“Muchos no votan porque tienen que trabajar”
Un grupo de 330 empresas que incluye a General Motors, Ford Motor y Patagonia dará el día de las elecciones libre a sus empleados
Sandro Pozzi
Periodista en Nueva York
El País
Cada voto cuenta. Podría ser el mensaje que repiten en cada mitin los dos candidatos a la Casa Blanca, buscando movilizar en la recta final al electorado en unas elecciones tan disputadas. Pero así es como arranca el correo electrónico que Ford Motor envió el pasado jueves, a cinco días de las elecciones, a sus miles de empleados en todo Estados Unidos. El 8 de noviembre para ellos será un día festivo, pagado, para incentivarlos a que vayan a las urnas y ejercer su derecho democrático.
El segundo fabricante de coches de Detroit es una de las 330 compañías que cerrará sus puertas en el marco de una iniciativa bautizada como “Take off Election Day”, que en la traducción literal es como decir “libra el día de las elecciones”. Lo hará también su rival General Motors. Además participan Western Union, Hearst Publishing, Patagonia, Spotify y el fabricante de colchones Casper.
A diferencia de otros países, las elecciones en EE UU se celebran un día laborable. Eso, dicen los defensores de la iniciativa, es un impedimento para que los asalariados con menos recursos vayan a votar. Tampoco existe una legislación federal que obligue a las empresas a dar tiempo libre a sus empleados, y ni mucho menos pagado. Es algo que depende de la regulación local donde opera la empresa.
“El voto debe ser inclusivo, fácil y accesible”, afirman desde la firma tecnológica Square, donde esperan que algún día no muy lejano “el día de las elecciones sea una fiesta nacional”. Así lo va a explicar la marca de indumentaria Patagonia a los clientes que este martes se acerque a algunas de sus tiendas. Los que lo hagan por Internet verán un mensaje en su portal electrónico animándoles a votar.
Rose Marcario, la ejecutiva que lleva las riendas de la marca californiana, teme que la furia política vista durante la campaña provoque que la participación registre niveles muy bajos, en un momento en el que se necesita precisamente un liderazgo fuerte para afrontar retos como el del cambio climático. “Las empresas tenemos una posición única para empoderar al ciudadano”, explica.
Patagonia, que cuenta con 1.800 empleados, es muy activa desde hace una década en las campañas electorales. Este año va a celebran 60 eventos por todo el país para familiarizar a los electores sobre cómo proteger el planeta. Josh Wexler es consejero RevCascade. Es una compañía que no llega a la quincena de empleados. “Hay mucha gente que no puede votar porque debe trabajar”, lamenta.
Elecciones épicas
Hay otras empresas, como la que desarrolla la aplicación Evernote, que en lugar de dar el día libre por completo canceló las reuniones prevista para la mañana, para así dar tiempo suficiente a los empleados para que vayan a los colegios electorales o por si quieren hacer labores de voluntariado. “Estas elecciones son importantes y la gente le está dando muchas vueltas”, señalan los promotores de la campaña.
Howard Schultz, fundador de las cafeterías Starbucks, ha sido de los empresarios más vocales estas elecciones. “Van a ser épicas”, augura. El ejecutivo no da vacaciones a sus empleados pero si les envió una carta pidiendo respecto, compasión y dignidad hacia el proceso, a la vista de la furia desatada. “La falta de modelos políticos no debe definirnos ni dictar como tenemos que tratarnos los unos a los otros”.
El empresario se define así mismo como un demócrata y hace dos meses dio su apoyo expreso a Hillary Clinton. Lo hizo con Barack Obama también en 2008 y cuando se presentó a la reelección cuatro años después. Howard Schultz no dicta en ningún momento el voto a sus empleados. Pero si ha denunciado la división y el cinismo que está alimentando el debate nacional.
El choque político es una buena ocasión para hacer promoción. La cadena ofrece a sus clientes una versión limitada de las tazas de la “unidad”. Los servicios alternativos al taxi Uber y Lift también van a poner a su disposición sus coches en Florida, Pensilvania, Ohio, Carolina del Norte y Texas para movilizar el voto hispano. “Nuestra democracia se hace fuerte cuando se escuchan nuestras voces”, afirman desde la organización Rock the Vote.
