Interminables filas de vehículos en tramo en construcción de la doble vía Caracollo-Confital

La antigua capa asfáltica del tramo es utilizada para la circulación vehicular mientras a los costados ya se nota la apertura de otras vías, aún de tierra y que en el futuro conformarán una amplia carretera similar a la doble vía La Paz - Oruro.

La Razón Digital / Ramiro Siles / Cochabamba
En el camino entre Caracollo y Confital, rumbo a Cochabamba, una bandera de la República Popular de China avisa el lugar en donde está montado el campamento de Nanjing Sucursal Bolivia, la empresa que se encarga de construir la doble vía para unir a tres departamentos.


En el centro del lugar están izadas las dos banderas, de Bolivia y China, un inequívoco símbolo de la sociedad entre ambos países para hacer realidad el proyecto, que está en plena ejecución. En ese sitio se planifica y opera el trabajo diario.

Un letrero que esta en la vía hacia Cochabamba en construcción. Foto: Ramiro Siles.
Unos kilómetros antes de pasar Caracollo, las obras hacen lento el transitar de los vehículos, tanto livianos como pesados. Ir rápido es una misión imposible.

La antigua capa asfáltica es utilizada para la circulación vehicular mientras a los costados ya se nota la apertura de otras vías, aún de tierra y que en el futuro conformarán una amplia carretera al estilo de la que une a La Paz con Oruro.

Maquinaria pesada labora al costado de la antigua ruta Caracollo-Confital. Foto: Ramiro Siles.
Cada cierto kilómetro grandes letreros anuncian desvíos y avisan sobre la presencia de hombres trabajando.

En esos lugares se advierte también la utilización de maquinaria pesada, sobre todo especializada para abrir caminos.

En otras partes están en plena construcción unos puentes que servirán para unir las nuevas vías.

Uno de los tantos puentes que se construyen en el tramo. Foto: Ramiro Siles.
Ir despacio entre Caracollo y Confital -el enlace donde se construye la obra- es lo recomendable. Apenas caben lado a lado dos buses de pasajeros.

En algunos lugares las filas de vehículos parecen interminables. "De La Paz a Cochabamba el viaje dura unas ocho o nueve horas. Es por la (construcción de la) doble vía", avisa un funcionario en la terminal de buses paceña.

Cruzar el sector afectado demora casi tres horas. "Cuando esté terminada va a ser linda", comenta una pasajera, mientras atiende a su bebé de casi un año que ya siente fatiga por las horas de viaje.



Las obras se efectúan paralelas a la ruta antigua cuyo asfalto aún se nota. Foto: Ramiro Siles.
El letrero que avisa la llegada a Confital es también el final de los desvíos y los trabajos que ya llevan meses y que aún demorarán un buen tiempo. Pasando el peaje, vuelve la normalidad. Atrás queda lo que en un futuro será un importante eslabón caminero entre La Paz, Oruro y Cochabamba.

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