Hinchas de Boca tomaron mal la salida de Tevez

Buena parte de los hinchas de Boca tomaron mal la salida de Tevez, sobre todo por la forma en que (no) fue comunicada. Encima, la foto con su nueva camiseta se la sacó en un hotel de Buenos Aires, antes del casamiento. Estaba todo cocinado...

Sergio Maffei
smaffei@ole.com.ar
Es una coincidencia, sí. Pero una coincidencia que, a esta altura, también duele. Que el anuncio oficial de su partida a China haya sido justo el Día de los Inocentes se suma a este final poco feliz. Primero, porque no fue ninguna broma. Y después, porque Carlitos Tevez, en efecto, terminó jugando con la inocencia del hincha, que ayer, el día después del adiós, estalló de bronca, de decepción, de tristeza. En buena parte, porque la gente le creyó. Creyó que su decisión no estaba tomada. Creyó que en verdad lo iba a pensar más en frío, en su luna de miel. Creyó que la Bombonera había logrado conmoverlo ante Colón. Creyó en sus lágrimas, camino al último túnel... Hasta el propio Guillermo creía, mantenía las ilusiones. El mismo miércoles, desde Miami (donde descansa en familia), el DT aún sostenía que el 10 no le había confirmado nada. “Yo lo espero”, decía. Por la noche, se enteraría igual que todos: por las redes sociales, por la prensa, por esa foto del Apache vestido con otra camiseta azul, sin ninguno mensaje, sin ningún adiós, sin nada de nada...


La imagen, encima, es otra muestra de que Tevez ya conocía su futuro hace días. No fue en Cancún, donde hoy está de vacaciones, que se puso la camiseta del Shanghai Shenhua. Fue en Buenos Aires. Fue en hotel Faena de Puerto Madero (ver aparte). Fue antes de su casamiento que cerró todo con los chinos. Por eso, Carlitos pudo haber culminado con esta faena mucho antes. Y pudo hacerlo de otra forma. Al fin de cuentas, ahí está la cuestión. No hubo ni una conferencia, ni un mensaje por Twitter (como sí hizo para despedirse de los tifosis cuando dejó la Juve), ni un video casero, nada. El hincha se enteró de la partida de su ídolo de la manera más fría posible. Lejos, lejísimos de ese fervor con el que lo recibió en la Bombonera. Y las encuestas en la web de Olé y en las redes sociales son una muestra: el hincha quedó dolido. Bronca y decepción fueron las palabras más utilizadas para definir (o tuitear) lo que sienten quienes tanto lo amaron.


“Es normal que la gente esté enojada, pero a Tevez no le chupó un huevo el hincha. ¿Vos pensás que un jugador como él se puede despedir por Twitter? Yo podía haber hecho un comunicado diciendo cosas lindas, pero lo lindo es que él lo diga de su boca”, dijo Adrián Ruocco, su representante. ¿Y por qué no habló antes? “Lo hará en estos días. Sucede que llegó de su casamiento en Uruguay y le habían robado en la casa de San Isidro. Ahí nomás agarró a su familia y se fue para México. No quiso saber nada ni explicarle a sus hijas qué había pasado. Eso cambió los planes”, amplió Ruocco en Fox Sports Radio.

La sensación, de todos modos, es que tanto el casamiento como este contratiempo estiraron la agonía más de la cuenta. Y no parece casual que el anuncio finalmente se haya hecho con Tevez lejos del país, del impacto de las repercusiones, del posible contacto con los hinchas.

A tal punto llega el desencanto, que ayer su representante no descartó un posible regreso de Tevez a Boca a fines del 2017. “Hay una cláusula de salida, puede pasar”, dijo. Pero debió hacer una aclaración que hasta hace un tiempo hubiese sonado a locura. “Pero bueno, si hubo un desgaste o algo se rompió con la gente, eso no sucederá. Ahora, si vuelve a llenar la Bombonera como lo hizo, esto quedará en una anécdota. Carlos no se va sólo por la plata (cobrará 84 millones de dólares por dos años y a Boca le quedarán 10), sino por varios factores”.

Con esta salida, Tevez no sólo resignó el bronce. Además partió el corazón al hincha de Boca. Será una herida difícil de cerrar...

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