LA RAE LO HIZO DE NUEVO: No vas a creer estas 20 nuevas palabras aprobadas
España, AFP
El lenguaje evoluciona: día a día, al mismo ritmo que la sociedad e incluso podríamos decir que con la misma velocidad con la que crecen los niños. Casi sin que nos demos cuenta, la lengua se va adaptando al presente, intenta revisar el pasado y además, hace grandes esfuerzos por predecir el futuro.
Precisamente como fruto de esta actualización, año tras año incorporamos al diccionario nuevas palabras que los hablantes hemos introducido en nuestra habla oral, y que hasta la fecha no gozaban del privilegio de haber sido aceptadas de forma oficial. Son los académicos de la Real Academia Española (RAE), representantes de la institución que vela por la buena salud de nuestra lengua, las personas que detectan y se ponen de acuerdo para designar a los nuevos fichajes.
Podríamos decir que estas incorporaciones nunca llegan solas, pues suelen ir acompañadas de todo tipo de comentarios que las bendicen como especialmente acertadas, o las tachan de inoportunas o directamente desafortunadas.
A continuación recopilamos 20 palabras raras que la RAE ha incorporado al diccionario en los últimos años.
1. Palabro. Como palabra rara o mal dicha.
2. Almóndiga. Está aceptada como vulgarismo y como término en desuso; tal y como indica, hace referencia a la palabra albóndiga.
3. Asín. De nuevo el vulgarismo de así.
4. Culamen. Siendo la versión más vulgar para referirse a culo o nalgas.
5. Descambiar. Como bien indica el término: deshacer un cambio.
6. Toballa para nombrar a la toalla, y toballeta para designar a la servilleta. Ambas también están consideradas en desuso.
7. Abracadabrante. Que es muy sorprendente y desconcertante.
8. Güisqui. Como adaptación del anglicismo whisky.
9. Vagamundo. Por su composición (vagar + mundo), podría parecer que es una palabra más lógica que la archiconocida vagabundo, pero frente a su predecesora la RAE la ha considerado en este caso como vulgarismo.
10. Friqui o friki. Del inglés freaky: extravagante, raro o excéntrico.
11. Cederrón. ¿Alguien se acuerda de él? Encontramos otra adaptación del habla inglesa, esta vez del término CD-ROM. Significa “disco compacto que utiliza rayos láser para almacenar y leer grandes cantidades de información en formato digital”.
12. Otubre. Otra forma considerada vulgar, para nombrar al décimo mes del año.
13. Papahuevos, como sinónimo de papanatas.
14. Ño. Proveniente de señor, se considera en algunos países latinoamericanos el tratamiento que se antepone al nombre de un hombre.
15. Tuit. El mensaje digital que se envía a través de la red social Twitter y que no puede rebasar un número limitado de caracteres. Si nos paramos a pensar… ¿deberán actualizar el diccionario si el futuro nos depara tuits de más de 140?
16. Papichulo. Un coloquialismo proveniente de Paraguay, México y Puerto Rico. Este palabro hace referencia a un hombre que, por su atractivo físico, es objeto de deseo.
17. Espanglish. Como modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos en la que se mezclan elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés. ¿Hubieras imaginado algún día que lo llegaríamos a incorporar al diccionario oficial de nuestra lengua?
18. Conflictuar. Si hablamos de provocar un conflicto en algo o en alguien.
19. Euroescepticismo. Se ha convertido en el término de moda tras el estallido de la crisis económica: hace referencia a la desconfianza hacia los proyectos políticos de la Unión Europea.
20. Y por último, y sin pasar en absoluto desapercibido, hablaremos de amigovio: como la persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo.
Los tiempos cambian... Y no repentina o abruptamente, sino día tras día. Sin sorprendernos, aparecen nuevos términos en el habla oral que cambian el conjunto de palabras con las que nos comunicamos, pero no el fondo de la gran cuestión…
Es importante comprender que la Real Academia Española tiene el deber de proteger nuestra lengua de modas pasajeras e idiomas imperantes. Pero también es importante que esta llegue a tiempo y acepte por escrito términos que están totalmente introducidos en el lenguaje.
