Las seis rajadas de James que han enfadado al Real Madrid
Madrid, AS
No resulta raro ya que James sea protagonista por lo que dice en lugar de por lo que juega. Sus últimas palabras han enfadado al club y al madridismo. Y no es la primera vez...
Que el tiempo pasa tan deprisa como cambia a las personas está más que probado. El de James es sólo un ejemplo más. ¿Recuerdan aquella presentación, su "siempre hay presión en este gran club, estoy preparado para vivir todo esto" o su "no me siento titular, sólo quiero entrenarme fuerte y tener un nivel alto para, cuando tenga la oportunidad de jugar, aprovecharlo al máximo?". Pues quedó en el pasado. Quizá no acabó en un momento concreto, sino tras un cúmulo continuo de negativas circunstancias. Sea como fuere, hace ya una temporadita que decidió ajustar ante cámaras y micrófonos las cuentas que parece no poder saldar, por desacierto y falta de oportunidades, en el césped. He aquí seis muestras de ello, todas ellas desaprobadas por su club y su afición.
En agosto de 2015, James, suplente en el estreno liguero en Gijón con Benítez, no quiso conformarse con su situación. Donde su entrenador justificó que se había incorporado más tarde a la pretemporada, que su forma no era la más idónea, el 10 respondió con sutileza. Eligió para ello las redes sociales, publicando una imagen con la descripción "¡Mejor que nunca!".
A vueltas con Rafa
No se zanjó el asunto ni con la decisión de Benítez ni con la respuesta electrónica de James, sino que entrenador y jugador mantuvieron sus riñas hasta el cese del primero. Ese mismo año, a mediados de noviembre, el colombiano repitió reivindicación. Lo hizo empleando un método desde entonces recurrente: aprovechar los parones internacionales. Tras jugar los 90 minutos con Colombia, presumió ante los medios: "Para que digan que no estoy bien", soltó en alusión a su míster en el Real Madrid.
Con Zidane, más de lo mismo
No varió en exceso el estatus de James, sino que por momentos hasta lo rabajó, la llegada de Zidane, su ídolo de infancia, como él mismo ha comentado en varias ocasiones. Ya con el francés, y de nuevo estando concentrado con su selección, apareció en el remite de un rotundo mensaje al técnico madridista: "Cuando juegas y tienes el apoyo de todos, es más fácil". La queja, emitida con intención de justificación a sus actuaciones y de pedida de minutos, no fue del todo oportuna: el Clásico estaba a la vuelta de la esquina, a sólo cuatro días.
Desde la Copa América
No dejó pasar su buen arranque en la Copa América de 2016 y volvió a subrayar sus dotes. Así, pronunció su casi célebre "aquí juego hasta cojo". Sin embargo, el torneo no le concedió mucho más protagonismo, sus vacaciones fueron más bien polémicas y el verano acabó en una pretemporada, con su consiguiente inicio de curso, tras el que su delicada posición sólo se ha viciado más.
La selección colombiana, su paraíso
En noviembre volvió a enviar un recado a Zidane y, adivinen, fue de nuevo estando con el equipo de su país: "Siempre que voy a Colombia siento un aire nuevo que me ayuda a hacer las cosas bien", confesó para hacer ver que el Madrid era poco menos que su mili y los periplos de selecciones, los permisos de fin de semana para oxigenar cuerpo y alma. Como de costumbre, de poco le sirvió. Vuelta a Madrid, vuelta a la realidad.
El borrón del Mundial de Clubes
Hasta James, todo parecía felicidad: superado el jet lag, el Madrid también se hizo fuerte en las semifinales, lo mismo que consiguió, no sin inesperado sufrimiento, en la final. Los blancos eran pentacampeones del mundo; cinco títulos mundiales, más que nadie. Además, cerraban un triplete internacional conseguido a lomos de Zidane, como quien dice recién llegado, aderezado con récords. Pero apareció James y se montó la gorda: "Hay que buscar salidas". A ver en qué acaba el tema...
