Choquehuanca, la sustitución más sensible en el gabinete de Morales

Con el nuevo ajuste a su equipo de colaboradores, el Presidente comienza su décimo segundo año de gobierno, el último de acuerdo a la Constitución Política del Estado.

La Razón Digital / Rubén Atahuichi / La Paz
En un acto que prometía un cambio generacional en el gabinete, el presidente Evo Morales decidió prescindir de uno de los hombres más de fuertes de sus tres gobiernos, el canciller David Choquehuanca, sustituido por quien fuera el jefe de Protocolo, Fernando Huanacuni.


El ajuste en esa cartera coincide con la conclusión de la réplica de Bolivia contra los argumentos de Chile en la demanda interpuesta en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya. Al agradecer la confianza que le dio durante 11 años, Choquehuanca anunció que retornará a las bases, “a los orígenes del proceso de cambio” que encara desde 2006 el gobierno de Morales.

“Nuestro proceso es largo, de vida; creemos en el vivir bien”, en la ceremonia celebrada en el Palacio de Gobierno. “Bolivia va a tener que contar la historia antes y después de Evo Morales”, afirmó en su discurso Huanacuni, que por varios años fue el jefe de Protocolo de la Cancillería del Estado.

En su alocución, el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores solo abundó en conceptos relativos al proceso político que vive el país desde 2006, no se refirió a la política exterior ni al diferendo con Chile, asunto siempre recurrente en estas circunstancias. Otro hombre importante que deja el gabinete es quien fuera ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, polémico político y siempre dispuesto a colaborar en la gestión de Morales. En su lugar fue posesionado René Martínez, hasta hace horas jefe de la dirección que coordina la causa interpuesta por Chile sobre la condición del manantial Silala y exsenador del Movimiento Al Socialismo.

Entretanto, otros cuadros importantes fueron ratificados en sus funciones: los ministros de Gobierno, Carlos Romero; de Economía, Luis Arce; de Defensa, Reymi Ferreira; y de Educación, Roberto Aguilar. También, los ministros de Salud, Ariana Campero; de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez; de Obras Públicas, Milton Claros; de Desarrollo Rural, César Cocarico; de Minería, César Navarro; y de Deportes, Tito Montaño.

Otros nuevos son los ministros de Comunicación, Gísela López, en lugar de Marianela Paco; de Trabajo, Héctor Hinojosa en lugar de Gonzalo Trigoso; de Planificación del Desarrollo, Mariana Prado, en reemplazo de René Orellana; de Medio Ambiente, Carlos Ortuño, en vez de la renunciante Alexandra Moreira; de Justicia y Transparencia, Héctor Arce, en sustitución de Virginia Velasco; de Desarrollo Pruductivo, Eugenio Rojas, por Verónica Ramos; y de Culturas, Wilma Alanoca, en lugar de Marko Machicao.

El ministro de la cartera nueva de Energías es Rafael Alarcón. No son parte del nuevo gabinete quienes fueran ministros de Transparencia, Lenny Valdivia, y de Autonomías, Hugo Siles. La primera cartera fue fusionada a la de Justicia, que rige desde hoy Héctor Arce, y la segunda, se convertirá en un viceministerio en dependencias del Ministerio de la Presidencia. Morales, al pronunciar su discurso de ocasión, instó a sus colaborados, nuevos y ratificados, a trabajar de forma íntegra por el país, “la familia grande”, y luchar contra la “microcorrupción”, de la que dijo que son parte algunos dirigentes, que, en su criterio, cobran dinero a cambio de apoyo en los cargo.

También pidió mejor coordinación interna y externa, y los conminó a presentar en dos meses un plan para erradicar la burocracia en las oficinas públicas. Con el nuevo ajuste a su equipo de colaboradores, el Presidente comienza su décimo segundo año de gobierno, el último de acuerdo a la Constitución Política del Estado.

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