Mercado chino: la razón para no fichar a porteros extranjeros
Los clubes con más poder económico de la liga china están desembolsando astronómicas cantidades por jugadores de renombre, pero no llega ningún guardameta: hay una razón.
As.com
La liga china está siendo una gran amenaza para los principales campeonatos de Europa, donde militan los futbolistas más relevantes. Los clubes chinos con más poder económico están desembolsando 'millonadas', no sólo en cuestión de traspasos, sino en gasto de ficha, para captar a jugadores de renombre. Al campeonato chino han llegado Jackson Martínez, Ramires, Gervinho, Lavezzi, Hulk... El último que ha hecho saltar la banca en la liga china ha sido el brasileño Oscar, procedente del Chelsea: el Shanghai SIPG ha pagado más de 60 millones de euros por su fichaje, el más caro de la historia del fútbol chino. Y el siguiente puede ser Carlos Tévez.
La liga china no sólo pretende que su campeonato se potencie y crezca a partir del fichaje de grandes futbolistas, también desde el punto de vista mediático, sino también con entrenadores con nombre y con un amplio bagaje profesional: allí están Villas-Boas, Pellegrini, Scolari, Eriksson, Zaccheroni, Menezes, Lippi, que es el actual seleccionador chino, cargo que también José Antonio Camacho. Gregorio Manzano también fue importante en la liga china, entrenando al Beijing Guoan y al Shanghai Shenhua.
Sin embargo, es curioso que con tantos fichajes mediáticos y astronómicos en cuanto a las cantidades no haya llegado aún ningún portero de renombre internacional. Hay una razón para ello: está prohibido que el guardameta de cualquier equipo chino sea extranjero. Esto está relacionado directamente con la protección al jugador chino. Cada club chino dispone de cuatro plazas para jugadores extracomunitarios y una para un jugador asiático (además de tres plazas reservadas para canteranos). Ya en el terreno de juego, sólo pueden coincidir tres jugadores no asiáticos más el asiático, por lo que habrá, mínimo, siete jugadores chinos sobre el césped. Por lo tanto, los futbolistas extranjeros en un equipo no pasan de cinco, aunque estos juegan un papel fundamental.
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La liga china está siendo una gran amenaza para los principales campeonatos de Europa, donde militan los futbolistas más relevantes. Los clubes chinos con más poder económico están desembolsando 'millonadas', no sólo en cuestión de traspasos, sino en gasto de ficha, para captar a jugadores de renombre. Al campeonato chino han llegado Jackson Martínez, Ramires, Gervinho, Lavezzi, Hulk... El último que ha hecho saltar la banca en la liga china ha sido el brasileño Oscar, procedente del Chelsea: el Shanghai SIPG ha pagado más de 60 millones de euros por su fichaje, el más caro de la historia del fútbol chino. Y el siguiente puede ser Carlos Tévez.
La liga china no sólo pretende que su campeonato se potencie y crezca a partir del fichaje de grandes futbolistas, también desde el punto de vista mediático, sino también con entrenadores con nombre y con un amplio bagaje profesional: allí están Villas-Boas, Pellegrini, Scolari, Eriksson, Zaccheroni, Menezes, Lippi, que es el actual seleccionador chino, cargo que también José Antonio Camacho. Gregorio Manzano también fue importante en la liga china, entrenando al Beijing Guoan y al Shanghai Shenhua.
Sin embargo, es curioso que con tantos fichajes mediáticos y astronómicos en cuanto a las cantidades no haya llegado aún ningún portero de renombre internacional. Hay una razón para ello: está prohibido que el guardameta de cualquier equipo chino sea extranjero. Esto está relacionado directamente con la protección al jugador chino. Cada club chino dispone de cuatro plazas para jugadores extracomunitarios y una para un jugador asiático (además de tres plazas reservadas para canteranos). Ya en el terreno de juego, sólo pueden coincidir tres jugadores no asiáticos más el asiático, por lo que habrá, mínimo, siete jugadores chinos sobre el césped. Por lo tanto, los futbolistas extranjeros en un equipo no pasan de cinco, aunque estos juegan un papel fundamental.