Tsipras remodela el Gobierno griego para facilitar la revisión del rescate
El primer ministro refuerza el equipo económico y la cartera de Inmigración
María Antonia Sánchez-Vallejo
Madrid, El País
La anunciada remodelación del Gobierno griego, esperada desde hace semanas, se ha sustanciado este viernes con el anuncio del nuevo equipo de gobierno de Alexis Tsipras. Con 48 miembros entre titulares, viceministros y secretarios de Estado, el nuevo Ejecutivo dinamiza con nuevas caras el núcleo económico, aunque éste sigue liderado por Efklidis Tsakalotos (Hacienda); refuerza el papel de Nikos Papás, el hombre más cercano al primer ministro, y deja caer a Nikos Filis, hasta ahora ministro de Educación, que en los últimos meses ha protagonizado una agria polémica con la Iglesia ortodoxa por un intento de reforma de las clases de religión rechazado de plano por la jerarquía eclesiástica.
Otra característica reseñable es una mayor presencia de mujeres, como las nuevas titulares de Trabajo, Cultura y Turismo. La primera, Efi Ajtsioglu, había estado presente como asesora en la negociación con el cuarteto (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera y Fondo Monetario Internacional), pero ahora tendrá un papel predominante en la segunda revisión del tercer rescate (86.000 millones, tres años), centrado en el mercado laboral y su posible liberalización, una añeja exigencia de los acreedores. El ministro saliente de Trabajo, Yorgos Katrúgalos, ha descartado reiteradamente que vuelvan a recortarse las pensiones, un ajuste efectuado en primavera para obtener el visto bueno a la primera revisión del programa.
En medio de la mayor crisis migratoria sufrida en el continente europeo desde la Segunda Guerra Mundial, y cuando en Grecia se agolpan casi 62.000 refugiados e inmigrantes en condiciones precarias –y con el invierno en ciernes-, Tsipras ha decidido elevar a la categoría de ministerio la cartera de Inmigración, hasta ahora viceministerio. Su titular seguirá siendo Yanis Mouzalas, pese a la polvareda levantada por la dimisión de dos altos funcionarios del departamento que dirige, disconformes con la gestión de la crisis.
Quien acapara aún más poder es Nikos Papás, la sombra de Alexis Tsipras y en virtud de esta remodelación, nuevo ministro de Agenda Digital, Telecomunicaciones e Información. Papás ha sido objeto de polémica recientemente al anular el Consejo de Estado (máxima instancia administrativa griega, equivalente al Tribunal Constitucional) parte de una criticada ley de medios que lleva su nombre. La justicia declaró inconstitucional la subasta por parte del Gobierno de cuatro licencias de televisión privada, en un intento de poner fin a la anomía del panorama televisivo que sin embargo se realizó en un proceso dominado por el secretismo. El alto tribunal resolvió que sólo un consejo regulador aún no nombrado (su constitución se debate estos días en el Parlamento) tiene esta prerrogativa. No parece por tanto que su fallida reforma audiovisual le haya pasado factura política a Papás; al revés, seguirá manteniendo despacho en la sede del primer ministro, como su hombre de mayor confianza.
Reforzado en el segundo congreso de Syriza como líder absoluto con el 93% de los votos, y a la vez en caída libre en las encuestas de intención de voto, Tsipras pretende dar un empujón a las tareas impuestas por el rescate para abordar la tan anhelada reestructuración –o cierto alivio, al menos- de la deuda, así como la deseada participación de Grecia en el programa de estímulos del Banco Central Europeo. Con la remodelación ministerial, asimismo, Tsipras espera enderezar el rumbo político, cuando tiene a toda la oposición en contra. Su socio de gobierno, la derecha soberanista de Griegos Independientes (ANEL, en sus siglas griegas), mantiene idéntica presencia en el nuevo Ejecutivo.
Los nuevos ministros griegos jurarán o prometerán sus cargos este sábado a mediodía.
María Antonia Sánchez-Vallejo
Madrid, El País
La anunciada remodelación del Gobierno griego, esperada desde hace semanas, se ha sustanciado este viernes con el anuncio del nuevo equipo de gobierno de Alexis Tsipras. Con 48 miembros entre titulares, viceministros y secretarios de Estado, el nuevo Ejecutivo dinamiza con nuevas caras el núcleo económico, aunque éste sigue liderado por Efklidis Tsakalotos (Hacienda); refuerza el papel de Nikos Papás, el hombre más cercano al primer ministro, y deja caer a Nikos Filis, hasta ahora ministro de Educación, que en los últimos meses ha protagonizado una agria polémica con la Iglesia ortodoxa por un intento de reforma de las clases de religión rechazado de plano por la jerarquía eclesiástica.
Otra característica reseñable es una mayor presencia de mujeres, como las nuevas titulares de Trabajo, Cultura y Turismo. La primera, Efi Ajtsioglu, había estado presente como asesora en la negociación con el cuarteto (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera y Fondo Monetario Internacional), pero ahora tendrá un papel predominante en la segunda revisión del tercer rescate (86.000 millones, tres años), centrado en el mercado laboral y su posible liberalización, una añeja exigencia de los acreedores. El ministro saliente de Trabajo, Yorgos Katrúgalos, ha descartado reiteradamente que vuelvan a recortarse las pensiones, un ajuste efectuado en primavera para obtener el visto bueno a la primera revisión del programa.
En medio de la mayor crisis migratoria sufrida en el continente europeo desde la Segunda Guerra Mundial, y cuando en Grecia se agolpan casi 62.000 refugiados e inmigrantes en condiciones precarias –y con el invierno en ciernes-, Tsipras ha decidido elevar a la categoría de ministerio la cartera de Inmigración, hasta ahora viceministerio. Su titular seguirá siendo Yanis Mouzalas, pese a la polvareda levantada por la dimisión de dos altos funcionarios del departamento que dirige, disconformes con la gestión de la crisis.
Quien acapara aún más poder es Nikos Papás, la sombra de Alexis Tsipras y en virtud de esta remodelación, nuevo ministro de Agenda Digital, Telecomunicaciones e Información. Papás ha sido objeto de polémica recientemente al anular el Consejo de Estado (máxima instancia administrativa griega, equivalente al Tribunal Constitucional) parte de una criticada ley de medios que lleva su nombre. La justicia declaró inconstitucional la subasta por parte del Gobierno de cuatro licencias de televisión privada, en un intento de poner fin a la anomía del panorama televisivo que sin embargo se realizó en un proceso dominado por el secretismo. El alto tribunal resolvió que sólo un consejo regulador aún no nombrado (su constitución se debate estos días en el Parlamento) tiene esta prerrogativa. No parece por tanto que su fallida reforma audiovisual le haya pasado factura política a Papás; al revés, seguirá manteniendo despacho en la sede del primer ministro, como su hombre de mayor confianza.
Reforzado en el segundo congreso de Syriza como líder absoluto con el 93% de los votos, y a la vez en caída libre en las encuestas de intención de voto, Tsipras pretende dar un empujón a las tareas impuestas por el rescate para abordar la tan anhelada reestructuración –o cierto alivio, al menos- de la deuda, así como la deseada participación de Grecia en el programa de estímulos del Banco Central Europeo. Con la remodelación ministerial, asimismo, Tsipras espera enderezar el rumbo político, cuando tiene a toda la oposición en contra. Su socio de gobierno, la derecha soberanista de Griegos Independientes (ANEL, en sus siglas griegas), mantiene idéntica presencia en el nuevo Ejecutivo.
Los nuevos ministros griegos jurarán o prometerán sus cargos este sábado a mediodía.