Cavenaghi dejó el fútbol

Y los botines... Cavenaghi deja el fútbol profesional, luego de una historia de película y de amor infinito por River. En el Monumental ganó todo. Adiós a un ídolo total.

Olé
"No puedo pedir más. Estoy en la foto más importante de la historia de River". Tenía razón Fernando Cavenaghi. Esa noche de fiesta y de Copa se dio cuenta que había tocado el cielo con la Banda. No le quedaba nada por hacer. Ni medio gol. Había logrado todo. Todo quiere decir todo, literalmente. Pero por esas cosas de la vida, el Cavegol se fue de Núñez y siguió jugando un tiempo más. Este martes dijo basta. Chau fútbol. Hola leyenda.

Es que los años lo harán cada día mejor jugador, más goleador, ídolo de ídolos en River. Cavenaghi nació en el club, llegó a la Primera, salió campeón una, dos, siete veces. ¿Más? Se fue a Europa y prometió volver para ganar la Copa. Y volvió finalmente en otra circunstancia. Volvió para sacar a River del pozo. Ascendió. Fue de nuevo goleador. Y se tuvo que ir -o lo fueron- por decisión de Passarella.

La carta y el video de la despedida

#GraciasCave

Pero al relato le faltaba todavía un par de capítulos épicos. El Torito regresó ya para cumplir aquellos deseos coperos. Tras ganar un torneo más con Ramón, fue campeón de la Sudamericana con Gallardo. Y, luego sí, llegó la Libertadores. La mejor despedida.

Estuvo en tres ciclos en River. Y también vistió las camisetas de Burdeos, Mallorca, Inter de Porto Alegre, Villarreal, Pachuca y Apoel Nicosia de Chipre.

Dejó 112 goles en 212 partidos. Levantó nueve títulos: Clausura 2002, 2003 y 2004, ascenso 2011/12, torneo Final 2014, Copa Sudamericana 2014, Copa Argentina 2014, Recopa 2014 y Libertadores 2015. Y sembró un amor pocas veces visto hacia una camiseta. La camiseta de River. Su camiseta. La que lleva tatuada en la piel.

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