Los cárteles de la droga, ganadores de la crisis de la gasolina en México
En pleno desabastecimiento, los Zetas, Jalisco Nueva Generación, los del Golfo y los Templarios maximizaron sus redes en el mercado negro, que ya les reportan ganancias por más de mil millones de dólares
Juliana Fregoso
Infobae
El crimen organizado será uno de los principales beneficiados por la crisis de escasez de gasolina y el alza de precios que se presenta en México. Desde hace años, los cárteles encontraron en el robo de hidrocarburos una forma más de financiar sus actividades y ahora, en medio del enojo ciudadano por la liberalización de los precios y la falta de combustible, distintos grupos del narco obtendrían más ingresos por la venta clandestina.
Días antes de finalizar 2016, el gobierno federal anunció la liberación de los precios, por lo que a partir del 1 de enero la gasolina registra un incremento de entre el 15% y el 20%, lo que ha causado desabasto y la molestia de miles de mexicanos, quienes desde el domingo iniciaron movilizaciones, boicots y tomas de estaciones de servicio en protesta por el alza.
En el país, el robo de hidrocarburos se incrementó a raíz de que el crimen organizado descubrió en la venta clandestina de gasolina un lucrativo negocio, principalmente en Estados Unidos, pero que ahora, por la crisis, también se estima que crezca en México.
En 2006, año en el que inició la guerra contra el narco, la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) detectó 200 tomas clandestinas. Para 2015, la cifra superaba las 5.000. Información divulgada por el Senado estima que en 2011 los ladrones de gasolina y diésel obtuvieron ganancias por 238 millones de dólares, para 2014 ascendió a casi 1.120 millones de dólares.
"El negocio lleva años siendo cada vez más rentable, el crimen organizado ya tiene un mercado que se ha mantenido firme por la corrupción de Pemex. No puede haber cifras tan importantes de robo de hidrocarburos sin que la gente de adentro no haga nada ante el aumento en los robos. Y claro que la crisis los va a beneficiar, desde antes la venta en lugares como Reynosa (Tamaulipas, en el norte) era descarada, en las plazas públicas se ponían a vender en pipas y a llenar galones", señaló a Infobae Guadalupe Correa Cabrera, investigadora de la Universidad de Texas.
Entre los cárteles que dominan el mercado negro de gasolinas y diésel se tiene identificado al de Jalisco Nueva Generación (CJNG), el del Golfo y células de Los Zetas y Los Caballeros Templarios.
"Si sube la gasolina, ellos van a tener un margen mayor de ganancia. Eso los pone en una situación de ventaja", afirma la investigadora.
Estos grupos extraen el combustible de los ductos o roban las pipas que lo transportan. La venta se da de distintas formas: en puntos muy identificados donde pequeños camiones de carga llevan galones llenados con anterioridad, a través de pequeñas pipas que surten el galón que debe llevar el comprador, a través de intermediarios que suministran a estaciones de servicio o directo con el concesionario de la gasolinera.
"Estas mafias operan como un gran grupo corporativo: está el cártel como tal y ya tiene sus divisiones que se dedican al secuestro, al tráfico de migrantes, a la extorsión y, por supuesto, también tienen un grupo especializado en el robo de gasolinas y gas, un grupo que está preparado para eso porque el robo y el traslado de hidrocarburos requiere un manejo especial, por eso no se puede descartar la participación de empleados de Pemex", agrega Correa Cabrera.
En 2015, se aprobó una ley que castiga hasta con 25 años de cárcel el robo de hidrocarburos; sin embargo, no se ha podido detener.
Las movilizaciones
Este lunes continuaron las movilizaciones en contra del alza. En la capital mexicana se reporta la toma de estaciones de servicio por parte de ciudadanos. En otros estados, como Veracruz (sur), taxistas y transportistas realizan paros de labores.
En Guadalajara, capital de Jalisco (occidente), ciudadanos realizan marchas de protesta, al igual que en Puebla (centro), Chihuahua (norte), Yucatán (sureste) y Morelos (centro).
