Una genialidad de Hamsik salva al Nápoles en Estambul
El eslovaco empató el partido con un golazo desde fuera del área a falta de 10 minutos para el final. Antes, había marcado Quaresma de penalti para el Besiktas.
Mirko Calemme
As
El Nápoles salió con vida del infierno de la Vodafone Arena, salvando un empate que le permite conservar el primer puesto del grupo B de la Champions. El 1-1 ante el Besiktas deja intactas las posibilidades de clasificarse a los octavos de final para los de Sarri, que conservan una ventaja de un punto sobre los turcos, que, a pesar del fuerte empuje de su publico, sufrieron la calidad de sus rivales.
Antes del partido hubo algunos incidentes entre las hinchadas, sobre todo en el metro de Estambul, donde un tifoso napolitano acabó herido. El enfrentamiento reflejó la tensión que se vivía fuera: los dos equipos jugaron con intensidad desde el primer minuto. Gabbiadini, que volvía a ser titular tras la sanción en la Serie A, tuvo dos oportunidades, ambas neutralizadas por Fabri, mientras que los locales estuvieron a un paso del gol con Hutchinson, que golpeó el exterior del palo tras un mal pase de Koulibaly con la cabeza.
Los turcos, que salieron de inicio con el exbarcelonista Adriano de extremo izquierdo detrás de Aboubakar, le dejaron todavía más la iniciativa a sus rivales al principio de la reanudación, cuando Callejón, tras un pase de Insigne, chutó fuera solo ante el meta local. Los de Sarri aumentaban la intensidad de sus ataques (con Mertens, que sustituyó a Gabbiadini) pero justo en su mejor momento llegó el mazazo: Maksimovic desvió con el brazo (no está claro si intencionalmente) un centro de Aboubakar en plena área. Fue penalti, y Quaresma lo transformó.
Era el minuto 78 y el estadio turco estallaba de felicidad, pero, con orgullo, los napolitanos parecían no notarlo y se volcaron al ataque. Hasta que, en el 82', Marek Hamsik hizo justicia con una preciosa rosca zurda que se coló en la portería de Fabri y valió el 1-1. Los italianos no se conformaron con eso, y buscaron el 1-2 hasta el último minuto, cuando tanto Mertens como Insigne llegaron muy cerca de completar la remontada. No pudo ser: el empate se queda corto para los partenopei, que siguen al mando de la liguilla, y deja a los turcos con oportunidades para clasificarse. En la próxima jornada llegará a Estambul el Benfica: será el partido decisivo para el destino de todo el grupo.
Mirko Calemme
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El Nápoles salió con vida del infierno de la Vodafone Arena, salvando un empate que le permite conservar el primer puesto del grupo B de la Champions. El 1-1 ante el Besiktas deja intactas las posibilidades de clasificarse a los octavos de final para los de Sarri, que conservan una ventaja de un punto sobre los turcos, que, a pesar del fuerte empuje de su publico, sufrieron la calidad de sus rivales.
Antes del partido hubo algunos incidentes entre las hinchadas, sobre todo en el metro de Estambul, donde un tifoso napolitano acabó herido. El enfrentamiento reflejó la tensión que se vivía fuera: los dos equipos jugaron con intensidad desde el primer minuto. Gabbiadini, que volvía a ser titular tras la sanción en la Serie A, tuvo dos oportunidades, ambas neutralizadas por Fabri, mientras que los locales estuvieron a un paso del gol con Hutchinson, que golpeó el exterior del palo tras un mal pase de Koulibaly con la cabeza.
Los turcos, que salieron de inicio con el exbarcelonista Adriano de extremo izquierdo detrás de Aboubakar, le dejaron todavía más la iniciativa a sus rivales al principio de la reanudación, cuando Callejón, tras un pase de Insigne, chutó fuera solo ante el meta local. Los de Sarri aumentaban la intensidad de sus ataques (con Mertens, que sustituyó a Gabbiadini) pero justo en su mejor momento llegó el mazazo: Maksimovic desvió con el brazo (no está claro si intencionalmente) un centro de Aboubakar en plena área. Fue penalti, y Quaresma lo transformó.
Era el minuto 78 y el estadio turco estallaba de felicidad, pero, con orgullo, los napolitanos parecían no notarlo y se volcaron al ataque. Hasta que, en el 82', Marek Hamsik hizo justicia con una preciosa rosca zurda que se coló en la portería de Fabri y valió el 1-1. Los italianos no se conformaron con eso, y buscaron el 1-2 hasta el último minuto, cuando tanto Mertens como Insigne llegaron muy cerca de completar la remontada. No pudo ser: el empate se queda corto para los partenopei, que siguen al mando de la liguilla, y deja a los turcos con oportunidades para clasificarse. En la próxima jornada llegará a Estambul el Benfica: será el partido decisivo para el destino de todo el grupo.