La batalla de Emma Stone con la timidez, los ataques de pánico y las fobias en el camino a los Oscar
La protagonista de “La La Land” reveló cómo actuar sigilosamente la salvó de una niñez de ansiedad y habló de cómo le aterroriza lidiar con la fama
Infobae
Nominada en la categoría de mejor actriz por su actuación en La La Land, Emma Stone reveló en una entrevista reciente que pensar en los premios Oscar es algo que en verdad le asusta.
De las 14 estatuillas a las que aspira el filme, una de ellas recae sobre los hombros de la propia Stone, quien va por el galardón de mejor actriz tras su papel como Mia, una aspirante de estrella que se enamora de un pianista de jazz mientras canta y baila en Los Ángeles.
"Nunca he sido parte de nada parecido", dijo Stone durante la campaña para la película que ha recaudado USD 175 millones en todo el mundo. "Fuimos a Venecia con Birdman (filme del año 2015 con el que obtuvo su primera nominación al Oscar a mejor actriz de reparto), pero nada como esto. Este es un nuevo mundo. Me encanta esta película, es divertido hablar de ello, pero he estado haciendo entrevistas sobre esta película durante casi seis meses".
Stone tenía 14 años y vivía en Scottsdale, Arizona, cuando —según ella— por una epifanía convenció a sus padres de que debía mudarse a Los Ángeles para convertirse en actriz. "Es el último período del día y tengo una revelación de que necesitaba mudarme a Los Ángeles lo más pronto posible, porque ahí era donde tenía que ir. Sé que fue una locura".
Stone les propuso a sus padres que la educaran en casa para poder tener audiciones, que su madre la acompañara a Los Ángeles y que su padre permaneciera en Scottsdale dirigiendo el exitoso negocio familiar de construcción. "Es una locura que estuvieran de acuerdo", admite Stone. "No lo apruebo, todos deben ir a la escuela secundaria y graduarse".
Con sólo 7 años, la niña fue puesta por sus padres en terapia, lo que le ayudó a sobrellevar sus ataques de pánico y su timidez. Al mismo tiempo pasaba horas haciendo teatro juvenil después del horario escolar, pues caminar en otras pieles la hacía sentirse menos asustada. "Creo que mis padres vieron que actuar era lo que me hacía satisfecha y feliz".
A los 19 años, Stone consiguió entrar en el radar de Hollywood con su papel en Superbad. Tras este filme, vinieron otros de menor importancia hasta su protagónico en Easy A, una ingeniosa comedia adolescente rodada en 2009. "Conocí a mucha gente influyente, incluso personas que son grandes estrellas ahora, pero sabía que ella era única", recuerda el director Will Gluck. "Toda la película es Emma, está en la pantalla todo el tiempo, no había dónde esconderse".
Easy A constituyó una especie de ruptura profesional que le abrió instantáneamente las puertas a Emma Stone, así que muy pronto dejó la ciudad y se mudó a Nueva York. "Comencé a sentirme abrumada por la energía de Hollywood", por lo que a los 21 años huyó a la costa este, donde todavía vive en un apartamento en el centro de la ciudad. "Me gustaría ir a lugares, y todo lo que se podía hablar era de la industria del entretenimiento y me sentía demasiado rodeado por eso".
Durante todos esto años de fama, Stone ha conseguido ocuparse de la fama y aprender a manejar sus miedos. Pero los posibles ataques de pánico siempre se ciernen en el fondo, a la espera de saltar. El último que recuerda fue en 2014 mientras filmaba Birdman en Nueva York, aunque no fue tanto un ataque de pánico como una crisis de actor.
Emma Stone tampoco es de las celebrities que se vuelven locas por hablar con los periodistas. "Antes de cualquier entrevista, tengo que sentarme conmigo misma durante cinco minutos y respirar y centrarme porque me pongo tan nerviosa", confiesa. "Las entrevistas son una especie de terapia, excepto que todas tus respuestas están siendo escritas e impresas, siempre quiero estar del otro lado, no quiero ser desconstruida por millones, prefiero hacer la deconstrucción".
De sus primeros pasos para construir su personaje de Mia en La La Land, recuerda que luego de tres meses de ensayos, el rodaje de 40 días comenzó en agosto de 2015. Exactamente un año después, Stone, Gosling y Damien Chazelle, el director del filme, estaban en Italia para el debut en el Festival de Cine de Venecia, donde Stone ganó el trofeo a la mejor actriz.
