Llega a Santa Cruz la sobreviviente del accidente de Lamia
Santa Cruz; Fides
Ximena Suárez, la azafata que sobrevivió a la tragedia del vuelo de LaMia, arribó a Santa Cruz a la 01.50 del lunes en un vuelo comercial de Avianca procedente de Medellín, Colombia.
“Estoy muy feliz, gracias a todas las personas que oraron por mí, es un montón de emociones, y hasta ahora no lo puedo creer. (Estoy) agradecida con Dios por esta nueva oportunidad que me da”, dijo Suárez tras el encuentro con sus familiares.
“Mi más sentido pésame a toda la familia de Chapeco, a sus jugadores por esta gran tragedia”, fue su segunda frase después recibir la bienvenida de su allegados.
La azafata tiene una fractura de muñeca y un esguince por lo que su pierna izquierda esta inmovilizada.
La asistente de Lamia bajo del avión en una silla de ruedas y así fue trasladada por sus familiares hasta su hogar
En la terminal aérea le esperaban también sus vecinos con pancartas de apoyo y bienvenida a la sobreviviente.
El primer abrazo que recibió Ximena fue de sus hijos de su madre, quien estalló en llanto a ver a su hija.
Sus padres, sus hermanos y allegados estuvieron vestidos con poleras blancas que tenía impreso el lema: “Gracias a Dios por nuestro milagro Xime”.
La azafata es parte de los seis sobrevivientes de la tragedia que se produjo el pasado 28 de noviembre en la zona de Rio Negro, Colombia, donde perecieron 71 personas, entre ellas gran parte de la plantilla de jugadores y cuerpo técnico del equipo brasileño Chapecoense, periodistas y la tripulación.
“Mi más sentido pésame a toda la familia de Chapeco, a sus jugadores por esta gran tragedia”, dijo aún conmovida Suárez, tras abordar el vehículo que la llevaría nuevamente a su hogar.
Suárez, que tiene dos hijos, de seis y dos años, bajó del avión asistida por una silla de ruedas y en muy buen estado de salud; pudo pararse y caminar por un breve momento hacia el vehículo que trasladaría nuevamente a su hogar.
Ximena Suárez, la azafata que sobrevivió a la tragedia del vuelo de LaMia, arribó a Santa Cruz a la 01.50 del lunes en un vuelo comercial de Avianca procedente de Medellín, Colombia.
“Estoy muy feliz, gracias a todas las personas que oraron por mí, es un montón de emociones, y hasta ahora no lo puedo creer. (Estoy) agradecida con Dios por esta nueva oportunidad que me da”, dijo Suárez tras el encuentro con sus familiares.
“Mi más sentido pésame a toda la familia de Chapeco, a sus jugadores por esta gran tragedia”, fue su segunda frase después recibir la bienvenida de su allegados.
La azafata tiene una fractura de muñeca y un esguince por lo que su pierna izquierda esta inmovilizada.
La asistente de Lamia bajo del avión en una silla de ruedas y así fue trasladada por sus familiares hasta su hogar
En la terminal aérea le esperaban también sus vecinos con pancartas de apoyo y bienvenida a la sobreviviente.
El primer abrazo que recibió Ximena fue de sus hijos de su madre, quien estalló en llanto a ver a su hija.
Sus padres, sus hermanos y allegados estuvieron vestidos con poleras blancas que tenía impreso el lema: “Gracias a Dios por nuestro milagro Xime”.
La azafata es parte de los seis sobrevivientes de la tragedia que se produjo el pasado 28 de noviembre en la zona de Rio Negro, Colombia, donde perecieron 71 personas, entre ellas gran parte de la plantilla de jugadores y cuerpo técnico del equipo brasileño Chapecoense, periodistas y la tripulación.
“Mi más sentido pésame a toda la familia de Chapeco, a sus jugadores por esta gran tragedia”, dijo aún conmovida Suárez, tras abordar el vehículo que la llevaría nuevamente a su hogar.
Suárez, que tiene dos hijos, de seis y dos años, bajó del avión asistida por una silla de ruedas y en muy buen estado de salud; pudo pararse y caminar por un breve momento hacia el vehículo que trasladaría nuevamente a su hogar.