A través de redes sociales, se invita a un boicot de tres días para no comprar gasolina los días 2, 3 y 4 de enero. Para el 7 de este mes, se está convocando una nueva movilización en la capital del país, mientras que para el día 8 se invita a un paro nacional.
Juliana Fregoso
Infobae
El crimen organizado será uno de los principales beneficiados por la crisis de escasez de gasolina y el alza de precios que se presenta en México. Desde hace años, los cárteles encontraron en el robo de hidrocarburos una forma más de financiar sus actividades y ahora, en medio del enojo ciudadano por la liberalización de los precios y la falta de combustible, distintos grupos del narco obtendrían más ingresos por la venta clandestina.
Días antes de finalizar 2016, el gobierno federal anunció la liberación de los precios, por lo que a partir del 1 de enero la gasolina registra un incremento de entre el 15% y el 20%, lo que ha causado desabasto y la molestia de miles de mexicanos, quienes desde el domingo iniciaron movilizaciones, boicots y tomas de estaciones de servicio en protesta por el alza.
En el país, el robo de hidrocarburos se incrementó a raíz de que el crimen organizado descubrió en la venta clandestina de gasolina un lucrativo negocio, principalmente en Estados Unidos, pero que ahora, por la crisis, también se estima que crezca en México.
En 2006, año en el que inició la guerra contra el narco, la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) detectó 200 tomas clandestinas. Para 2015, la cifra superaba las 5.000. Información divulgada por el Senado estima que en 2011 los ladrones de gasolina y diésel obtuvieron ganancias por 238 millones de dólares, para 2014 ascendió a casi 1.120 millones de dólares.
"El negocio lleva años siendo cada vez más rentable, el crimen organizado ya tiene un mercado que se ha mantenido firme por la corrupción de Pemex. No puede haber cifras tan importantes de robo de hidrocarburos sin que la gente de adentro no haga nada ante el aumento en los robos. Y claro que la crisis los va a beneficiar, desde antes la venta en lugares como Reynosa (Tamaulipas, en el norte) era descarada, en las plazas públicas se ponían a vender en pipas y a llenar galones", señaló a Infobae Guadalupe Correa Cabrera, investigadora de la Universidad de Texas.
Entre los cárteles que dominan el mercado negro de gasolinas y diésel se tiene identificado al de Jalisco Nueva Generación (CJNG), el del Golfo y células de Los Zetas y Los Caballeros Templarios.
"Si sube la gasolina, ellos van a tener un margen mayor de ganancia. Eso los pone en una situación de ventaja", afirma la investigadora.
Estos grupos extraen el combustible de los ductos o roban las pipas que lo transportan. La venta se da de distintas formas: en puntos muy identificados donde pequeños camiones de carga llevan galones llenados con anterioridad, a través de pequeñas pipas que surten el galón que debe llevar el comprador, a través de intermediarios que suministran a estaciones de servicio o directo con el concesionario de la gasolinera.
"Estas mafias operan como un gran grupo corporativo: está el cártel como tal y ya tiene sus divisiones que se dedican al secuestro, al tráfico de migrantes, a la extorsión y, por supuesto, también tienen un grupo especializado en el robo de gasolinas y gas, un grupo que está preparado para eso porque el robo y el traslado de hidrocarburos requiere un manejo especial, por eso no se puede descartar la participación de empleados de Pemex", agrega Correa Cabrera.
En 2015, se aprobó una ley que castiga hasta con 25 años de cárcel el robo de hidrocarburos; sin embargo, no se ha podido detener.
Las movilizaciones
Este lunes continuaron las movilizaciones en contra del alza. En la capital mexicana se reporta la toma de estaciones de servicio por parte de ciudadanos. En otros estados, como Veracruz (sur), taxistas y transportistas realizan paros de labores.
En Guadalajara, capital de Jalisco (occidente), ciudadanos realizan marchas de protesta, al igual que en Puebla (centro), Chihuahua (norte), Yucatán (sureste) y Morelos (centro).
A través de redes sociales, se invita a un boicot de tres días para no comprar gasolina los días 2, 3 y 4 de enero. Para el 7 de este mes, se está convocando una nueva movilización en la capital del país, mientras que para el día 8 se invita a un paro nacional.