El Arsenal remontó en Basilea y mantiene el liderato

El conjunto inglés perdía 0-2 a los 15 minutos pero supo reaccionar. Xhaka, Giroud y Özil certificaron la remontada del Arsenal en Suiza.


E.F.-Abascal
As
El Arsenal ganó 2-3 al Ludogorets para meterse en los octavos de final de la Champions League pese a jugar con fuego en su visita a Sofia. Llegó al cuarto de hora de partido con 2-0 en contra tras un inicio loco pero logró enderezar el rumbo antes del descanso tras sendos goles de Xhaka y Giroud. Ospina salvó el 3-2 tras el descanso y Ozil, que ya había marcado un hat-trick en la ida, completó la remontada con una genialidad marca de la casa a tres minutos del final para mandar a su equipo a la siguiente ronda junto a un PSG con el que se jugará la primera plaza de grupo.


Wenger dijo en la previa de la visita a Sofia que el mayor enemigo para el Arsenal era la autocomplacencia después que los búlgaros se llevaran un 6-0 del Emirates Stadium hace dos semanas. Su equipo pareció captar el mensaje en un gran arranque de partido en el que Ramsey y Ozil tuvieron ocasión de poner a los londinenses por delante. Sin embargo, ese inicio efervescente duró lo que el desenrosque de una botella de gaseosa. El Ludogorets mostró entonces sus cartas para, en un abrir y cerrar de ojos, ponerse 2-0 por delante gracias al peligrosísimo Jonathan Cafu. El atacante brasileño, que ya mostró excelentes maneras en Londres pese al 6-0, marcó el primero en el minuto 11 y fabricó el segundo tres minutos después tras poner en jaque a una defensa demasiado debilitada por las bajas de Monreal y Bellerin.

Pero el Arsenal supo reaccionar para evitar el descalabro bajo la batuta de un genial Ozil. En ausencia de Cazorla, el alemán se erigió en dueño y señor del encuentro para regalar a Xhaka el 2-1 a los 20 minutos de partido meter de nuevo a su equipo en el partido. Supieron los Gunners jugar con los tiempos del partido a la espera del empata y el premio a su paciencia llegó justo antes del descanso con un cabezazo de Giroud a centro de Ramsey.



El Ludogorets, sin embargo, no se amedrentó. Todo lo contrario. Salió a dar la campanada otra vez después del descanso y obligó a David Ospina a lucirse con dos grandes paradas en un par de ocasiones de Wanderson al contragolpe. El portero colombiano mantuvo a su equipo con vida en los peores momentos y permitió que el Arsenal siguiera con esperanzas de lograr la victoria hasta los últimos minutos de partido. Entonces, cuando ya se daba por bueno el empate, Ozil levantó a todo el estadio de su asiento con uno de los goles de la temporada. El alemán sorteó la salida del portero con un sombrero sublime en la frontal del área y, con una frialdad inhumana, dejó a dos defensas por el suelo con sendos recortes de torero antes de mandar un pase a la red para establecer el definitivo 2-3 que mete a su equipo en los octavos. Sublime.

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