Trump recupera la prohibición de financiar el aborto en el extranjero
Como todos los presidentes republicanos desde 1985, restringe la aportación de fondos federales
Joan Faus
Washington, El País
En su cuarto día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó este lunes un decreto que recupera la aplicación de una ley que prohíbe a oenegés y proveedores sanitarios en el extranjero utilizar fondos del Gobierno estadounidense para asesorar a favor del aborto.
La restauración de la llamada Política de Ciudad de México es una decisión que desde 1985, con Ronald Reagan en la Casa Blanca, adoptan todos los nuevos presidentes republicanos en sus primeros días en el cargo, y después revocan los demócratas. En el caso de Trump, que en el pasado se pronunció a favor del derecho al aborto, manda una señal a los sectores más conservadores de su partido.
La firma de ese decreto y otros dos tiene lugar tras la masiva manifestación contra Trump el sábado en Washington, en que la defensa del derecho al aborto fue uno de los asuntos centrales. La orden ejecutiva se aprobó también al día siguiente del 44º aniversario de la sentencia del Tribunal Supremo que legalizó el aborto en EE UU.
Pese a su opinión ambivalente sobre el aborto en el pasado, Trump recibió en campaña el apoyo de los votantes religiosos del Partido Republicano. Como candidato, el magnate inmobiliario prometió designar como juez del Supremo a un jurista que quiera ilegalizar el aborto. Dijo que, si la sentencia que permite el aborto fuera derogada, cedería a cada Estado la decisión sobre si mantener o restringir ese derecho. También sugirió que habría que castigar a las mujeres que abortaran, pero luego se desdijo.
El decreto “finalizará el uso de dólares de los contribuyentes para financiar abortos en el extranjero”, según explicó el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en una rueda de prensa. “El presidente ha sido muy claro de que es un presidente provida, la restauración de esa política refleja ese valor”.
La ley establece que la prohibición no impide la facilitación de información sobre todas las opciones de embarazo. Los fondos corresponden a USAID, la agencia de desarrollo estadounidense.
Planned Parenthood, la organización que ofrece atención médica a mujeres sin recursos y que los republicanos amenazan con cortarle la financiación pública, criticó la restauración de la directiva. “Causará cierres de clínicas alrededor del mundo, resultando en más embarazos no intencionados y aborto inseguros”, escribió la organización en Twitter.
Joan Faus
Washington, El País
En su cuarto día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó este lunes un decreto que recupera la aplicación de una ley que prohíbe a oenegés y proveedores sanitarios en el extranjero utilizar fondos del Gobierno estadounidense para asesorar a favor del aborto.
La restauración de la llamada Política de Ciudad de México es una decisión que desde 1985, con Ronald Reagan en la Casa Blanca, adoptan todos los nuevos presidentes republicanos en sus primeros días en el cargo, y después revocan los demócratas. En el caso de Trump, que en el pasado se pronunció a favor del derecho al aborto, manda una señal a los sectores más conservadores de su partido.
La firma de ese decreto y otros dos tiene lugar tras la masiva manifestación contra Trump el sábado en Washington, en que la defensa del derecho al aborto fue uno de los asuntos centrales. La orden ejecutiva se aprobó también al día siguiente del 44º aniversario de la sentencia del Tribunal Supremo que legalizó el aborto en EE UU.
Pese a su opinión ambivalente sobre el aborto en el pasado, Trump recibió en campaña el apoyo de los votantes religiosos del Partido Republicano. Como candidato, el magnate inmobiliario prometió designar como juez del Supremo a un jurista que quiera ilegalizar el aborto. Dijo que, si la sentencia que permite el aborto fuera derogada, cedería a cada Estado la decisión sobre si mantener o restringir ese derecho. También sugirió que habría que castigar a las mujeres que abortaran, pero luego se desdijo.
El decreto “finalizará el uso de dólares de los contribuyentes para financiar abortos en el extranjero”, según explicó el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en una rueda de prensa. “El presidente ha sido muy claro de que es un presidente provida, la restauración de esa política refleja ese valor”.
La ley establece que la prohibición no impide la facilitación de información sobre todas las opciones de embarazo. Los fondos corresponden a USAID, la agencia de desarrollo estadounidense.
Planned Parenthood, la organización que ofrece atención médica a mujeres sin recursos y que los republicanos amenazan con cortarle la financiación pública, criticó la restauración de la directiva. “Causará cierres de clínicas alrededor del mundo, resultando en más embarazos no intencionados y aborto inseguros”, escribió la organización en Twitter.