Gentiloni presenta un Gobierno casi idéntico al de Renzi
Solo cinco caras nuevas entre los 18 ministros del nuevo Ejecutivo italiano
Pablo Ordaz
Corresponsal en Italia y el Vaticano
Roma, El País
El Gobierno de Paolo Gentiloni se parece mucho al de Matteo Renzi. Tanto que la oposición considera que el nuevo primer ministro es un “avatar” del anterior y el nuevo gabinete, que tiene 18 ministros y solo cinco caras nuevas, un “Gobierno fotocopia”. Gentiloni juró el lunes su cargo para, una vez obtenida entre el martes y el miércoles la investidura en el Parlamento, poder participar el jueves en la reunión del Consejo Europeo. Renzi ya maniobra para reconquistar el poder.
Más que construir un nuevo Gobierno, lo que ha hecho Gentiloni ha sido barajar el de Renzi, confirmando en sus puestos a los ministros principales –“Pier Carlo Padoan en Economía, Andrea Orlando en Justicia, Roberta Pinotti en Defensa, Graziano Delrio en Transportes o Dario Franceschini en Cultura--, rellenando el hueco por él dejado en Exteriores con el hasta ahora ministro del Interior, Angelino Alfano, y rebajando de categoría a Maria Elena Boschi, la ministra que se encargó de defender las malogradas reformas constitucionales y que ahora se tendrá que conformar con la subsecretaría de Presidencia. Lo demás, letra pequeña.
Llama la atención la muy escasa presencia de mujeres, solo seis, y la no incorporación del pequeño grupo centrista de senador Denis Verdini, quien había prometido sostener al nuevo Gobierno a cambio de algún cargo y que ahora votará en contra, haciendo aún más exigua la mayoría del Partido Democrático (PD) en el Senado.
Un PD que el lunes reunió a su dirección bajo la discutida batuta de Matteo Renzi. Relajado, sonriente, el ya exprimer ministro incluso recurrió a la poesía para advertir a los suyos de que, a pesar del varapalo sufrido en el referéndum del pasado día 4, él sigue siendo el rey. “La izquierda italiana”, presumió refiriéndose al porcentaje de votos obtenidos por el sí a las reformas, “jamás vio un 40%, ni siquiera con prismáticos, ni siquiera cuando estaban aquí grandes personalidades del pasado”. Renzi es partidario de que el PD celebre un congreso y unas primarias con la vista puesta en unas elecciones que, según él, deben celebrarse lo antes posible. Sus críticos, como Roberto Speranza, advirtió a Renzi de que su discurso feliz no tiene sentido cuando 33 millones de electores han mandado el mensaje contrario: “Es necesario cambiar con humildad. Tenemos que ver la rabia, el disgusto, las inquietudes de la sociedad. No podemos meter la cabeza bajo la arena”.
La oposición, como su propio nombre indica, no se lo va a poner fácil al Gobierno de Gentiloni, pero –según las palabras de Beppe Grillo, el cómico que fundó el Movimiento 5 Estrellas allá por 2009- al menos dejarán que se coman tranquilamente el panettone. “Antes del 24 de enero”, advirtió ayer Grillo a través de su blog, “organizaremos una gran manifestación por la dignidad de los ciudadanos. Mañana comenzará la cuenta atrás. Es hora de aplicar el artículo 1 de la Constitución que hemos defendido: ¡La soberanía pertenece al pueblo”. Ni el M5S ni la Liga Norte han participado en los contactos que Gentiloni mantuvo durante la jornada del lunes con los representantes de los distintos partidos. “No hemos participado porque es una farsa”, añadió Grillo, “no importa qué y cuántos avatares de usar y tirar ocupen la posición de los primeros ministros a través de maniobras de palacio”.
Tras recibir la luz verde del presidente de la República, Sergio Mattarella, y comunicar a la opinión pública la lista de sus ministros, el nuevo jefe del Gobierno manifestó: “Nos pondremos a trabajar inmediatamente con todas las fuerzas concentradas en resolver los problemas del país. He intentado formar el Gobierno en el menor tiempo posible”. Exactamente, en 48 horas. Una semana después de que Renzi dimitiera, los 18 ministros de Gentiloni juraron sus cargos ante Mattarella. Solo les llevó 16 minutos.