El mundo se derrumba y nosotros nos actualizamos… ¿Con qué palabro te quedas?
El lenguaje evoluciona: día a día, al mismo ritmo que la sociedad e incluso podríamos decir que con la misma velocidad con la que crecen los niños. Casi sin que nos demos cuenta, la lengua se va adaptando al presente, intenta revisar el pasado y además, hace grandes esfuerzos por predecir el futuro.
Precisamente como fruto de esta actualización, año tras año incorporamos al diccionario nuevas palabras que los hablantes hemos introducido en nuestra habla oral, y que hasta la fecha no gozaban del privilegio de haber sido aceptadas de forma oficial. Son los académicos de la Real Academia Española (RAE), representantes de la institución que vela por la buena salud de nuestra lengua, las personas que detectan y se ponen de acuerdo para designar a los nuevos fichajes.
Podríamos decir que estas incorporaciones nunca llegan solas, pues suelen ir acompañadas de todo tipo de comentarios que las bendicen como especialmente acertadas, o las tachan de inoportunas o directamente desafortunadas.
A continuación recopilamos 20 palabras raras que la RAE ha incorporado al diccionario en los últimos años.
1. Palabro. Como palabra rara o mal dicha.
2. Almóndiga. Está aceptada como vulgarismo y como término en desuso; tal y como indica, hace referencia a la palabra albóndiga.
3. Asín. De nuevo el vulgarismo de así.
4. Culamen. Siendo la versión más vulgar para referirse a culo o nalgas.
5. Descambiar. Como bien indica el término: deshacer un cambio.
6. Toballa para nombrar a la toalla, y toballeta para designar a la servilleta. Ambas también están consideradas en desuso.
7. Abracadabrante. Que es muy sorprendente y desconcertante.
8. Güisqui. Como adaptación del anglicismo whisky.
9. Vagamundo. Por su composición (vagar + mundo), podría parecer que es una palabra más lógica que la archiconocida vagabundo, pero frente a su predecesora la RAE la ha considerado en este caso como vulgarismo.
10. Friqui o friki. Del inglés freaky: extravagante, raro o excéntrico.
11. Cederrón. ¿Alguien se acuerda de él? Encontramos otra adaptación del habla inglesa, esta vez del término CD-ROM. Significa “disco compacto que utiliza rayos láser para almacenar y leer grandes cantidades de información en formato digital”.
12. Otubre. Otra forma considerada vulgar, para nombrar al décimo mes del año.
13. Papahuevos, como sinónimo de papanatas.
14. Ño. Proveniente de señor, se considera en algunos países latinoamericanos el tratamiento que se antepone al nombre de un hombre.
15. Tuit. El mensaje digital que se envía a través de la red social Twitter y que no puede rebasar un número limitado de caracteres. Si nos paramos a pensar… ¿deberán actualizar el diccionario si el futuro nos depara tuits de más de 140?
16. Papichulo. Un coloquialismo proveniente de Paraguay, México y Puerto Rico. Este palabro hace referencia a un hombre que, por su atractivo físico, es objeto de deseo.
17. Espanglish. Como modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos en la que se mezclan elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés. ¿Hubieras imaginado algún día que lo llegaríamos a incorporar al diccionario oficial de nuestra lengua?
18. Conflictuar. Si hablamos de provocar un conflicto en algo o en alguien.
19. Euroescepticismo. Se ha convertido en el término de moda tras el estallido de la crisis económica: hace referencia a la desconfianza hacia los proyectos políticos de la Unión Europea.
20. Y por último, y sin pasar en absoluto desapercibido, hablaremos de amigovio: como la persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo.
Los tiempos cambian... Y no repentina o abruptamente, sino día tras día. Sin sorprendernos, aparecen nuevos términos en el habla oral que cambian el conjunto de palabras con las que nos comunicamos, pero no el fondo de la gran cuestión…
Es importante comprender que la Real Academia Española tiene el deber de proteger nuestra lengua de modas pasajeras e idiomas imperantes. Pero también es importante que esta llegue a tiempo y acepte por escrito términos que están totalmente introducidos en el lenguaje.
El mundo se derrumba y nosotros nos actualizamos… ¿Con qué palabro te quedas?