El vídeo referí siembra el caos

La FIFA ha estrenado en competición oficial y de forma experimental la ayuda del vídeo y después de las dos semifinales hay dudas y recelos

Eleonora Giovio
Yokohama, El País
En Japón sólo se han jugado dos semifinales del Mundial de Clubes y ya ha estallado la polémica. Además del ambiente desangelado y poco futbolero y de los estadios medio vacíos, el uso del vídeo-arbitraje ha despertado dudas y recelos. La FIFA lo aprobó en marzo, lo utilizó en varios amistosos internacionales y decidió terminar de probarlo en Yokohama y Osaka. La experimentación durará dos años y, de ser finalmente aprobada, se introduciría de forma obligatoria en 2019. “No me gusta esto del vídeo-arbitraje porque crea mucha confusión. Espero que esta regla no continúe, para mí no es fútbol”, afirmó sin pelos en la lengua Luka Modric después de recoger el premio al mejor jugador de la semifinal.


El Madrid ganó 0-2 contra el Club América y el colegiado pidió la ayuda el vídeo en el gol de Cristiano por entender que estaba en posición dudosa. Primero pitó gol, luego no y cuando el América ya había sacado de su área e iniciado al ataque, volvió a la opinión inicial. Gol. El miércoles, en la otra semifinal, la que jugaron Kashima y Atlético Nacional, también se recurrió a la ayuda del vídeo. En ese partido se pitó el primer penalti tecnológico de la historia.

Fue una decisión muy cuestionada y que denota las imperfecciones de un sistema todavía en fase de rodaje. Se debatió si el jugador del Kashima que fue derribado en el área estaba en fuera de juego y causó estupor que la decisión fuera tomada dos minutos más tarde de que sucediera la acción. ¿Y si en esos 120 segundos el Atlético Nacional hubiera marcado un gol?

El sistema de ayuda con vídeo (VAR en sus siglas en inglés, Video Assistant Referee) contempla la ayuda de las imágenes —los asistentes encargados de verlas y analizarlas en directo están cerrados en una sala de control— en cuatro casos: si hay penalti o no, si es gol o no, si el árbitro saca amarilla al futbolista equivocado o si expulsa al futbolista equivocado. El fuera de juego se estudia sólo si la jugada termina en gol, como en el caso de Cristiano ayer. Si el asistente ve que hay penalti claro y el colegiado no lo ha pitado, lo avisa a través del pinganillo. Y si el colegiado tiene dudas sobre alguna jugada, también pide ayuda a través del pinganillo y se acerca a la zona técnica para que le enseñen las imágenes.

“Mucha confusión”

Los árbitros se reunieron con los jugadores de todos los equipos estos días y mantuvieron con ellos una charla para explicarles cómo iban a actuar y en qué consistía el sistema. En la reunión con la plantilla del Madrid les aseguraron que habría un tiempo de espera aproximado de seis segundos desde la jugada dudosa hasta el aviso desde la torre de control. En el caso del Kashima, los segundos se convirtieron en 120. Ayer pasó casi un minuto hasta que Cristiano pudo celebrar un gol que primero fue, luego no y luego otra vez sí.

“Yo no presté mucha atención en la reunión porque espero que esta regla no continúe”, se sinceró Modric. “Se hace un poco raro esperar a que alguien decida desde fuera. Quizás se pierde un poco la esencia del fútbol que son las decisiones tomadas en el momento”, apuntó poco después Lucas Vázquez.

Zidane fue más comedido cuando le preguntaron en la sala de prensa después del partido. Dijo que tenía su opinión y sensaciones al respecto, pero muy prudentemente no las compartió. Nos tenemos que adaptar a lo que la FIFA quiere hacer. En esta jugada en concreto ha habido un poco de confusión, sí. Las cosas tendrían que ser más claras para todos, más si la tecnología quiere mejorarlas”, analizó el técnico francés.

Hasta ahora, la ayuda del vídeo no había sido empleada en torneos importantes. Todo invento requiere una fase de rodaje y de adaptación. Lo que nadie esperaba es que se generara tanta confusión en un sistema que, en principio, estaba pensando para aclarar las cosas.

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