Racing no pudo ni de penal y perdió contra Olimpo

En Avellaneda, el equipo de Zielinski tuvo una noche para el olvido y cayó 2-0. Víctor López y Jonatan Blanco metieron los goles de los bahienses que buscan escaparle al descenso. Champagne le tapó un penal a Bou.

Clarín
La despedida del Cilindro tiene la música de la cabecera, ahí donde anida la barra. Es una canción incongruente, que se tapa con silbidos y abucheos de desaprobación cuando el equipo enfila hacia el vestuario. Racing perdió de local, algo que no pasaba hace un año, cuando cayó ante Independiente en la Liguilla, pero se clasificó a la Libertadores. La derrota duele por el escenario, claro. También, por la planificación. Porque aunque es cierto que mereció el empate, nunca tuvo un juego atildado. Y pareció un acto de beneficiencia el de Lisandro López, quien le dejó rematar el penal a Bou, en el medio de los rumores sobre su salida, enojado por una deuda impositiva que el club dice haber pagado en tiempo y forma. Falló la Pantera, tapó Champagne y Olimpo consiguió un triunfo burbujeante.


Y sí, ¿cómo no van a descorchar en Bahía Blanca si hacía 391 días que no ganaba en condición de visitante? Lo logró por las manos de su arquero, la vigencia de Víctor López y la astucia de Pizzini. También, por las deficiencias que tuvo Racing en la generación del juego. A excepción de la hidalguía de Lisandro, que no se estaciona adelante, baja y trata de conectar; y algunas pinceladas de Romero, que siempre intenta -muchas veces con un alto porcentaje de acierto- dejar a sus compañeros mano a mano con el arquero.

Hay material para tocar, para generar sociedades, pero se elige romper líneas con el pase largo, como sucedió en el primer tiempo. Juega directo Racing. Y tiene una marcada intención ofensiva, especialmente, desde la postura y la presión. Sin embargo, y aunque parezca una contradicción en aquellos que buscan etiquetar a los técnicos, el principal problema de la Academia es el funcionamiento defensivo. Porque retrocede mal y hay desinteligencias en los costados. Entonces, por afuera muestra una endeblez alarmante. Lo aprovechó Pizzini. Y quedó expuesto en el gol de Olimpo. De un tiro de esquina ejecutado por Mansilla y una segunda pelota mal defendida por Lisandro y Romero, llegó el centro de Pizzini y el grito de Víctor López. Orion voló en slow motion. Pero los centrales de Racing dejaron cabecear a un colega que hizo una docena de goles en Primera, once de ellos de cabeza.

Antes, todo había sido de Racing, que buscó por el sector de Villanueva, zurdo con complicaciones a la derecha. Por ahí se filtró Romero y dejó a Lisandro de cara al gol, pero se lució Champagne. No obstante, terminó volcando el juego por el otro lado, con Pillud lanzado al ataque. Y dio ventaja en el retroceso. También, Guisao, que tuvo un debut con pocas luces y fue reemplazado en el segundo tiempo por Rosales. Así y todo, la Academia pudo haber viajado al descanso con un éxito. Pero un tiro libre de Romero pegó en el travesaño y picó en la raya.

Con desesperación y algún pase corto, Racing buscó la igualdad. Lisandro lo tuvo dos veces. Y permitió que Bou pateara el penal (mano de Rodríguez; acierto de Espinoza, que luego se comió uno de Villanueva a Martínez). Después de la atajada de Champagne, la Academia se pinchó. Buscó el 1 a 1 sin claridad. Y en la contra, una pared de Blanco con Pizzini terminó en el 2 a 0. Y más bronca, porque Racing venía de ser vapuleado por Boca.

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