Alemania insiste en trasladar a los migrantes rescatados a África
El ministro del Interior plantea llevarlos a centros seguros para aliviar la presión de llegadas
Lucía Abellán
Bruselas, El País
A ocho meses vista de las elecciones federales en Alemania, su ministro de Interior, Thomas de Maizière, recupera una idea controvertida para atajar la migración hacia Europa. “La gente a la que transportan los traficantes tiene que ser rescatada y conducida a un lugar seguro. Desde ese lugar seguro, fuera de Europa, podríamos acoger solo a los que requiriesen protección [internacional]”, ha sugerido De Maizière, en referencia a África, al término de una reunión informal de ministros del Interior celebrada este jueves en Malta.
Europa recibió el año pasado 181.000 migrantes por la ruta del Mediterráneo central, que conduce principalmente a Italia. Pero al contrario de lo que ocurría con las llegadas a Grecia, que recibía sobre todo a demandantes de asilo, en Italia solo la mitad solicita el estatus de refugiado. Para evitar las muertes y también por la enorme presión política que origina el debate migratorio en la UE, Alemania defiende esta solución drástica, de difícil encaje legal. Porque las normas dictan que si un barco con bandera europea rescata a unos náufragos, deben ser conducidos a suelo comunitario.
Otros Estados miembros (entre ellos Bélgica, Austria y algunos socios del Este) respaldaron la propuesta alemana, sin llegar a formalizar nada. El comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, quiso zanjar el debate ante la prensa. “Nos ceñimos a las normas internacionales”, respondió de manera sucinta tras el encuentro de La Valeta, la capital maltesa. “Necesitamos un enfoque integral, hablar de acogida, pero también de retorno y readmisión para aquellos que no tienen derecho al asilo”, acotó Carmelo Abela, ministro maltés, cuyo país ejerce este semestre la presidencia de turno europea.
Desde que actúan en el Mediterráneo central, las operaciones Triton (de la agencia europea de fronteras Frontex) y Sofía (misión militar contra el negocio de las mafias) han rescatado a más de 200.000 migrantes. Pero el año pasado se registró un récord de 4.500 muertes en el mar. La UE plantea ya financiar a los guardacostas libios para que controlen su territorio y pagar los retornos voluntarios de migrantes desde Libia. El objetivo es impedir que alcancen las costas europeas, pero trasladar a los rescatados fuera de Europa vulnera las reglas.
Más fructífero fue el debate respecto a un asunto hasta ahora empantanado en el Consejo Europeo: el mecanismo de asilo y la fórmula de reparto de refugiados si llega una crisis como la de 2015. Más allá de la solución temporal adoptada para ese pico de llegadas, que se aplica con cuentagotas, los ministros trabajan en un esquema que fije un reparto (con división sobre si debe ser voluntario u obligatorio) para futuras situaciones de emergencia. El ministro maltés confía en que el acuerdo esté cerrado a finales de junio.
Lucía Abellán
Bruselas, El País
A ocho meses vista de las elecciones federales en Alemania, su ministro de Interior, Thomas de Maizière, recupera una idea controvertida para atajar la migración hacia Europa. “La gente a la que transportan los traficantes tiene que ser rescatada y conducida a un lugar seguro. Desde ese lugar seguro, fuera de Europa, podríamos acoger solo a los que requiriesen protección [internacional]”, ha sugerido De Maizière, en referencia a África, al término de una reunión informal de ministros del Interior celebrada este jueves en Malta.
Europa recibió el año pasado 181.000 migrantes por la ruta del Mediterráneo central, que conduce principalmente a Italia. Pero al contrario de lo que ocurría con las llegadas a Grecia, que recibía sobre todo a demandantes de asilo, en Italia solo la mitad solicita el estatus de refugiado. Para evitar las muertes y también por la enorme presión política que origina el debate migratorio en la UE, Alemania defiende esta solución drástica, de difícil encaje legal. Porque las normas dictan que si un barco con bandera europea rescata a unos náufragos, deben ser conducidos a suelo comunitario.
Otros Estados miembros (entre ellos Bélgica, Austria y algunos socios del Este) respaldaron la propuesta alemana, sin llegar a formalizar nada. El comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, quiso zanjar el debate ante la prensa. “Nos ceñimos a las normas internacionales”, respondió de manera sucinta tras el encuentro de La Valeta, la capital maltesa. “Necesitamos un enfoque integral, hablar de acogida, pero también de retorno y readmisión para aquellos que no tienen derecho al asilo”, acotó Carmelo Abela, ministro maltés, cuyo país ejerce este semestre la presidencia de turno europea.
Desde que actúan en el Mediterráneo central, las operaciones Triton (de la agencia europea de fronteras Frontex) y Sofía (misión militar contra el negocio de las mafias) han rescatado a más de 200.000 migrantes. Pero el año pasado se registró un récord de 4.500 muertes en el mar. La UE plantea ya financiar a los guardacostas libios para que controlen su territorio y pagar los retornos voluntarios de migrantes desde Libia. El objetivo es impedir que alcancen las costas europeas, pero trasladar a los rescatados fuera de Europa vulnera las reglas.
Más fructífero fue el debate respecto a un asunto hasta ahora empantanado en el Consejo Europeo: el mecanismo de asilo y la fórmula de reparto de refugiados si llega una crisis como la de 2015. Más allá de la solución temporal adoptada para ese pico de llegadas, que se aplica con cuentagotas, los ministros trabajan en un esquema que fije un reparto (con división sobre si debe ser voluntario u obligatorio) para futuras situaciones de emergencia. El ministro maltés confía en que el acuerdo esté cerrado a finales de junio.