CITY 3-BARCELONA 1 / Guardiola devuelve el golpe
Marcó primero Messi, pero al cuarto de hora empató Gundogan. En la segunda parte, el City fue un ciclón en ataque. De Bruyne dio la vuelta al partido con un gol de falta y Gundogan consumó la victoria en el Etihad.
Santi Giménez
As
La intensidad del City se impuso a un Barcelona que se creyó que tenía el partido en el bolsillo cuando Messi reinó sobre el césped, pero en el que todavía tenían que pasar muchas cosas, casi todas buenas para el equipo local. El City se levantó de la lona cuando un directo de Messi le dejó medio groggy y supo aprovechar un error del Barcelona para no sólo rehacerse sino acabar ensañándose con el rival al que acabó ganando por 3-1. Guardiola le devolvía así el golpe al Barça que le venció 4-0 hace dos semanas.
Que el encuentro fuera una final para el City puede que tuviera que ver algo en el desarrollo de un partido divertidísimo en el que dos de los mejores equipos que tocan y conservan el balón pasaron por fases en las que apenas podían dar seis pases seguidos. La presión era tan alta por parte de ambos equipos, que los jugadores tenían que tomar las decisiones a toda velocidad.
Había prometido Guardiola que el partido iba a ser del que menos errores cometiera. No se pudieron contar cual de los dos cometió más, porque cada uno de los equipos obligó al otro a cometer muchísimos, pero sin duda, los fallos penalizaron más al Barça que a su rival.
Empezó el encuentro con el Barcelona dominando el partido y con más sorpresas tácticas en el conjunto catalán que en el de Guardiola. Umtiti salió como central diestro y Mascherano, izquierdo, en un invento que apenas duró 20 minutos. La otra novedad era la presencia de André Gomes en la media. En el City, nada de inventos en el lateral derecho. Zabaleta, que en la previa parecía descartado, compareció en el campo más fresco que una lechuga.
El City no supo meterle mano al Barça de inicio, que lograba sacar la pelota jugada y sin fallos, pero faltaba el factor determinante que desequilibrar la balanza. Y entonces apareció Messi para aterrorizar al estadio con una cabalgada en un contraataque ‘box to box’ en la que, tras asociarse con Neymar, batió a Caballero tras cortar la defensa blue como cuchillo en mantequilla.
Ahí se dieron los mejores minutos de un Barcelona que tuvo al City contra las cuerdas, pero el equipo catalán no supo remachar el trabajo. Guardiola había dicho en la previa que él nunca da un partido por perdido, ni cuando pierde por 4-0. Por lo visto ayer, sus jugadores tampoco. Sólo perdían por 1-0, pero hubo momentos en los que la superioridad culé parecía casi definitiva.
Pero el Barcelona se encantó y cometió un error fatal. Sergi Roberto perdió un balón en la salida de pelota y Gundogan apareció para marcar el empate. El City recibía un chute de adrenalina que le devolvía a la vida y el Barça, que seguía ensimismado de verse tan bello en el espejo, se preguntaba que diantres había pasado y pedía el descanso a gritos.
La segunda parte se presentaba con un partido nuevo en el que el equipo que supiera adaptarse mejor al nuevo entorno se llevaría el gato al agua. Y ahí el City se impuso al Barcelona claramente.
La presión de los ingleses convirtió el partido en un tormento para Busquets, que únicamente podía parar a los centrocampista ingleses a base de faltas. Una de tantas, la cometió en la frontal del área y De Bruyne fusiló a Ter Stegen.
Tuvo el Barça una oportunidad para rehacerse y resucitar tal y como lo había hecho el City en el primer tiempo, pero esta vez, el grosero fallo de Stones no fue aprovechado por André Gomes, que chutó al larguero. El partido ya era definitivamente del equipo de Pep que, con un Gundogan estelar, dio la puntilla a un Barça ya resignado. El golpe, estaba devuelto.
Santi Giménez
As
La intensidad del City se impuso a un Barcelona que se creyó que tenía el partido en el bolsillo cuando Messi reinó sobre el césped, pero en el que todavía tenían que pasar muchas cosas, casi todas buenas para el equipo local. El City se levantó de la lona cuando un directo de Messi le dejó medio groggy y supo aprovechar un error del Barcelona para no sólo rehacerse sino acabar ensañándose con el rival al que acabó ganando por 3-1. Guardiola le devolvía así el golpe al Barça que le venció 4-0 hace dos semanas.
Que el encuentro fuera una final para el City puede que tuviera que ver algo en el desarrollo de un partido divertidísimo en el que dos de los mejores equipos que tocan y conservan el balón pasaron por fases en las que apenas podían dar seis pases seguidos. La presión era tan alta por parte de ambos equipos, que los jugadores tenían que tomar las decisiones a toda velocidad.
Había prometido Guardiola que el partido iba a ser del que menos errores cometiera. No se pudieron contar cual de los dos cometió más, porque cada uno de los equipos obligó al otro a cometer muchísimos, pero sin duda, los fallos penalizaron más al Barça que a su rival.
Empezó el encuentro con el Barcelona dominando el partido y con más sorpresas tácticas en el conjunto catalán que en el de Guardiola. Umtiti salió como central diestro y Mascherano, izquierdo, en un invento que apenas duró 20 minutos. La otra novedad era la presencia de André Gomes en la media. En el City, nada de inventos en el lateral derecho. Zabaleta, que en la previa parecía descartado, compareció en el campo más fresco que una lechuga.
El City no supo meterle mano al Barça de inicio, que lograba sacar la pelota jugada y sin fallos, pero faltaba el factor determinante que desequilibrar la balanza. Y entonces apareció Messi para aterrorizar al estadio con una cabalgada en un contraataque ‘box to box’ en la que, tras asociarse con Neymar, batió a Caballero tras cortar la defensa blue como cuchillo en mantequilla.
Ahí se dieron los mejores minutos de un Barcelona que tuvo al City contra las cuerdas, pero el equipo catalán no supo remachar el trabajo. Guardiola había dicho en la previa que él nunca da un partido por perdido, ni cuando pierde por 4-0. Por lo visto ayer, sus jugadores tampoco. Sólo perdían por 1-0, pero hubo momentos en los que la superioridad culé parecía casi definitiva.
Pero el Barcelona se encantó y cometió un error fatal. Sergi Roberto perdió un balón en la salida de pelota y Gundogan apareció para marcar el empate. El City recibía un chute de adrenalina que le devolvía a la vida y el Barça, que seguía ensimismado de verse tan bello en el espejo, se preguntaba que diantres había pasado y pedía el descanso a gritos.
La segunda parte se presentaba con un partido nuevo en el que el equipo que supiera adaptarse mejor al nuevo entorno se llevaría el gato al agua. Y ahí el City se impuso al Barcelona claramente.
La presión de los ingleses convirtió el partido en un tormento para Busquets, que únicamente podía parar a los centrocampista ingleses a base de faltas. Una de tantas, la cometió en la frontal del área y De Bruyne fusiló a Ter Stegen.
Tuvo el Barça una oportunidad para rehacerse y resucitar tal y como lo había hecho el City en el primer tiempo, pero esta vez, el grosero fallo de Stones no fue aprovechado por André Gomes, que chutó al larguero. El partido ya era definitivamente del equipo de Pep que, con un Gundogan estelar, dio la puntilla a un Barça ya resignado. El golpe, estaba devuelto.