Zidane, contra la maldición del Mundialito
El técnico del Madrid y el preparador físico han diseñado un plan de trabajo para evitar
que el equipo se desplome como después del Mundialito de 2014
Eleonora Giovio
Madrid, El País
“La vida no es cíclica”, contestaba Zidane en Yokohama cada vez que le recordaban que el Madrid de Carlo Ancelotti se desplomó después de ganar el Mundialito de Clubes. En diciembre de 2014 los blancos, guiados por el italiano, enfilaron una racha de 22 victorias seguidas. Llevaban 39 puntos en Liga de los 45 posibles (cuatro más que el Barcelona). A la vuelta de las vacaciones de Navidad perdieron contra el Valencia y quedaron eliminados de la Copa (cayeron en octavos contra el Atlético). En los dos primeros meses de campeonato se dejaron, además de los tres puntos en Mestalla, otros tres en el Calderón (donde perdieron 4-0) y en San Mamés y uno en casa contra el Villarreal. Se lesionaron Pepe, Sergio Ramos, James, no estaba Modric, ni Marcelo ni Benzema.
Zinedine Zidane, por aquel entonces, ya no era el ayudante de Ancelotti (en verano de 2014 tomó las riendas del Castilla), pero tiene muy presente el desplome que sufrió el equipo que cerró esa temporada sin títulos. Quedó eliminado en las semifinales de Champions por la Juve y terminó la Liga a dos puntos del Barcelona.
“No hemos hablado de eso, pero sí lo tenemos presente. La vida no es cíclica, aprendes de las cosas negativas”, reflexionaba el técnico francés después de la agónica victoria contra el Kashima en el Mundialito de Clubes. “Lo que vamos a hacer después de esta final es irnos de vacaciones una semana y cuando volvamos vamos a trabajar muy fuerte porque esto empieza de cero otra vez”, proseguía.
¿Qué tenéis planeado para no repetir el bajón que sufrió el Madrid de Ancelotti?, le insistieron. “Esto va a ser muy largo y difícil, siempre lo digo. Lo bueno es que ahora descansaremos una semana. Yo creo en el trabajo y los jugadores también y si trabajamos por qué va a cambiar esto”, contestó el técnico.
Con “esto” se refería a los tres títulos que consiguió en sus primeros 11 meses en el banquillo. Desde que llegó el 4 de enero del año pasado, Zidane ha dirigido 53 partidos y sólo ha perdido dos: ambos, la temporada pasada, contra Wolfsburgo y Atlético. Ha batido el récord de partidos sin perder (34) de Leo Beenhakker y lleva 37. Una racha que a alguno le da vértigo si echa la vista atrás y se acuerda del desplome sufrido luego por Ancelotti.
El plan de trabajo para evitarlo, en realidad, empezó antes de esa semana de vacaciones de la que hablaba Zidane en Japón. A las órdenes de Antonio Pintus, el preparador físico que Zizou tuvo en la Juve en su época de jugador y que fichó este verano, la plantilla ya empezó un trabajo aeróbico nada más aterrizar en Yokohama. Y se ha retomado el 27 a la vuelta de las Navidades. En Japón la plantilla hacía 30 minutos de carrera continua. A la vuelta, a partir del 28, subieron a 40. El 29 empezaron a hacer series de 1.000 metros y el 30, sprint. Como si de una minipretemporada se tratara.
Puesta a punto
Desde la pretemporada del pasado verano —atípica, además, porque los jugadores llegaron escalonados después de sus compromisos internacionales en la Copa América y en la Eurocopa— el cuerpo técnico no había podido entrenar una semana seguida sin partidos de por medio. Normalmente, entre semana y entre un partido-viaje y otro partido-viaje, los jugadores lo que hacen, además de sesiones tácticas es más bien recuperación y trabajo individualizado.
Esta semana se ha aprovechado para poner a punto a la plantilla ante el exigente mes de enero —partidos cada tres días si el Madrid supera los octavos de Copa— y ante la vuelta de la Champions. Los blancos reciben al Nápoles en la ida de los octavos el 15 de febrero.
Hace un año, cuando Zidane se hizo cargo del primer equipo, repitió muchas veces que necesitaba trabajar para mejorar la condición física de la plantilla. En su primer mes empezó de cero para que los jugadores estuvieran en su pico de forma para la Champions. Este año, por primera vez, ha podido dirigir los entrenamientos desde la pretemporada y organizar los planes de trabajo junto al preparador físico.
