Madrid, AS
La derrota ante el eterno rival en el último derbi liguero en el Calderón dejó al Atlético muy tocado y una imagen preocupante. Un peso pesado como Koke no sólo terminó el choque muy enfadado, sino que además dejó claro su malestar con el técnico y el juego del equipo.
La discusión ocurrió en el minuto 88 de partido, pero venía fraguándose algunos minutos antes. Concretamente desde el 0-3 de Cristiano. Koke andaba desesperado por armar cada jugada de ataque rojiblanco y no paraba de pedir el balón. Un despeje de Savic de cabeza en el minuto 80 provocó el primer gesto de desaprobación.
Minuto y medio después las quejas de Koke se hicieron todavía más evidentes.Primero Filipe Luis le ignoró y prefirió iniciar el ataque por su cuenta. Después ocurrió lo mismo con Sául, que prefirió profundizar por el medio y buscar a Carrasco. Koke andaba ya desesperado e incluso con el juego parado metía prisa para sacar rápido.
Y así, con la sensación de que no le buscaban ni le encontraban para iniciar juego, llegó el minuto 88 y la discusión con Simeone. Hubo un intercambio de palabras en la banda y el mediocentro volvió a quejarse moviendo los brazos. Inmediatamente después Koke apenas puso intensidad en la presión y Modric le tiró con facilidad un autopase. El balón volvió entonces a la misma zona y Koke volvió a reclamarle el balón a Filipe Luis. Una vez más no tuvo éxito.
Así fue la secuencia de la discusión. Los continuos gestos de desesperación de Koke desembocaron en el primer desencuentro público entre el jugador y el entrenador.