Una abogada intenta obligar a Trump a admitir abusos sexuales ante el juez

Una de las mujeres que denunció tocamientos del presidente electo lo denuncia por difamación por negar los hechos y acusarla de mentir

Pablo Ximénez de Sandoval
Corresponsal en California
Los Ángeles, El País
El empresario Donald Trump fue denunciado este martes por difamación a 72 horas de jurar su cargo como presidente de Estados Unidos. La demanda, presentada en un juzgado de Nueva York, la firma una exconcursante del programa The Apprentice que ya en octubre hizo público un escabroso relato de avances sexuales no consentidos por parte de Trump. La demanda no es por los abusos, sino por difamación, ante la negativa pública de Trump sobre estos hechos, de los que dijo que eran una completa invención.


A mediados de octubre, la abogada Gloria Allred compareció también ante los medios con una exconcursante del programa de televisión que hizo famoso a Trump llamada Summer Zervos, que describió con mucho detalle supuestos avances sexuales de Trump contra su voluntad. Ambos se conocieron en el concurso que presentaba el hoy presidente electo y Trump trató de aprovecharse sexualmente de Zervos cuando esta le contactó para conseguir un trabajo tras la experiencia televisiva.

El escabroso relato de Zervos sobre cómo Trump le manoseó los pechos sin su consentimiento en un hotel, se sumaba al de otras cuatro mujeres que a mediados de octubre salieron públicamente a denunciar comportamientos similares por parte de Trump, que podían calificarse de abuso sexual. Las denuncias, nunca sustanciadas judicialmente, surgieron después de que The Washington Post publicara un explosivo vídeo en el que el propio Trump, hablando en confianza con un presentador de televisión, se pavoneaba del poder que su estatus como famoso le daba para besar y manosear a mujeres sin su consentimiento.

Este martes a mediodía, en una nueva rueda de prensa en Los Ángeles, Allred y Zervos anunciaron que por la mañana había sido presentada en Nueva York la demanda con número 1505222017, contra Donald J. Trump por atentado contra el honor (difamación) de Zervos.

Según explicaron a la prensa las dos mujeres, Zervos nunca denunció los supuestos abusos sexuales porque pensó que era algo anecdótico de lo que Trump podría estar avergonzado. Así se argumenta en la demanda. Fue al oír sus palabras en la grabación filtrada cuando se dio cuenta de que se trataba de un comportamiento sistemático de Trump del que incluso presumía con sus amistades y entonces decidió hacer público su relato.

Lo que pide la demanda, aparte de una mínima compensación monetaria por daños no determinada, es que Trump se retracte de haber dicho que estas denuncias eran invenciones y bulos. Si lo hace, aseguró Zervos, la demanda será retirada inmediatamente. Se trata de una red legal que no hará más que crecer si Trump se niega a retractarse. Un juez podría llamarle a declarar bajo juramento. Entonces tendría que admitir los abusos ante el juez o volver a negarlos, lo que complicaría su situación gravemente en caso de demostrarse falso. La abogada Allred afirmó que antes de presentar la demanda, Zervos se sometió con éxito a una prueba de polígrafo.

Preguntada por qué no denunciaba directamente los abusos sexuales, en vez de la supuesta difamación de Trump, Allred afirmó que esta es la demanda que creían que debían presentar en este momento, sin más detalles. Durante su declaración a los medios, la abogada hizo varias comparaciones con el caso de Bill Clinton y Paula Jones, en el que el entonces presidente quedó atrapado en una espiral de negativas que a punto estuvieron de costarle el cargo.

Allred es una famosa abogada especializada en causas feministas y con un especial ojo para casos que involucran a famosos. Entre otras demandas, representa a varias de las supuestas víctimas de abusos sexuales contra el actor Bill Cosby y fue la primera en lograr que Cosby tuviera que declarar por estos hechos. En el caso de Trump, Allred advirtió que si prospera la demanda puede pedir que sean reclamados por el juzgado todo tipo de documentos de posible valor probatorio, como por ejemplo todas las grabaciones existentes del programa The Apprentice.

Independientemente de que se sustancie o no la denuncia y de sus posibilidades legales, se trata de uno de los ejemplos más llamativos del turbulento inicio de la presidencia de Donald Trump. La denuncia se suma al informe de los servicios de inteligencia sobre el papel de Rusia en las elecciones, las dudas sobre las relaciones entre el Gobierno ruso y el equipo de campaña de Trump, y el boicot de la toma de posesión del nuevo presidente por parte de decenas de congresistas demócratas.

Más que sus exabruptos sobre los mexicanos, su nacionalismo y las descalificaciones nunca vistas hacia sus rivales, demócratas y republicanos, y hacia la prensa, el comportamiento de Trump con las mujeres marcó el punto más bajo de su carrera presidencial. En tiempos más predecibles de la política norteamericana, la carrera del candidato habría acabado ahí, si no mucho antes. Trump negó en un debate posterior a la publicación del vídeo que jamás se hubiera comportado así con las mujeres. Fue esta negativa lo que animó a algunas mujeres a contar su caso.

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