'Volví a nacer', dice la superviviente del LaMia a su llegada a Bolivia
Una comitiva de familiares, entre ellos su hijo de seis años, se apostaron en la sala de recepción de pasajeros de Viru Viru, la misma terminal aérea que la vio partir, para recibir a Ximena Suárez. Sus familiares y ella atribuyen su rescate con vida a Dios.
La Razón Digital / Rubén Ariñez / La Paz
Notablemente afectada y tras 21 días de su partida hacia la colombiana Medellín, Ximena Suárez, la superviviente del avión LaMia que se estrelló cerca de ese municipio el 28 de noviembre, llegó al país la madrugada de este lunes.
Se declaró agradecida con todos quienes posibilitaron su rescate y recuperación, pero sobre todo con el Supremo Creador, a quien atribuye la nueva oportunidad de vida. “Volví a nacer, gracias a Dios”, sostuvo en una entrevista con la red Uno.
Suárez era azafata del avión que despegó ese lunes del aeropuerto cruceño de Viru Viru con destino a Colombia. La aerolínea trasladaba a los ilusionados jugadores del equipo brasileño de fútbol Chapecoense que debía jugar una de las dos finales de la regional Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional de ese país.
“ Quiero agradecer a Dios por esta nueva oportunidad de vida que me da, (la) voy a aprovechar al máximo, lo tomo para aprender. Volví a nacer, gracias a Dios. No sé qué decir”, señaló.
Suárez llega al aeropuerto de Santa Cruz y es trasladada en una silla de ruedas
A las 23.00 de esa fatídica jornada, la aeronave CP2933 de LaMia se estrelló en el Cerro Gordo, al sur de Medellín, Colombia, causando la muerte de 71 personas, entre ellas los jugadores del club brasileño. La aeronave había reportado fallas eléctricas y falta de combustible.
La tragedia se había desatado. Solo hubo seis supervivientes de los 77 pasajeros, entre ellos los bolivianos Suárez y Erwin Tumiri, técnico de la aeronave, quien también ya regresó al país.
“ Mis sentidos pésames a la familia de Chapecó, a todos sus seguidores, es una gran tragedia”, dijo Suárez tras pisar suelo boliviano.
Su padre, Javier Suárez, aseguró que “es realmente indescriptible esta situación, por el milagro de mi hija Jimenita, se fue andando y llega andando. Yo digo que es un mensaje que da Dios no solo a mi familia, sino a todo el mundo. Demuestra su poder omnipotente… que él da oportunidades”.
Una comitiva de familiares, entre ellos su hijo de seis años, se apostaron en la sala de recepción de pasajeros de Viru Virú, la misma terminal aérea que la vio partir, lo esperaban.
Ximena Suárez junto a su padre a su llegada a Santa Cruz.
Suárez, que llegó en una silla de ruedas, se arropó de las muestras de cariño de sus familiares que se ataviaron con poleras con la inscripción “Gracias a Dios por nuestro milagro Xime”.
“ Es un montón de emociones que no sé cómo explicarlas… hasta ahora no lo puedo creer agradecida con Dios por esta nueva oportunidad que me da… una nueva etapa”, indicó la azafata a los medios.
Antes de partir de Medellín, Suárez tambien agradeció a Dios, “al pueblo colombiano, a todos los que estuvieron presentes, a la gran familia de la clínica Somer (donde fue internada tras el accidente) por su excelente atención, a todas las personas que me acompañaron durante este proceso orando y estando pendientes de mi recuperación”.
“ De todo corazón, muchísimas gracias. Ahora me voy feliz a mi país pero la gente linda de Colombia siempre estará en mi corazón… muchísimas gracias a todos, los quiero muchísimo y Dios los bendiga”, complementó.
Las indagaciones sobre este hecho están en curso en Bolivia, Brasil y Colombia cuyas fiscalías tienen las diligencias bastante avanzadas.
Paralelamente, el Gobierno boliviano tiene previsto entregar un informe sobre los pormenores de las operaciones de LaMia que según los primeros indicios operó en similares características que el de la tragedia en al menos cinco oportunidades.