Pablo Ordaz
Corresponsal en Italia y el Vaticano
Roma, El País
El Gobierno de Paolo Gentiloni se parece mucho al de Matteo Renzi. Tanto que la oposición considera que el nuevo primer ministro es un “avatar” del anterior y el nuevo gabinete, que tiene 18 ministros y solo cinco caras nuevas, un “Gobierno fotocopia”. Gentiloni juró el lunes su cargo para, una vez obtenida entre el martes y el miércoles la investidura en el Parlamento, poder participar el jueves en la reunión del Consejo Europeo. Renzi ya maniobra para reconquistar el poder.
Más que construir un nuevo Gobierno, lo que ha hecho Gentiloni ha sido barajar el de Renzi, confirmando en sus puestos a los ministros principales –“Pier Carlo Padoan en Economía, Andrea Orlando en Justicia, Roberta Pinotti en Defensa, Graziano Delrio en Transportes o Dario Franceschini en Cultura--, rellenando el hueco por él dejado en Exteriores con el hasta ahora ministro del Interior, Angelino Alfano, y rebajando de categoría a Maria Elena Boschi, la ministra que se encargó de defender las malogradas reformas constitucionales y que ahora se tendrá que conformar con la subsecretaría de Presidencia. Lo demás, letra pequeña.
Llama la atención la muy escasa presencia de mujeres, solo seis, y la no incorporación del pequeño grupo centrista de senador Denis Verdini, quien había prometido sostener al nuevo Gobierno a cambio de algún cargo y que ahora votará en contra, haciendo aún más exigua la mayoría del Partido Democrático (PD) en el Senado.
Un PD que el lunes reunió a su dirección bajo la discutida batuta de Matteo Renzi. Relajado, sonriente, el ya exprimer ministro incluso recurrió a la poesía para advertir a los suyos de que, a pesar del varapalo sufrido en el referéndum del pasado día 4, él sigue siendo el rey. “La izquierda italiana”, presumió refiriéndose al porcentaje de votos obtenidos por el sí a las reformas, “jamás vio un 40%, ni siquiera con prismáticos, ni siquiera cuando estaban aquí grandes personalidades del pasado”. Renzi es partidario de que el PD celebre un congreso y unas primarias con la vista puesta en unas elecciones que, según él, deben celebrarse lo antes posible. Sus críticos, como Roberto Speranza, advirtió a Renzi de que su discurso feliz no tiene sentido cuando 33 millones de electores han mandado el mensaje contrario: “Es necesario cambiar con humildad. Tenemos que ver la rabia, el disgusto, las inquietudes de la sociedad. No podemos meter la cabeza bajo la arena”.
La oposición, como su propio nombre indica, no se lo va a poner fácil al Gobierno de Gentiloni, pero –según las palabras de Beppe Grillo, el cómico que fundó el Movimiento 5 Estrellas allá por 2009- al menos dejarán que se coman tranquilamente el panettone. “Antes del 24 de enero”, advirtió ayer Grillo a través de su blog, “organizaremos una gran manifestación por la dignidad de los ciudadanos. Mañana comenzará la cuenta atrás. Es hora de aplicar el artículo 1 de la Constitución que hemos defendido: ¡La soberanía pertenece al pueblo”. Ni el M5S ni la Liga Norte han participado en los contactos que Gentiloni mantuvo durante la jornada del lunes con los representantes de los distintos partidos. “No hemos participado porque es una farsa”, añadió Grillo, “no importa qué y cuántos avatares de usar y tirar ocupen la posición de los primeros ministros a través de maniobras de palacio”.
Tras recibir la luz verde del presidente de la República, Sergio Mattarella, y comunicar a la opinión pública la lista de sus ministros, el nuevo jefe del Gobierno manifestó: “Nos pondremos a trabajar inmediatamente con todas las fuerzas concentradas en resolver los problemas del país. He intentado formar el Gobierno en el menor tiempo posible”. Exactamente, en 48 horas. Una semana después de que Renzi dimitiera, los 18 ministros de Gentiloni juraron sus cargos ante Mattarella. Solo les llevó 16 minutos.