Siempre lo arregla Messi
Golazo del argentino de falta en el 77' que desniveló la igualdad en la eliminatoria. Marcó Suárez y Neymar, de penalti, y Saborit firmó el 2-1 de cabeza.
Barcelona
El Tridente volvió a marcar y sacó al Barça de un serio atolladero eliminando al Athletic por 3-1 en el Camp Nou en la vuelta de los octavos de final de Copa. Un gol de Suárez, otro de Neymar de penalti y un tercero de Messi, de nuevo convirtiendo una falta magistral, se impusieron al de Saborit, que al convertir en gol el único disparo a puerta de su equipo puso picante a una eliminatoria que ya venía sobrecargada.
Empezó el partido con la sorpresa de Cillessen como portero y con una carga ambiental de sospecha generalizada en torno a los arbitrajes que ha recibido el Barcelona en los últimos partidos que no hizo más que confirmarse en los primeros compases del duelo. Lo peor que puede pasarle a un paranoico es que de verdad le persigan y en la primera parte del encuentro ante el Athletic, el Barcelona tuvo motivos para cargarse de razones en sus quejas.
Al minuto de partido el colegiado ya se había complicado pasando por alto una entrada de Beñat por detrás a Messi, que posteriormente sufrió otra entrada similar sin castigo de San José. El ambiente empezó a caldearse de veras cuando en el minuto 25 se anuló incorrectamente un gol de Suárez por un fuera de juego que no era.
Volvieron las aguas a su cauce con el gol del uruguayo tras una gran jugada de Neymar, que fue en todo momento el gran argumento del Barcelona en ataque. Messi recuperó un balón y Neymar progresó por la banda y lo centró para que Suárez, de forma acrobática marcara el primer tanto del partido. Un gol que suponía el tanto número 100 del uruguayo con la camiseta del Barcelona así como el gol 300 desde que el Tridente juega junto.
La segunda parte empezó de cara para el Barcelona tras una nueva jugada estratosférica de Neymar que sufrió un penalti de libro. Esta vez, en contra de lo que pasó en la ida, fue señalado. Messi antepuso la necesidad de su compañero para reencontrarse con el gol (llevaba 1022 minutos sin marcar) a su lucimiento y le cedió el lanzamiento al brasileño que batió a un Gorka impotente.
Parecía que el partido y la eliminatoria estaba más que encarrilada para los locales, pues el Athletic, muy bien situado en el campo para ocupar los espacios, seguía sin embargo sin dar noticias ante el área de Cillessen, al que no habían exigido una parada en todo el partido.
No obstante, en la primera aproximación con peligro del conjunto vasco, Elustondo progresó por su banda y centró al área donde Sergi Roberto le concedió a Saborit todas las facilidades para rematar de cabeza y anotar el gol que igualaba la eliminatoria. El Barça demostraba que pese a su mejora de juego sigue siendo un equipo al que se le hace mucho daño con muy poco.
En ese momento, el duelo por una simple cuestión matemática, estaba más cerca del lado vasco que del catalán, pues cada gol de los de Valverde valdría doble. Ahí puede que al Athletic le faltara atrevimiento, pues tras el gol de Saborit, el Barcelona pasó unos momentos de tembleque que el Athletic no aprovechó.
Aferrados a Neymar, los barcelonistas se acercaron a la portería de Gorka y el brasileño forzó una falta en la frontal, la tercera del partido, que Messi convirtió de nuevo en una obra de arte por el lado del portero y que fue a la postre en el tanto que daba el pase a cuartos a un Barça que ha tenido que remar mucho para eliminar a los vascos.
Barcelona
El Tridente volvió a marcar y sacó al Barça de un serio atolladero eliminando al Athletic por 3-1 en el Camp Nou en la vuelta de los octavos de final de Copa. Un gol de Suárez, otro de Neymar de penalti y un tercero de Messi, de nuevo convirtiendo una falta magistral, se impusieron al de Saborit, que al convertir en gol el único disparo a puerta de su equipo puso picante a una eliminatoria que ya venía sobrecargada.
Empezó el partido con la sorpresa de Cillessen como portero y con una carga ambiental de sospecha generalizada en torno a los arbitrajes que ha recibido el Barcelona en los últimos partidos que no hizo más que confirmarse en los primeros compases del duelo. Lo peor que puede pasarle a un paranoico es que de verdad le persigan y en la primera parte del encuentro ante el Athletic, el Barcelona tuvo motivos para cargarse de razones en sus quejas.
Al minuto de partido el colegiado ya se había complicado pasando por alto una entrada de Beñat por detrás a Messi, que posteriormente sufrió otra entrada similar sin castigo de San José. El ambiente empezó a caldearse de veras cuando en el minuto 25 se anuló incorrectamente un gol de Suárez por un fuera de juego que no era.
Volvieron las aguas a su cauce con el gol del uruguayo tras una gran jugada de Neymar, que fue en todo momento el gran argumento del Barcelona en ataque. Messi recuperó un balón y Neymar progresó por la banda y lo centró para que Suárez, de forma acrobática marcara el primer tanto del partido. Un gol que suponía el tanto número 100 del uruguayo con la camiseta del Barcelona así como el gol 300 desde que el Tridente juega junto.
La segunda parte empezó de cara para el Barcelona tras una nueva jugada estratosférica de Neymar que sufrió un penalti de libro. Esta vez, en contra de lo que pasó en la ida, fue señalado. Messi antepuso la necesidad de su compañero para reencontrarse con el gol (llevaba 1022 minutos sin marcar) a su lucimiento y le cedió el lanzamiento al brasileño que batió a un Gorka impotente.
Parecía que el partido y la eliminatoria estaba más que encarrilada para los locales, pues el Athletic, muy bien situado en el campo para ocupar los espacios, seguía sin embargo sin dar noticias ante el área de Cillessen, al que no habían exigido una parada en todo el partido.
No obstante, en la primera aproximación con peligro del conjunto vasco, Elustondo progresó por su banda y centró al área donde Sergi Roberto le concedió a Saborit todas las facilidades para rematar de cabeza y anotar el gol que igualaba la eliminatoria. El Barça demostraba que pese a su mejora de juego sigue siendo un equipo al que se le hace mucho daño con muy poco.
En ese momento, el duelo por una simple cuestión matemática, estaba más cerca del lado vasco que del catalán, pues cada gol de los de Valverde valdría doble. Ahí puede que al Athletic le faltara atrevimiento, pues tras el gol de Saborit, el Barcelona pasó unos momentos de tembleque que el Athletic no aprovechó.
Aferrados a Neymar, los barcelonistas se acercaron a la portería de Gorka y el brasileño forzó una falta en la frontal, la tercera del partido, que Messi convirtió de nuevo en una obra de arte por el lado del portero y que fue a la postre en el tanto que daba el pase a cuartos a un Barça que ha tenido que remar mucho para eliminar a los vascos.