Modric demuestra que está listo para jugar el derbi
Alvaro de la Rosa
As
Zidane respiró al ver la alineación de Croacia ante Islandia. Modric estaba en el banquillo. Aunque su tranquilidad no era total porque Kovacic, tocado del tobillo, sí salió en el once. La primera parte del encuentro fue algo aburrida. Croacia se encontró con un gol en el minuto 14 gracias a un fuerte zurdazo de Brozovic. Los vikingos islandeses intentaron reaccionar, pero sus armas nos les daban para inquietar a Subasic.
Las mejores ocasiones eran para los croatas. Eso sí, eran pocas por el escaso juego que crearon. Había demasiada distancia entre sus líneas y los islandeses consiguieron maniatar a Rakitic y frenar sus ofensivas. Sus opciones llegaron siempre en las botas de Perisic, pero Halldorsson o la falta de puntería impidieron que se llevaran más ventaja al descanso. Los vikingos, por su parte, lo intentaban con el juego aéreo, pero su mejor ocasión llegó en un centro que se envenenó de Elmar Bjarnason.
El partido se iba aburrido al descanso, y sólo tomó interés para los madridistas en la reanudación. Kovacic se quedaba en el vestuario por moletias en el tobillo que tenía malterecho y entraba Modric al campo. Con Luka Croacia creció. Algo que no era muy difícil. Sus 45 minutos sirvieron para ver que mejora su estado físico de cara al derbi. Se le vio atrevido en la conducción del balón e incluso generó peligro son un remate en el 68’ que el portero islandés desvió a córner. Buenas noticias para los madridistas ya que el jugador quedó liberado y podrá estar en el derbi.
Con los cambios Islandia mejoró y tuvo más el balón. Buscaba faltas cerca del área local para intentar generar peligro a balón parado, pero no lo consiguió. Su empuje final no fue suficiente para inquietar a Croacia. Los de Cacic sentenciaron el partido en una contra que lanzó Modric y en la que Brozovic se recorrió todo el campo antes de firmar su doblete. El partido tuvo un punto negro para Croacia antes del pitido final. Perisic vio la roja en una entrada absurda que no se entendió en un partido en el que su país se consolidó como líder invicto del grupo I.
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Zidane respiró al ver la alineación de Croacia ante Islandia. Modric estaba en el banquillo. Aunque su tranquilidad no era total porque Kovacic, tocado del tobillo, sí salió en el once. La primera parte del encuentro fue algo aburrida. Croacia se encontró con un gol en el minuto 14 gracias a un fuerte zurdazo de Brozovic. Los vikingos islandeses intentaron reaccionar, pero sus armas nos les daban para inquietar a Subasic.
Las mejores ocasiones eran para los croatas. Eso sí, eran pocas por el escaso juego que crearon. Había demasiada distancia entre sus líneas y los islandeses consiguieron maniatar a Rakitic y frenar sus ofensivas. Sus opciones llegaron siempre en las botas de Perisic, pero Halldorsson o la falta de puntería impidieron que se llevaran más ventaja al descanso. Los vikingos, por su parte, lo intentaban con el juego aéreo, pero su mejor ocasión llegó en un centro que se envenenó de Elmar Bjarnason.
El partido se iba aburrido al descanso, y sólo tomó interés para los madridistas en la reanudación. Kovacic se quedaba en el vestuario por moletias en el tobillo que tenía malterecho y entraba Modric al campo. Con Luka Croacia creció. Algo que no era muy difícil. Sus 45 minutos sirvieron para ver que mejora su estado físico de cara al derbi. Se le vio atrevido en la conducción del balón e incluso generó peligro son un remate en el 68’ que el portero islandés desvió a córner. Buenas noticias para los madridistas ya que el jugador quedó liberado y podrá estar en el derbi.
Con los cambios Islandia mejoró y tuvo más el balón. Buscaba faltas cerca del área local para intentar generar peligro a balón parado, pero no lo consiguió. Su empuje final no fue suficiente para inquietar a Croacia. Los de Cacic sentenciaron el partido en una contra que lanzó Modric y en la que Brozovic se recorrió todo el campo antes de firmar su doblete. El partido tuvo un punto negro para Croacia antes del pitido final. Perisic vio la roja en una entrada absurda que no se entendió en un partido en el que su país se consolidó como líder invicto del grupo I.