Con un poder, Vargas recibió todas las gerencias de LaMia
La Paz
El 18 de septiembre de 2014, mediante un testimonio notarial, los dos socios de la empresa LaMia, Miguel Alejandro Quiroga Murakami y Marco Antonio Rocha Venegas, le otorgaron a Gustavo Vargas Gamboa el poder general de administración de la aerolínea. Es decir, todas las gerencias estaban a su cargo.
"Por el presente, confieren poder general de administración, cual por derecho se requiere, en favor del señor general de Brigada Aérea Gustavo Vargas Gamboa (...) para que en nombre y representación de la sociedad, sus acciones y derechos, desempeñe el cargo de representante legal y ejerza la representación legal de la sociedad, judicial o extrajudicialmente, ante toda clase de personas naturales y jurídicas (...) se lee en el documento al cual accedió Página Siete.
Asimismo, se le otorga las siguientes facultades: de administración y representación legal; de operaciones, es decir "gestionar, desarrollar y controlar las operaciones de la sociedad, cumplir y atender la normativa legal y reglamentaria relacionada con la actividad de la sociedad, realizando los actos necesarios para el debido cumplimiento de los fines del mandato”.
Además, estaba a cargo de los contratos. En forma individual, su función estaba enmarcada en: celebrar contratos de cualquier índole que convengan a la sociedad, determinando y negociando condiciones, modalidades, plazos, intereses, comisiones, formas de pago, suscribir minutas, protocolos, escrituras, documentos, papeletas, entre otras acciones.
Quiroga era el piloto del avión LaMia que se estrelló en Colombia, el pasado 28 de noviembre. Falleció junto con otras 70 personas y seis sobrevivieron. Rocha era su socio, ambos exmilitares de la FAB y copropietarios de la aerolínea. Vargas Gamboa, militar jubilado, fue convocado para ser el gerente general, asesor legal, entre otras funciones que señala el poder notarial.
Vargas estaba encargado además de vender, ceder, permutar, gravar y en suma realizar todos los actos que fueran conducentes a la disposición de bienes inmuebles de la sociedad y que convengan a ella. Estaba a cargo de todas las operaciones bancarias y financieras.
El 18 de septiembre de 2014, mediante un testimonio notarial, los dos socios de la empresa LaMia, Miguel Alejandro Quiroga Murakami y Marco Antonio Rocha Venegas, le otorgaron a Gustavo Vargas Gamboa el poder general de administración de la aerolínea. Es decir, todas las gerencias estaban a su cargo.
"Por el presente, confieren poder general de administración, cual por derecho se requiere, en favor del señor general de Brigada Aérea Gustavo Vargas Gamboa (...) para que en nombre y representación de la sociedad, sus acciones y derechos, desempeñe el cargo de representante legal y ejerza la representación legal de la sociedad, judicial o extrajudicialmente, ante toda clase de personas naturales y jurídicas (...) se lee en el documento al cual accedió Página Siete.
Asimismo, se le otorga las siguientes facultades: de administración y representación legal; de operaciones, es decir "gestionar, desarrollar y controlar las operaciones de la sociedad, cumplir y atender la normativa legal y reglamentaria relacionada con la actividad de la sociedad, realizando los actos necesarios para el debido cumplimiento de los fines del mandato”.
Además, estaba a cargo de los contratos. En forma individual, su función estaba enmarcada en: celebrar contratos de cualquier índole que convengan a la sociedad, determinando y negociando condiciones, modalidades, plazos, intereses, comisiones, formas de pago, suscribir minutas, protocolos, escrituras, documentos, papeletas, entre otras acciones.
Quiroga era el piloto del avión LaMia que se estrelló en Colombia, el pasado 28 de noviembre. Falleció junto con otras 70 personas y seis sobrevivieron. Rocha era su socio, ambos exmilitares de la FAB y copropietarios de la aerolínea. Vargas Gamboa, militar jubilado, fue convocado para ser el gerente general, asesor legal, entre otras funciones que señala el poder notarial.
Vargas estaba encargado además de vender, ceder, permutar, gravar y en suma realizar todos los actos que fueran conducentes a la disposición de bienes inmuebles de la sociedad y que convengan a ella. Estaba a cargo de todas las operaciones bancarias y financieras.