No resulta raro ya que James sea protagonista por lo que dice en lugar de por lo que juega. Sus últimas palabras han enfadado al club y al madridismo. Y no es la primera vez...
Que el tiempo pasa tan deprisa como cambia a las personas está más que probado. El de James es sólo un ejemplo más. ¿Recuerdan aquella presentación, su "siempre hay presión en este gran club, estoy preparado para vivir todo esto" o su "no me siento titular, sólo quiero entrenarme fuerte y tener un nivel alto para, cuando tenga la oportunidad de jugar, aprovecharlo al máximo?". Pues quedó en el pasado. Quizá no acabó en un momento concreto, sino tras un cúmulo continuo de negativas circunstancias. Sea como fuere, hace ya una temporadita que decidió ajustar ante cámaras y micrófonos las cuentas que parece no poder saldar, por desacierto y falta de oportunidades, en el césped. He aquí seis muestras de ello, todas ellas desaprobadas por su club y su afición.
En agosto de 2015, James, suplente en el estreno liguero en Gijón con Benítez, no quiso conformarse con su situación. Donde su entrenador justificó que se había incorporado más tarde a la pretemporada, que su forma no era la más idónea, el 10 respondió con sutileza. Eligió para ello las redes sociales, publicando una imagen con la descripción "¡Mejor que nunca!".
A vueltas con Rafa
No se zanjó el asunto ni con la decisión de Benítez ni con la respuesta electrónica de James, sino que entrenador y jugador mantuvieron sus riñas hasta el cese del primero. Ese mismo año, a mediados de noviembre, el colombiano repitió reivindicación. Lo hizo empleando un método desde entonces recurrente: aprovechar los parones internacionales. Tras jugar los 90 minutos con Colombia, presumió ante los medios: "Para que digan que no estoy bien", soltó en alusión a su míster en el Real Madrid.
Con Zidane, más de lo mismo
No varió en exceso el estatus de James, sino que por momentos hasta lo rabajó, la llegada de Zidane, su ídolo de infancia, como él mismo ha comentado en varias ocasiones. Ya con el francés, y de nuevo estando concentrado con su selección, apareció en el remite de un rotundo mensaje al técnico madridista: "Cuando juegas y tienes el apoyo de todos, es más fácil". La queja, emitida con intención de justificación a sus actuaciones y de pedida de minutos, no fue del todo oportuna: el Clásico estaba a la vuelta de la esquina, a sólo cuatro días.
Desde la Copa América
No dejó pasar su buen arranque en la Copa América de 2016 y volvió a subrayar sus dotes. Así, pronunció su casi célebre "aquí juego hasta cojo". Sin embargo, el torneo no le concedió mucho más protagonismo, sus vacaciones fueron más bien polémicas y el verano acabó en una pretemporada, con su consiguiente inicio de curso, tras el que su delicada posición sólo se ha viciado más.
La selección colombiana, su paraíso
En noviembre volvió a enviar un recado a Zidane y, adivinen, fue de nuevo estando con el equipo de su país: "Siempre que voy a Colombia siento un aire nuevo que me ayuda a hacer las cosas bien", confesó para hacer ver que el Madrid era poco menos que su mili y los periplos de selecciones, los permisos de fin de semana para oxigenar cuerpo y alma. Como de costumbre, de poco le sirvió. Vuelta a Madrid, vuelta a la realidad.
El borrón del Mundial de Clubes
Hasta James, todo parecía felicidad: superado el jet lag, el Madrid también se hizo fuerte en las semifinales, lo mismo que consiguió, no sin inesperado sufrimiento, en la final. Los blancos eran pentacampeones del mundo; cinco títulos mundiales, más que nadie. Además, cerraban un triplete internacional conseguido a lomos de Zidane, como quien dice recién llegado, aderezado con récords. Pero apareció James y se montó la gorda: "Hay que buscar salidas". A ver en qué acaba el tema...