La policía detiene por asesinato a la esposa del embajador griego en Río de Janeiro
Junto a la esposa de Kyriakos Amiridis ha sido arrestado un policía militar con el que tenía una relación amorosa, según las investigaciones
María Martín
Río de Janeiro, El País
Lo que en principio parecía un homicidio a manos de delincuentes comunes —el hallazgo de un cadáver carbonizado dentro de un coche— se ha transformado en un crimen pasional, con implicaciones diplomáticas internacionales como telón de fondo. La víctima, el embajador de Grecia en Brasil, Kyriakos Amiridis, de 59 años, que había desaparecido en Río de Janeiro el lunes, fue víctima según la policía de un “crimen pasional” en el que están implicados su esposa y el amante de esta, un policía militar.
El descubrimiento, el miércoles, de un coche con la misma matrícula y características que el vehículo alquilado por Amiridis días antes, y la posterior identificación del cadáver carbonizado en su interior como el del diplomático, llevó a una rápida investigación que condujo a la detención de la esposa, su amante y un tercer sospechoso, implicado por este último.
La clave de la rápida resolución del caso fue un mueble: el sofá de la casa de Nova Iguaçú, región metropolitana de Río donde Amiridis y su esposa pasaban las vacaciones de Navidad, en el que la policía encontró varias manchas de sangre que acabaron por diluir la versión de la brasileña Françoise Amiridis al denunciar la desaparición de su marido. Un trámite en el que, además, se demoró 48 horas.
Según la denuncia de la mujer, Amiridis salió de la casa familiar la noche del lunes. Conducía un Ford Ka alquilado, no dijo adónde iba y no volvió a dar señales de vida. La División de Homicidios de la Baixada Fluminense, un territorio violento y abandonado por los poderes públicos, trabaja con la hipótesis de que el embajador nunca llegara a salir de casa por su propio pie y fuera asesinado en su casa. Las cámaras de seguridad grabaron al policía militar, Sergio Gomes Moreira, de 29 años, sacando de la residencia familiar un bulto que colocó en el coche del diplomático. Según los agentes, es muy probable que fuera el cuerpo de Amiridis, sobre todo porque Moreira confesó el asesinato e involucró además a otra persona. Un tribunal decretará prisión preventiva para los tres detenidos, la pareja de amantes y su cómplice.
Relación extraconyugal
Los investigadores sostienen que Françoise Amiridis, casada desde hacía 15 años con el diplomático y con una hija de diez,mantenía una relación extraconyugal con Moreira, y que tramó con este el asesinato de su esposo. La mujer negó en un principio su participación en el asesinato, pero sí admitió que tenía una aventura con el policía militar. La viuda relató que sufría malos tratos por parte de Amiridis.
La carrera diplomática de Amiridis, formado en Derecho, comenzó en 1985, cuando fue nombrado agregado diplomático en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Atenas. Antes de asumir el cargo en Brasilia, en enero, fue embajador general durante cuatro años en Libia. De 2001 a 2004 fue cónsul de Grecia en Río de Janeiro. Amiridis era un apasionado de Río de Janeiro y solía pasar ahí sus días libres, donde vive la familia de su mujer. Nova Iguaçu, donde Amiridis estaba de vacaciones y donde el vehículo fue encontrado, no es un destino tradicional de ocio en Río de Janeiro.
El municipio, de cerca de 800.000 personas, es una de las 13 ciudades que integran la Baixada Fluminense, con 3,7 millones de habitantes y donde de enero a noviembre de este año se registró más del 40% de todos los homicidios del Estado de Río.
María Martín
Río de Janeiro, El País
Lo que en principio parecía un homicidio a manos de delincuentes comunes —el hallazgo de un cadáver carbonizado dentro de un coche— se ha transformado en un crimen pasional, con implicaciones diplomáticas internacionales como telón de fondo. La víctima, el embajador de Grecia en Brasil, Kyriakos Amiridis, de 59 años, que había desaparecido en Río de Janeiro el lunes, fue víctima según la policía de un “crimen pasional” en el que están implicados su esposa y el amante de esta, un policía militar.
El descubrimiento, el miércoles, de un coche con la misma matrícula y características que el vehículo alquilado por Amiridis días antes, y la posterior identificación del cadáver carbonizado en su interior como el del diplomático, llevó a una rápida investigación que condujo a la detención de la esposa, su amante y un tercer sospechoso, implicado por este último.
La clave de la rápida resolución del caso fue un mueble: el sofá de la casa de Nova Iguaçú, región metropolitana de Río donde Amiridis y su esposa pasaban las vacaciones de Navidad, en el que la policía encontró varias manchas de sangre que acabaron por diluir la versión de la brasileña Françoise Amiridis al denunciar la desaparición de su marido. Un trámite en el que, además, se demoró 48 horas.
Según la denuncia de la mujer, Amiridis salió de la casa familiar la noche del lunes. Conducía un Ford Ka alquilado, no dijo adónde iba y no volvió a dar señales de vida. La División de Homicidios de la Baixada Fluminense, un territorio violento y abandonado por los poderes públicos, trabaja con la hipótesis de que el embajador nunca llegara a salir de casa por su propio pie y fuera asesinado en su casa. Las cámaras de seguridad grabaron al policía militar, Sergio Gomes Moreira, de 29 años, sacando de la residencia familiar un bulto que colocó en el coche del diplomático. Según los agentes, es muy probable que fuera el cuerpo de Amiridis, sobre todo porque Moreira confesó el asesinato e involucró además a otra persona. Un tribunal decretará prisión preventiva para los tres detenidos, la pareja de amantes y su cómplice.
Relación extraconyugal
Los investigadores sostienen que Françoise Amiridis, casada desde hacía 15 años con el diplomático y con una hija de diez,mantenía una relación extraconyugal con Moreira, y que tramó con este el asesinato de su esposo. La mujer negó en un principio su participación en el asesinato, pero sí admitió que tenía una aventura con el policía militar. La viuda relató que sufría malos tratos por parte de Amiridis.
La carrera diplomática de Amiridis, formado en Derecho, comenzó en 1985, cuando fue nombrado agregado diplomático en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Atenas. Antes de asumir el cargo en Brasilia, en enero, fue embajador general durante cuatro años en Libia. De 2001 a 2004 fue cónsul de Grecia en Río de Janeiro. Amiridis era un apasionado de Río de Janeiro y solía pasar ahí sus días libres, donde vive la familia de su mujer. Nova Iguaçu, donde Amiridis estaba de vacaciones y donde el vehículo fue encontrado, no es un destino tradicional de ocio en Río de Janeiro.
El municipio, de cerca de 800.000 personas, es una de las 13 ciudades que integran la Baixada Fluminense, con 3,7 millones de habitantes y donde de enero a noviembre de este año se registró más del 40% de todos los homicidios del Estado de Río.