Sampaoli-Quique: dos escuelas y un reto en Cornellà-El Prat
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Jorge Sampaoli era el anhelo de Ángel Gómez antes de que Quique Sánchez Flores fichara por el Espanyol a finales del pasado curso, mientras que el técnico madrileño fue la alternativa al argentino cuando su contratación por el Sevilla se dilató. Ambos pudieron emprender caminos opuestos, aunque las cifras y las palabras depararon este desenlace en ambos conjuntos, que el domingo se volverán a ver las caras en Cornellà-El Prat después del 6-4 de la primera vuelta.
Sampaoli y Quique representan también dos escuelas en esta Liga, dos maneras de concebir el fútbol en sus equipos, marcado también por los jugadores de los que disponen. “El Sevilla es un conjunto que se siente cómodo en el caos pero que no se desordena”, comenta Israel López, director de la Escola de Entrenadors. “Sampaoli ha llevado las ideas de Guardiola y, sobre todo, de Lillo (su ayudante) al límite, en conceptos como la presión y la posesión”, argumenta, mientras que en el Espanyol opinan algo parecido: “Ellos tienen más libertad en ataque y se sienten cómodos cuando el partido se rompe”.
Mientras el Sevilla navega en partidos a campo abierto, el Espanyol prefiere reducir las distancias y basarse en el control del juego desde la defensa aunque “este curso ha resultado camaleónico. Se ha adaptado a los rivales: el otro día ante el Granada los fue a buscar arriba, así como frente al Barcelona”, explica López. Al margen de Sampaoli y de la revolución que ha creado en Sevilla, Lillo marca el estilo. “Esto ya no es como antes donde había menotistas y bilardistas. Ahora todos parten de trabajar su modelo de juego. Podríamos decir que Sampaoli y Lillo son sistémicos, mientras que Quique es más estructural”, argumenta López, y desde el Espanyol apuntan más luz a la reflexión, y argumentan que el conjunto perico intenta simplificar más los conceptos que se le dan a los jugadores.
“Otro de los futbolistas clave del Sevilla es N’Zonzi, capaz de abarcar mucho terreno. Eso le permite al equipo acumular muchos jugadores en ataque sin perder el equilibrio”, soslata López, dejando entrever el pedregoso partido que le espera al Espanyol. Quique se toma el duelo como un reto, igual que los partidos ante Real Madrid, Atlético o Barcelona. La escuela del técnico perico ante el caos de los andaluces.
Entrenamiento. Quique Sánchez Flores cambió sus habituales planes y cerró el entrenamiento de ayer. Los técnicos dividieron el entrenamiento en tres partes. De 10:30 a 11:20 realizaron una sesión de vídeo para desentrañar los secretos del Sevilla, un equipo que está sorprendiendo en este campeonato y que llegará a Cornellà-El Prat como segundo clasificado. En los siguientes 15 minutos, el equipo perico salió al césped del campo principal de la Ciudad Deportiva a realizar los ejercicios de calentamiento, pero justo después el técnico cerró la puerta a los medios de comunicación y asistentes.
El entrenador quiere blindarse ante un partido importante, como ya hizo ante Real Madrid y Barcelona, semanas en las que también decidió cerrar los entrenamientos los jueves. Las particularidades del Sevilla, un equipo volcánico que te gana por “acumulación” (según los técnicos) de jugadores en campo rival y que es el líder en los últimos minutos de los partidos (ha ganado 13 puntos en los últimos minutos). Un Sevilla incansable.
En la sesión abierta al público se pudo ver a Felipe Caicedo y Gerard Moreno participando al mismo ritmo que sus compañeros, aunque el ecuatoriano no logró completar toda la sesión con el resto del grupo. Las dudas se ciernen, principalmente, en el triángulo de la zona central del mediocampo. Reforzar con Marc Roca y pasar a José Manuel Jurado a la mediapunta podría ser una opción para fortificar más el equipo ante el dominio de espacios del rival. Eso podría provocar que José Antonio Reyes regrese al banquillo.
Quien ya está descartado es Víctor Sánchez, quien continúa con su proceso de recuperación que le ha mantenido al margen.
