Aparece el "niño ángel" que colaboró a los rescatistas de la tragedia del Chapecoense

Colombia, EFE
Johan Alexander Ramírez es el nombre del llamado “niño angel”, el joven que orientó y ayudó a los primeros rescatistas que llegaron al lugar donde un avión de la compañía LaMia, que transportaba al equipo brasileño del Chapecoense, se estrelló a 17 kilómetros de su destino, el aeropuerto de Medellín, dejando 71 fallecidos y seis sobrevivientes.
Él y su padre, Miguel Ramírez estaban acostados en su pequeña casa, ubicada a cinco minutos del cerro El Gordo, donde se produjo el siniestro. El pequeño héroe contó que escuchó “un zumbido potente” que derivó en “una especie de explosión”.



Ambos jamás llegaron a pensar que se trataba de un avión accidentado ya que a los pocos minutos del suceso se enteraron, por medios televisivos, que el estruendo era evidentemente un trágico siniestro aéreo.

En ese momento no dudaron en ir en búsqueda de sobrevivientes, salieron de su hogar a buscar el lugar exacto del accidente y fue ahí donde escucharon los gritos de los primeros rescatistas que ya estaban en el lugar.

“Ya había algunos bomberos y policías cuando llegamos, gritaban que a un lado había uno, que allí estaba el otro", precisó Johan en El Colombiano, y recordó que "comenzaron a sacar los heridos pero estaban abriendo (camino) hacia un sector de (densa vegetación) y así era muy demorado. Les dijimos que había un camino más fácil y más rápido”.

Es así que durante casi tres horas colaboró en los trabajos de rescate junto a su padre y orientó a los rescatistas por el camino que siempre usan para trasladar sus cultivos de tomate, frijol y arveja a una carretera.

Tras su ardua y heroica labor, un agente de la Policía los sacó de la zona. “Subíamos por más heridos cuando cerca de las 2:00 de la madrugada un policía nos sacó mal sacados", relató.

“Nos dijo que nos fuéramos, que quién sabe con qué intenciones habíamos ido. Un bombero discutió con él y le dijo que estábamos colaborando. Para evitar problemas volvimos”, mencionó Johan, citado en El Colombiano

Ya en su hogar, afirmó: “Estaba muy cansado pero no pude dormir". "Sin embargo me dio mucha satisfacción ayudar a salvar vidas y nunca lo hice para ir a buscar objetos materiales”, aseveró.

Johan fue condecorado en la institución educativa donde cursa el noveno grado, por buen estudiante y por tener valores que muestran el verdadero lado solidario que tienen los seres humanos.