Defendió desde el principio las rotaciones —incluyendo a Cristiano, con el que nadie se había atrevido— porque entiende que es imposible jugar 60 partidos al año y porque quiere mantener a todos alerta para que respondan cuando los necesite. De momento, le ha funcionado. El equipo no se ha desplomado ni con las bajas de Cristiano, Keylor Navas, Casemiro, Modric, Kroos, Sergio Ramos, Benzema e incluso Bale. Queda la prueba de enero, la prueba post-mundialito.
que el equipo se desplome como después del Mundialito de 2014
Eleonora Giovio
Madrid, El País
“La vida no es cíclica”, contestaba Zidane en Yokohama cada vez que le recordaban que el Madrid de Carlo Ancelotti se desplomó después de ganar el Mundialito de Clubes. En diciembre de 2014 los blancos, guiados por el italiano, enfilaron una racha de 22 victorias seguidas. Llevaban 39 puntos en Liga de los 45 posibles (cuatro más que el Barcelona). A la vuelta de las vacaciones de Navidad perdieron contra el Valencia y quedaron eliminados de la Copa (cayeron en octavos contra el Atlético). En los dos primeros meses de campeonato se dejaron, además de los tres puntos en Mestalla, otros tres en el Calderón (donde perdieron 4-0) y en San Mamés y uno en casa contra el Villarreal. Se lesionaron Pepe, Sergio Ramos, James, no estaba Modric, ni Marcelo ni Benzema.
Zinedine Zidane, por aquel entonces, ya no era el ayudante de Ancelotti (en verano de 2014 tomó las riendas del Castilla), pero tiene muy presente el desplome que sufrió el equipo que cerró esa temporada sin títulos. Quedó eliminado en las semifinales de Champions por la Juve y terminó la Liga a dos puntos del Barcelona.
“No hemos hablado de eso, pero sí lo tenemos presente. La vida no es cíclica, aprendes de las cosas negativas”, reflexionaba el técnico francés después de la agónica victoria contra el Kashima en el Mundialito de Clubes. “Lo que vamos a hacer después de esta final es irnos de vacaciones una semana y cuando volvamos vamos a trabajar muy fuerte porque esto empieza de cero otra vez”, proseguía.
¿Qué tenéis planeado para no repetir el bajón que sufrió el Madrid de Ancelotti?, le insistieron. “Esto va a ser muy largo y difícil, siempre lo digo. Lo bueno es que ahora descansaremos una semana. Yo creo en el trabajo y los jugadores también y si trabajamos por qué va a cambiar esto”, contestó el técnico.
Con “esto” se refería a los tres títulos que consiguió en sus primeros 11 meses en el banquillo. Desde que llegó el 4 de enero del año pasado, Zidane ha dirigido 53 partidos y sólo ha perdido dos: ambos, la temporada pasada, contra Wolfsburgo y Atlético. Ha batido el récord de partidos sin perder (34) de Leo Beenhakker y lleva 37. Una racha que a alguno le da vértigo si echa la vista atrás y se acuerda del desplome sufrido luego por Ancelotti.
El plan de trabajo para evitarlo, en realidad, empezó antes de esa semana de vacaciones de la que hablaba Zidane en Japón. A las órdenes de Antonio Pintus, el preparador físico que Zizou tuvo en la Juve en su época de jugador y que fichó este verano, la plantilla ya empezó un trabajo aeróbico nada más aterrizar en Yokohama. Y se ha retomado el 27 a la vuelta de las Navidades. En Japón la plantilla hacía 30 minutos de carrera continua. A la vuelta, a partir del 28, subieron a 40. El 29 empezaron a hacer series de 1.000 metros y el 30, sprint. Como si de una minipretemporada se tratara.
Puesta a punto
Desde la pretemporada del pasado verano —atípica, además, porque los jugadores llegaron escalonados después de sus compromisos internacionales en la Copa América y en la Eurocopa— el cuerpo técnico no había podido entrenar una semana seguida sin partidos de por medio. Normalmente, entre semana y entre un partido-viaje y otro partido-viaje, los jugadores lo que hacen, además de sesiones tácticas es más bien recuperación y trabajo individualizado.
Esta semana se ha aprovechado para poner a punto a la plantilla ante el exigente mes de enero —partidos cada tres días si el Madrid supera los octavos de Copa— y ante la vuelta de la Champions. Los blancos reciben al Nápoles en la ida de los octavos el 15 de febrero.
Hace un año, cuando Zidane se hizo cargo del primer equipo, repitió muchas veces que necesitaba trabajar para mejorar la condición física de la plantilla. En su primer mes empezó de cero para que los jugadores estuvieran en su pico de forma para la Champions. Este año, por primera vez, ha podido dirigir los entrenamientos desde la pretemporada y organizar los planes de trabajo junto al preparador físico.
Defendió desde el principio las rotaciones —incluyendo a Cristiano, con el que nadie se había atrevido— porque entiende que es imposible jugar 60 partidos al año y porque quiere mantener a todos alerta para que respondan cuando los necesite. De momento, le ha funcionado. El equipo no se ha desplomado ni con las bajas de Cristiano, Keylor Navas, Casemiro, Modric, Kroos, Sergio Ramos, Benzema e incluso Bale. Queda la prueba de enero, la prueba post-mundialito.