Este sería el primero de una serie de premios que la película ha recogido en muy poco tiempo y que pretende aumentar a partir de sus 14 nominaciones al Oscar.
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Nominada en la categoría de mejor actriz por su actuación en La La Land, Emma Stone reveló en una entrevista reciente que pensar en los premios Oscar es algo que en verdad le asusta.
De las 14 estatuillas a las que aspira el filme, una de ellas recae sobre los hombros de la propia Stone, quien va por el galardón de mejor actriz tras su papel como Mia, una aspirante de estrella que se enamora de un pianista de jazz mientras canta y baila en Los Ángeles.
"Nunca he sido parte de nada parecido", dijo Stone durante la campaña para la película que ha recaudado USD 175 millones en todo el mundo. "Fuimos a Venecia con Birdman (filme del año 2015 con el que obtuvo su primera nominación al Oscar a mejor actriz de reparto), pero nada como esto. Este es un nuevo mundo. Me encanta esta película, es divertido hablar de ello, pero he estado haciendo entrevistas sobre esta película durante casi seis meses".
Stone tenía 14 años y vivía en Scottsdale, Arizona, cuando —según ella— por una epifanía convenció a sus padres de que debía mudarse a Los Ángeles para convertirse en actriz. "Es el último período del día y tengo una revelación de que necesitaba mudarme a Los Ángeles lo más pronto posible, porque ahí era donde tenía que ir. Sé que fue una locura".
Stone les propuso a sus padres que la educaran en casa para poder tener audiciones, que su madre la acompañara a Los Ángeles y que su padre permaneciera en Scottsdale dirigiendo el exitoso negocio familiar de construcción. "Es una locura que estuvieran de acuerdo", admite Stone. "No lo apruebo, todos deben ir a la escuela secundaria y graduarse".
Con sólo 7 años, la niña fue puesta por sus padres en terapia, lo que le ayudó a sobrellevar sus ataques de pánico y su timidez. Al mismo tiempo pasaba horas haciendo teatro juvenil después del horario escolar, pues caminar en otras pieles la hacía sentirse menos asustada. "Creo que mis padres vieron que actuar era lo que me hacía satisfecha y feliz".
A los 19 años, Stone consiguió entrar en el radar de Hollywood con su papel en Superbad. Tras este filme, vinieron otros de menor importancia hasta su protagónico en Easy A, una ingeniosa comedia adolescente rodada en 2009. "Conocí a mucha gente influyente, incluso personas que son grandes estrellas ahora, pero sabía que ella era única", recuerda el director Will Gluck. "Toda la película es Emma, está en la pantalla todo el tiempo, no había dónde esconderse".
Easy A constituyó una especie de ruptura profesional que le abrió instantáneamente las puertas a Emma Stone, así que muy pronto dejó la ciudad y se mudó a Nueva York. "Comencé a sentirme abrumada por la energía de Hollywood", por lo que a los 21 años huyó a la costa este, donde todavía vive en un apartamento en el centro de la ciudad. "Me gustaría ir a lugares, y todo lo que se podía hablar era de la industria del entretenimiento y me sentía demasiado rodeado por eso".
Durante todos esto años de fama, Stone ha conseguido ocuparse de la fama y aprender a manejar sus miedos. Pero los posibles ataques de pánico siempre se ciernen en el fondo, a la espera de saltar. El último que recuerda fue en 2014 mientras filmaba Birdman en Nueva York, aunque no fue tanto un ataque de pánico como una crisis de actor.
Emma Stone tampoco es de las celebrities que se vuelven locas por hablar con los periodistas. "Antes de cualquier entrevista, tengo que sentarme conmigo misma durante cinco minutos y respirar y centrarme porque me pongo tan nerviosa", confiesa. "Las entrevistas son una especie de terapia, excepto que todas tus respuestas están siendo escritas e impresas, siempre quiero estar del otro lado, no quiero ser desconstruida por millones, prefiero hacer la deconstrucción".
De sus primeros pasos para construir su personaje de Mia en La La Land, recuerda que luego de tres meses de ensayos, el rodaje de 40 días comenzó en agosto de 2015. Exactamente un año después, Stone, Gosling y Damien Chazelle, el director del filme, estaban en Italia para el debut en el Festival de Cine de Venecia, donde Stone ganó el trofeo a la mejor actriz.
Este sería el primero de una serie de premios que la película ha recogido en muy poco tiempo y que pretende aumentar a partir de sus 14 nominaciones al Oscar.