Condenan a ocho meses de cárcel a un político alemán por un tatuaje nazi
Alemania, AS
Un político alemán de 28 años del ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD) ha sido condenado hoy en segunda instancia por la Audiencia de Neuruppin (este de Alemania) a ocho meses de cárcel por llevar un tatuaje con simbología nazi
El tribunal encontró culpable a Marcel Zech de un delito de odio tras haber mostrado en una piscina pública un tatuaje -que le cubre gran parte de la espalda- en el que se ven las ruinas del campo de concentración de Auschwitz y, sobre la puerta de entrada, el famoso lema “Jedem das Seine” (A cada uno lo suyo).
Esta segunda condena es más elevada que la que recibió el político del NPD el pasado diciembre, cuando el tribunal de primera instancia de Oranienburg le condenó a seis meses de libertad vigilada.
Entonces, tanto la defensa como la Fiscalía estatal apelaron la sentencia y en segunda instancia el juez se ha inclinado por las tesis de la acusación pública, que sostiene que el acusado lleva el tatuaje por un “profundo convencimiento político”.
La historia salió a la luz porque un periodista vio el tatuaje el pasado 21 de noviembre en una piscina pública en Oranienburg y le pareció “tan extraordinario” que le sacó una foto y la publicó en la red social Facebook, según indicó ante el tribunal al comparecer como testigo.
Un político alemán de 28 años del ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD) ha sido condenado hoy en segunda instancia por la Audiencia de Neuruppin (este de Alemania) a ocho meses de cárcel por llevar un tatuaje con simbología nazi
El tribunal encontró culpable a Marcel Zech de un delito de odio tras haber mostrado en una piscina pública un tatuaje -que le cubre gran parte de la espalda- en el que se ven las ruinas del campo de concentración de Auschwitz y, sobre la puerta de entrada, el famoso lema “Jedem das Seine” (A cada uno lo suyo).
Esta segunda condena es más elevada que la que recibió el político del NPD el pasado diciembre, cuando el tribunal de primera instancia de Oranienburg le condenó a seis meses de libertad vigilada.
Entonces, tanto la defensa como la Fiscalía estatal apelaron la sentencia y en segunda instancia el juez se ha inclinado por las tesis de la acusación pública, que sostiene que el acusado lleva el tatuaje por un “profundo convencimiento político”.
La historia salió a la luz porque un periodista vio el tatuaje el pasado 21 de noviembre en una piscina pública en Oranienburg y le pareció “tan extraordinario” que le sacó una foto y la publicó en la red social Facebook, según indicó ante el tribunal al comparecer como testigo.