: “Cuando volvimos de vacaciones hicimos como una pequeña pretemporada, trabajamos fuerte y se nota". Zidane no quiere vivir en sus carnes el derrumbe que experimentó el Madrid de Ancelotti tras ganar el Mundialito de 2014. Aquel año, Zidane ya no era el ayudante de Carletto, pero vio desde el Castilla cómo el Madrid, que en diciembre enganchaba 22 victorias seguidas, se venía abajo. Tras ganar el Mundial de Clubes en Marruecos, aquella plantilla volvió de Marruecos se fue a jugar un bolo recaudatorio a Dubai contra el Milán que acabó en tropiezo (cayó por 2-4). El Madrid ingresó cuatro millones de euros pero obligó a la plantilla a hacer 15 horas de avión (ida y vuelta) tres días antes de visitar al Valencia. Los blancos perdieron 2-1. Esto le cambió el paso al equipo, que acabó perdiendo en campos como el Calderón o San Mamés y naufragando en Liga, Champions y Copa...
Para evitar un desplome similar, Zidane diseñó junto a su preparador físico, Antonio Pintus, un plan específico de trabajo que le está funcionando: dos partidos en 2017 y dos exhibiciones ante el Sevilla (3-0) y el Granada (5-0). Antes de medirse a los sevillistas, los blancos llevaban 9 días entrenándose (junto al Espanyol, fue el equipo que antes volvió de las vacaciones navideñas) en sesiones en las que se aumentó el trabajo aeróbico, con ejercicios de gimnasio, circuitos y carreras continuas para recuperar cuando antes el fondo físico de la plantilla. Todo para que el jugador empiece a eliminar en el menor tiempo posible el ácido láctico que el cuerpo genera tras un gran esfuerzo físico y disputar sin problemas y “sin sufrir física y psicológicamente” un partido cada tres días. “Pintus nos ha dado mucha caña”, aseguró Marcelo tras lucir ante el Granada.
Tras las vacaciones navideñas, aumentó el trabajo aeróbico, con ejercicios de gimnasio, circuitos y carreras continuas
Consecuencia de este trabajo, los madridistas han empezado el año imponentes, presionando, robando en la salida de balón del rival, rápidos. El partido de Copa ante el Sevilla, el primero del año, puso esto de manifiesto. Precisamente ese encuentro ante los de Sampaoli también sirvió para ver plasmado otro de los pilares que sostienen el plan diseñado por Zidane para esta cuesta de enero-febrero: las rotaciones. Aunque sean extremas, como la de aquel día, donde dejó fuera de la lista a Cristiano Ronaldo a pesar de la gran cantidad de bajas por lesión (Bale, Lucas Vázquez, Ramos, Kovacic…). “A veces necesita descansar, le quiero tener a tope durante toda la temporada”, dijo el entrenador marsellés el pasado viernes. Y dejó en el banquillo a Benzema: salieron Morata, James, Asensio...
Zidane quiere mantener a todos enchufados, que se sientan útiles, y lo ha conseguido. Ya han jugado todos los jugadores de la plantilla y cada vez que entran lo hacen con el convencimiento de ser importantes: Isco, Asensio, Danilo, Kovacic, Morata, Nacho… Ahora está reenganchando a James y parece que lo ha conseguido. Tras expresar públicamente su descontento (“Tengo siete días para pensar, quiero jugar más”), Zizou le dio la titularidad contra el Sevilla tras haber mantenido con él una conversación en la que le transmitió su confianza, y marcó dos goles ("Me quedo", aclaró tras el partido). Contra el Granada fue suplente, pero cuando salió lo hizo con entusiasmo, dando a Casemiro la asistencia del 5-0…
Obsesión por el tema físico.
La gran preocupación de Zidane desde que llegó al banquillo, el 4 de enero de 2016, siempre fue el estado físico del equipo: “No estoy preocupado por la calidad de la plantilla. En eso estoy tranquilo”. Hace un año también planificó una pretemporada en pleno enero para acabar el año a tope, un trabajo que acabó dando frutos, con un Madrid que no se desplomaba al final de los partidos. Este verano quiso reforzar la parcela física con el fichaje del ‘sargento’ Antonio Pintus, al que conoció y sufrió en su etapa como jugador de la Juventus. El italiano hizo sufrir a los jugadores en la pretemporada en Estados Unidos, con duras sesiones físicas. Sesiones a las que ha dado continuidad en este parón navideño y que están dando sus frutos…