El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, en declaraciones a los medios estatales el fin de semana, atribuyó nuevamente el motivo del incidente aeronáutico a una “ falla humana” y a la “ irresponsabilidad de un piloto” —Miguel Quiroga— que, según él, no se le pueden atribuir al país. Así, defendió que la seguridad aérea en el país está plenamente garantizada.
Notablemente afectada y tras 21 días de su partida hacia la colombiana Medellín, Ximena Suárez, la superviviente del avión LaMia que se estrelló cerca de ese municipio el 28 de noviembre, llegó al país la madrugada de este lunes.
Se declaró agradecida con todos quienes posibilitaron su rescate y recuperación, pero sobre todo con el Supremo Creador, a quien atribuye la nueva oportunidad de vida. “Volví a nacer, gracias a Dios”, sostuvo en una entrevista con la red Uno.
Suárez era azafata del avión que despegó ese lunes del aeropuerto cruceño de Viru Viru con destino a Colombia. La aerolínea trasladaba a los ilusionados jugadores del equipo brasileño de fútbol Chapecoense que debía jugar una de las dos finales de la regional Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional de ese país.
“ Quiero agradecer a Dios por esta nueva oportunidad de vida que me da, (la) voy a aprovechar al máximo, lo tomo para aprender. Volví a nacer, gracias a Dios. No sé qué decir”, señaló.
Suárez llega al aeropuerto de Santa Cruz y es trasladada en una silla de ruedas
A las 23.00 de esa fatídica jornada, la aeronave CP2933 de LaMia se estrelló en el Cerro Gordo, al sur de Medellín, Colombia, causando la muerte de 71 personas, entre ellas los jugadores del club brasileño. La aeronave había reportado fallas eléctricas y falta de combustible.
La tragedia se había desatado. Solo hubo seis supervivientes de los 77 pasajeros, entre ellos los bolivianos Suárez y Erwin Tumiri, técnico de la aeronave, quien también ya regresó al país.
“ Mis sentidos pésames a la familia de Chapecó, a todos sus seguidores, es una gran tragedia”, dijo Suárez tras pisar suelo boliviano.
Su padre, Javier Suárez, aseguró que “es realmente indescriptible esta situación, por el milagro de mi hija Jimenita, se fue andando y llega andando. Yo digo que es un mensaje que da Dios no solo a mi familia, sino a todo el mundo. Demuestra su poder omnipotente… que él da oportunidades”.
Una comitiva de familiares, entre ellos su hijo de seis años, se apostaron en la sala de recepción de pasajeros de Viru Virú, la misma terminal aérea que la vio partir, lo esperaban.
Ximena Suárez junto a su padre a su llegada a Santa Cruz.
Suárez, que llegó en una silla de ruedas, se arropó de las muestras de cariño de sus familiares que se ataviaron con poleras con la inscripción “Gracias a Dios por nuestro milagro Xime”.
“ Es un montón de emociones que no sé cómo explicarlas… hasta ahora no lo puedo creer agradecida con Dios por esta nueva oportunidad que me da… una nueva etapa”, indicó la azafata a los medios.
Antes de partir de Medellín, Suárez tambien agradeció a Dios, “al pueblo colombiano, a todos los que estuvieron presentes, a la gran familia de la clínica Somer (donde fue internada tras el accidente) por su excelente atención, a todas las personas que me acompañaron durante este proceso orando y estando pendientes de mi recuperación”.
“ De todo corazón, muchísimas gracias. Ahora me voy feliz a mi país pero la gente linda de Colombia siempre estará en mi corazón… muchísimas gracias a todos, los quiero muchísimo y Dios los bendiga”, complementó.
Las indagaciones sobre este hecho están en curso en Bolivia, Brasil y Colombia cuyas fiscalías tienen las diligencias bastante avanzadas.
Paralelamente, el Gobierno boliviano tiene previsto entregar un informe sobre los pormenores de las operaciones de LaMia que según los primeros indicios operó en similares características que el de la tragedia en al menos cinco oportunidades.
El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, en declaraciones a los medios estatales el fin de semana, atribuyó nuevamente el motivo del incidente aeronáutico a una “ falla humana” y a la “ irresponsabilidad de un piloto” —Miguel Quiroga— que, según él, no se le pueden atribuir al país. Así, defendió que la seguridad aérea en el país está plenamente garantizada.
