Mkhitaryan reengancha al United
Manchester, MundoDeprtivo.es
Los nervios impregnaron un choque que aguardó al error de uno para decantar la balanza. Se jugaban demasiado United y Tottenham como para ofrecer alternativas en una tarde en la que ambos tenían las plazas europeas como principal fijación. Fue finalmente el conjunto de Mourinho quien se llevó el gato al agua (1-0), después de rentabilizar el error de Harry Kane que permitió al United acercarse al Tottenham y pelearle la sexta posición en la Premier League.
Fue un examen preparado para el más listo de la clase. Bien plantados sobre el terreno de juego, tanto a uno como a otro les faltó desequilibrio con el balón porque ninguno arriesgó más de la cuenta. Salió algo más fuerte el United, que tuvo en las botas de Pogba la posibilidad de establecer la primera ventaja. Lo evitó Lloris después de que los locales trenzaran de forma colectiva, pero fue un espejismo en un primer tiempo en el que la especulación ganó a la proposición.
Demasiado horizontal se presentó el choque, propicio para que Herrera y Carrick decidiesen por dentro. El inglés y el español volvieron a justificar su importancia en un equipo que defensivamente ha ganado fiabilidad. El United defendió al hombre y dificultó de forma significativa la salida del Tottenham, obligado a encontrar amplitud en las bandas, con Son y Eriksen. Fueron los dos únicos peligros del conjunto londinense, que olvidó a Kane en punta y condenó a su equipo en un error garrafal en fase de elaboración. El delantero perdió el balón, Herrera le dio profundidad y ante el desajuste general Mkhitaryan resolvió ante Lloris con gran contundencia (29’).
Antes del gol De Gea había repelido un buen lanzamiento de Eriksen, pero nada más inquietó su portería durante una primera mitad en la que Old Trafford se animó a partir del empuje del equipo. Imperó el respeto y el miedo a perder, así que todo quedó expuesto a la reanudación, en la que el Tottenham mejoró sus prestaciones. Se apoderó del balón y merodeó el área rival, pero el United esquivó una gran ocasión de Wanyama y a partir de ahí se rehizo y se expulsó la presión de encima.
La falta de efectividad, sin embargo, volvió a ser su peor enemigo. En esta ocasión solo se puede achacar a la mala suerte, porque Pogba lo hizo todo para que el balón entrase. Ejecutó un lanzamiento perfecto y medido ante el que Lloris solo pudo hacer la estatua. El Tottenham había puesto una barrera con seis futbolistas, pero solo la madera fue un obstáculo para que el 2-0 subiera al marcador. Repitió escena y escenario el cuadro de Mourinho, de nuevo superior pero sin la habilidad para cerrar el encuentro y darse un respiro en la clasificación.
Alternó el dominio y el Tottenham amenazó desde el balón parado, un recurso eficiente ante la inoperancia de Kane, cuya pobre actuación allanó el camino del triunfo al Manchester United, que escapa de otra intervención. Mkhitaryan, el hombre del partido, fue en cambio el daño colateral de la victoria, dado que tuvo que retirarse como consecuencia de una dura entrada de Rose. Se fue en camilla, pero el público le brindó una ovación de gala que premió la evolución del armenio, muy mejorada desde las últimas fechas.
Tenso arrancó el encuentro y así acabó porque el colegiado decidió añadir seis minutos. Un descuento que hizo temblar a Old Trafford, curado de espantos ante los goles recibidos en los compases finales. Evitó esta vez sorpresas desagradables y cerró un triunfo tan ajustado como necesario para enganchar al United a la zona europea. Todavía le queda, pero se acerca al Tottenham y termina con la racha negativa de empates que erosionó la confianza del equipo.
Los nervios impregnaron un choque que aguardó al error de uno para decantar la balanza. Se jugaban demasiado United y Tottenham como para ofrecer alternativas en una tarde en la que ambos tenían las plazas europeas como principal fijación. Fue finalmente el conjunto de Mourinho quien se llevó el gato al agua (1-0), después de rentabilizar el error de Harry Kane que permitió al United acercarse al Tottenham y pelearle la sexta posición en la Premier League.
Fue un examen preparado para el más listo de la clase. Bien plantados sobre el terreno de juego, tanto a uno como a otro les faltó desequilibrio con el balón porque ninguno arriesgó más de la cuenta. Salió algo más fuerte el United, que tuvo en las botas de Pogba la posibilidad de establecer la primera ventaja. Lo evitó Lloris después de que los locales trenzaran de forma colectiva, pero fue un espejismo en un primer tiempo en el que la especulación ganó a la proposición.
Demasiado horizontal se presentó el choque, propicio para que Herrera y Carrick decidiesen por dentro. El inglés y el español volvieron a justificar su importancia en un equipo que defensivamente ha ganado fiabilidad. El United defendió al hombre y dificultó de forma significativa la salida del Tottenham, obligado a encontrar amplitud en las bandas, con Son y Eriksen. Fueron los dos únicos peligros del conjunto londinense, que olvidó a Kane en punta y condenó a su equipo en un error garrafal en fase de elaboración. El delantero perdió el balón, Herrera le dio profundidad y ante el desajuste general Mkhitaryan resolvió ante Lloris con gran contundencia (29’).
Antes del gol De Gea había repelido un buen lanzamiento de Eriksen, pero nada más inquietó su portería durante una primera mitad en la que Old Trafford se animó a partir del empuje del equipo. Imperó el respeto y el miedo a perder, así que todo quedó expuesto a la reanudación, en la que el Tottenham mejoró sus prestaciones. Se apoderó del balón y merodeó el área rival, pero el United esquivó una gran ocasión de Wanyama y a partir de ahí se rehizo y se expulsó la presión de encima.
La falta de efectividad, sin embargo, volvió a ser su peor enemigo. En esta ocasión solo se puede achacar a la mala suerte, porque Pogba lo hizo todo para que el balón entrase. Ejecutó un lanzamiento perfecto y medido ante el que Lloris solo pudo hacer la estatua. El Tottenham había puesto una barrera con seis futbolistas, pero solo la madera fue un obstáculo para que el 2-0 subiera al marcador. Repitió escena y escenario el cuadro de Mourinho, de nuevo superior pero sin la habilidad para cerrar el encuentro y darse un respiro en la clasificación.
Alternó el dominio y el Tottenham amenazó desde el balón parado, un recurso eficiente ante la inoperancia de Kane, cuya pobre actuación allanó el camino del triunfo al Manchester United, que escapa de otra intervención. Mkhitaryan, el hombre del partido, fue en cambio el daño colateral de la victoria, dado que tuvo que retirarse como consecuencia de una dura entrada de Rose. Se fue en camilla, pero el público le brindó una ovación de gala que premió la evolución del armenio, muy mejorada desde las últimas fechas.
Tenso arrancó el encuentro y así acabó porque el colegiado decidió añadir seis minutos. Un descuento que hizo temblar a Old Trafford, curado de espantos ante los goles recibidos en los compases finales. Evitó esta vez sorpresas desagradables y cerró un triunfo tan ajustado como necesario para enganchar al United a la zona europea. Todavía le queda, pero se acerca al Tottenham y termina con la racha negativa de empates que erosionó la confianza del equipo.