Donald Trump afronta dificultades en la confección de su equipo

Varios asesores se desmarcan del futuro gabinete y el proceso de transición está estancado por un problema burocrático

Joan Faus
Corresponsal en Estados Unidos
Washington, El País
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió este martes en Nueva York con el futuro vicepresidente, Mike Pence, para abordar la confección de su Gobierno. A la semana de ganar las elecciones, el republicano Trump afronta dificultades en el diseño de su equipo. No es infrecuente que surjan problemas al poco de los comicios y a dos meses de la investidura. Pero en el caso de Trump evidencian la complejidad del desembarco en el mundo de la gestión burocrática de Washington de un empresario sin experiencia política.


El excongresista Mike Rogers, asesor en asuntos de seguridad nacional durante la campaña del republicano, ha dimitido y no integrará el organigrama del futuro mandatario. Ben Carson, candidato durante las primarias republicanas y en los últimos meses un confidente de Trump, ha comunicado que prefiere no integrar su Administración. “La forma en que me decanto es por trabajar desde fuera”, dijo el neurocirujano retirado, el afroamericano más importante que apoya a Trump y que sonaba como posible secretario de Salud.

En paralelo, el proceso de transición con el Gobierno del demócrata Barack Obama está estancado porque Pence, que fue designado la semana pasada como el negociador jefe, todavía no ha firmado los documentos legales necesarios para gestionar el traspaso de poderes.

Y, tras el acercamiento poselectoral, han vuelto a aflorar las tensiones entre Trump y parte del establishment republicano que fueron una constante durante la campaña. Eliot Cohen, asesor del Departamento de Estado durante el Gobierno de George W. Bush, fue uno de los mayores críticos con Trump. Pero, tras su victoria, alentó a exfuncionarios a integrar el gabinete del presidente entrante. Este martes, cambió de opinión tras conocer al equipo de transición.

“Alejaros. Están enfadados, son arrogantes, gritan ‘¡habéis perdido!’. Será feo”, escribió en Twitter Cohen, que asesoró, entre 2007 y 2009, a la secretaria de Estado Condoleezza Rice. Fue uno de los impulsores de una carta contra Trump que firmaron la pasada primavera 122 republicanos relacionados con el mundo de la seguridad nacional.

Es pronto para sacar conclusiones, pero se intuyen escollos en la confección del círculo que ayuda al presidente en su política de defensa y antiterrorismo. En campaña, Trump prometió una combinación de doctrina aislacionista en la arena internacional con mano dura en la militar. Muchas voces cuestionaron su capacidad para ser comandante en jefe de la primera potencia mundial.

Se desconocen los motivos de la dimisión del asesor Rogers, pero con ella Trump pierde a una de las figuras más respetadas en el universo de la seguridad nacional. Además, el republicano no está logrando rellenar puestos en las estructuras de seguridad ante la reticencia a trabajar para él o enemistad de centenares de personas, según la publicación Daily Beast, que cita a funcionarios actuales o retirados.

En medio del debate sobre su Gobierno, Trump volvió a mostrar un perfil ambivalente en Twitter, que fue su herramienta favorita en campaña para lanzar ataques incendiarios. “Si las elecciones se basaran en el total del voto popular habría hecho campaña en Nueva York, Florida y California, y habría ganado más ampliamente y más fácilmente”, escribió en referencia al hecho de que la demócrata Hillary Clinton ganó en el cómputo de votos emitidos pero no en su traslación en Estados. Seis minutos después, Trump elogió el sistema de voto electoral, que le dio la victoria.

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