Sandro Pozzi
Periodista en Nueva York
El País
Cada voto cuenta. Podría ser el mensaje que repiten en cada mitin los dos candidatos a la Casa Blanca, buscando movilizar en la recta final al electorado en unas elecciones tan disputadas. Pero así es como arranca el correo electrónico que Ford Motor envió el pasado jueves, a cinco días de las elecciones, a sus miles de empleados en todo Estados Unidos. El 8 de noviembre para ellos será un día festivo, pagado, para incentivarlos a que vayan a las urnas y ejercer su derecho democrático.
El segundo fabricante de coches de Detroit es una de las 330 compañías que cerrará sus puertas en el marco de una iniciativa bautizada como “Take off Election Day”, que en la traducción literal es como decir “libra el día de las elecciones”. Lo hará también su rival General Motors. Además participan Western Union, Hearst Publishing, Patagonia, Spotify y el fabricante de colchones Casper.
A diferencia de otros países, las elecciones en EE UU se celebran un día laborable. Eso, dicen los defensores de la iniciativa, es un impedimento para que los asalariados con menos recursos vayan a votar. Tampoco existe una legislación federal que obligue a las empresas a dar tiempo libre a sus empleados, y ni mucho menos pagado. Es algo que depende de la regulación local donde opera la empresa.
“El voto debe ser inclusivo, fácil y accesible”, afirman desde la firma tecnológica Square, donde esperan que algún día no muy lejano “el día de las elecciones sea una fiesta nacional”. Así lo va a explicar la marca de indumentaria Patagonia a los clientes que este martes se acerque a algunas de sus tiendas. Los que lo hagan por Internet verán un mensaje en su portal electrónico animándoles a votar.
Rose Marcario, la ejecutiva que lleva las riendas de la marca californiana, teme que la furia política vista durante la campaña provoque que la participación registre niveles muy bajos, en un momento en el que se necesita precisamente un liderazgo fuerte para afrontar retos como el del cambio climático. “Las empresas tenemos una posición única para empoderar al ciudadano”, explica.
Patagonia, que cuenta con 1.800 empleados, es muy activa desde hace una década en las campañas electorales. Este año va a celebran 60 eventos por todo el país para familiarizar a los electores sobre cómo proteger el planeta. Josh Wexler es consejero RevCascade. Es una compañía que no llega a la quincena de empleados. “Hay mucha gente que no puede votar porque debe trabajar”, lamenta.
Elecciones épicas
Hay otras empresas, como la que desarrolla la aplicación Evernote, que en lugar de dar el día libre por completo canceló las reuniones prevista para la mañana, para así dar tiempo suficiente a los empleados para que vayan a los colegios electorales o por si quieren hacer labores de voluntariado. “Estas elecciones son importantes y la gente le está dando muchas vueltas”, señalan los promotores de la campaña.
Howard Schultz, fundador de las cafeterías Starbucks, ha sido de los empresarios más vocales estas elecciones. “Van a ser épicas”, augura. El ejecutivo no da vacaciones a sus empleados pero si les envió una carta pidiendo respecto, compasión y dignidad hacia el proceso, a la vista de la furia desatada. “La falta de modelos políticos no debe definirnos ni dictar como tenemos que tratarnos los unos a los otros”.
El empresario se define así mismo como un demócrata y hace dos meses dio su apoyo expreso a Hillary Clinton. Lo hizo con Barack Obama también en 2008 y cuando se presentó a la reelección cuatro años después. Howard Schultz no dicta en ningún momento el voto a sus empleados. Pero si ha denunciado la división y el cinismo que está alimentando el debate nacional.
El choque político es una buena ocasión para hacer promoción. La cadena ofrece a sus clientes una versión limitada de las tazas de la “unidad”. Los servicios alternativos al taxi Uber y Lift también van a poner a su disposición sus coches en Florida, Pensilvania, Ohio, Carolina del Norte y Texas para movilizar el voto hispano. “Nuestra democracia se hace fuerte cuando se escuchan nuestras voces”, afirman desde la organización Rock the Vote.