Empate a nada entre Copenhague y Leicester, que roza el pase

Quique Rubio
As
El Leicester sumó un insulso punto en Copenhague que le acerca aún más a su sueño de estar en el próximo sorteo de octavos de final de la Champions. Fue un empate a nada, aunque suene a tópico, porque apenas hubo ocasiones de gol y el juego en el centro del campo brilló por su ausencia durante gran parte del encuentro. Los de Ranieri fueron de menos a más, al contrario que un Copenhague que sorprendió de inicio pero se fue diluyendo con el paso de los minutos. Punto que le sirve al conjunto inglés para seguir líder y que deja a los daneses con opciones de jugarse la clasificación frente al Oporto, que venció al Brujas.


Arrancó el choque con mucho ritmo, sobre todo por parte del Copenhague. Los daneses presionaban muy arriba la salida de pelota inglesa, que decidió no complicarse y rifarla cada vez que algún jugador local achuchaba. Eso hizo que el juego en la medular de los de Ranieri prácticamente no existiese durante los primeros 45 minutos y sus acercamientos fuesen en balones largos que un desaparecido Vardy no encontraba. El Copenhague estaba mejor plantado en el campo, pero sus llegadas eran muy erráticas. Federico Santander se peleó con toda la zaga y en la mejor que tuvo Schmeichel detuvo su débil lanzamiento sin problemas. También el otro punta, Cornelius, se lo ponía difícil a una zaga que fue acumulando tarjetas con el paso de los minutos. Mientras, los de Ranieri aguantaban ordenado y su primera llegada, por decir algo, fue un lanzamiento lejano de Schlupp sin demasiado peligro. Ya en el tramo final Mahrez decidió que quería divertirse un poco y se metió en el centro, dando más toque a su equipo, aunque de nuevo sin demasiado peligro.

Tras el descanso, la charla de Ranieri tuvo que ser monumental pues los suyos salieron con una marcha más. Sin embargo, fue un espejismo. Vardy empezó a asomar y Mahrez empezó a demostrar su calidad, aunque de nuevo sin peligro. Al Copenhague pareció que el punto le servía y tampoco se volvió muy loco en la búsqueda de la victoria. Ankersen y Verbic tuvieron un par de ocasiones, aunque la más clara llegó cuando el choque agonizaba. Cornelius conectó un espectacular cabezazo, pero fue incluso mejor la parada de Schmeichel. El rechace, que le cayó a los pies de Santander, no lo aprovechó el punta paraguayo y ahí murió el partido. Un punto para cada equipo y opciones de ambos para estar en octavos, aunque el Leicester se fue con la sensación de haber dado un paso de gigante para que su sueño siga vivo...

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