Aboubakar da vida al Besiktas y mete en un lío al Benfica
Los portugueses marcaron tres goles en la primera mitad y los turcos otros tantos en la segunda. La igualdad en el apretadísimo grupo B continúa. El Vodafone Arena, una fiesta.
Quique Rubio
As
Partido de locos el vivido en Estambul entre Besiktas y Benfica. El conjunto portugués se fue al descanso con un clarísimo 0-3 y pie y medio en los octavos de final de la Champions, pero la reacción del equipo turco en la segunda parte hizo que el partido terminase en empate, lo que deja todo en el aire en un apretado grupo B.
El choque tuvo dos partes, una para cada equipo. En la primera se pudo ver a un Besiktas sin tensión, muy nervioso atrás (contaba con importantes bajas) y a un Benfica efectivísimo de cara a puerta. De hecho, no tardaron los de Rui Vitoria en adelantarse en el marcador gracias a una buena definición de Guedes tras jugada de Salvio. Era el primero y poco después llegaría el segundo. Semedo, lateral derecho, recogió un balón cerca del área turca, se giró y no se lo pensó: mandó con su izquierda, su pierna menos buena, un misil ante el que nada pudo hacer el meta español Fabricio. Habían pasado 25 minutos y los lusos se veían ya en octavos. Más aún cuando en el 31', y después de una jugada de carambola, Fejsa lograse el tercero para los suyos. El tanto definió a la perfección lo que se vio durante los primeros 45 minutos en el Vodafone Arena. Mitroglou cabeceó dos veces a placer, pero se encontró en ambas ocasiones con el larguero. El rechace le cayó a Salvio, quien también cabeceó sin oposición y se topó con el poste. A la cuarta, el central Fejsa, otra vez sin nadie molestando, definió sin problemas. Las ganas del Benfica podían con la desidia del Besiktas.
Sin embargo, todo cambió en la segunda mitad. Gunes dio entrada a Tosun e Inler, y su equipo cambió por completo. Comenzó a creer en la remontada en el 58 después de otro espectacular golazo. Beck centró desde la derecha y Tosun empaló la pelota con una espectacular tijera. 1-3 y más de media hora por delante, aunque el tanto parecía en fuera de juego. Los turcos comenzaban a creérselo y los lusos empezaban a dudar, aunque tampoco hubo asedio local en los siguientes minutos tras el gol. De hecho, parecía que el empuje otomano se esfumaba como la gaseosa, aunque apareció el central sueco Lindelof para marcarse un Coentrao y hacer penalti por una absurda mano. Quaresma no desaprovechó el regalo e hizo el segundo. Todavía restaban siete minutos más el descuento y ahí sí se fueron arriba los turcos. Balones colgados desde cualquier posición, con más corazón que cabeza, y Ederson que tuvo que asomar en un par de ocasiones para salvar a los suyos. Pero nada pudo hacer cuando Aboubakar se encontró un balón suelto en el área, tras una asistencia de Quaresma de rabona, para hacer el definitivo 3-3.
El Vodafone Arena explotó. Normal. El Besiktas no había conocido la derrota en todo lo que llevamos de temporada (ni en Champions ni en el campeonato turco) y este empate le mete en la pelea por entrar en los octavos de la Champions. Visita en la última joranda a un Dinamo de Kiev que seguramente no se juegue nada, mientras que el Benfica recibe al Nápoles. Los turcos respiran. Los portugueses se meten en un lío.
Quique Rubio
As
Partido de locos el vivido en Estambul entre Besiktas y Benfica. El conjunto portugués se fue al descanso con un clarísimo 0-3 y pie y medio en los octavos de final de la Champions, pero la reacción del equipo turco en la segunda parte hizo que el partido terminase en empate, lo que deja todo en el aire en un apretado grupo B.
El choque tuvo dos partes, una para cada equipo. En la primera se pudo ver a un Besiktas sin tensión, muy nervioso atrás (contaba con importantes bajas) y a un Benfica efectivísimo de cara a puerta. De hecho, no tardaron los de Rui Vitoria en adelantarse en el marcador gracias a una buena definición de Guedes tras jugada de Salvio. Era el primero y poco después llegaría el segundo. Semedo, lateral derecho, recogió un balón cerca del área turca, se giró y no se lo pensó: mandó con su izquierda, su pierna menos buena, un misil ante el que nada pudo hacer el meta español Fabricio. Habían pasado 25 minutos y los lusos se veían ya en octavos. Más aún cuando en el 31', y después de una jugada de carambola, Fejsa lograse el tercero para los suyos. El tanto definió a la perfección lo que se vio durante los primeros 45 minutos en el Vodafone Arena. Mitroglou cabeceó dos veces a placer, pero se encontró en ambas ocasiones con el larguero. El rechace le cayó a Salvio, quien también cabeceó sin oposición y se topó con el poste. A la cuarta, el central Fejsa, otra vez sin nadie molestando, definió sin problemas. Las ganas del Benfica podían con la desidia del Besiktas.
Sin embargo, todo cambió en la segunda mitad. Gunes dio entrada a Tosun e Inler, y su equipo cambió por completo. Comenzó a creer en la remontada en el 58 después de otro espectacular golazo. Beck centró desde la derecha y Tosun empaló la pelota con una espectacular tijera. 1-3 y más de media hora por delante, aunque el tanto parecía en fuera de juego. Los turcos comenzaban a creérselo y los lusos empezaban a dudar, aunque tampoco hubo asedio local en los siguientes minutos tras el gol. De hecho, parecía que el empuje otomano se esfumaba como la gaseosa, aunque apareció el central sueco Lindelof para marcarse un Coentrao y hacer penalti por una absurda mano. Quaresma no desaprovechó el regalo e hizo el segundo. Todavía restaban siete minutos más el descuento y ahí sí se fueron arriba los turcos. Balones colgados desde cualquier posición, con más corazón que cabeza, y Ederson que tuvo que asomar en un par de ocasiones para salvar a los suyos. Pero nada pudo hacer cuando Aboubakar se encontró un balón suelto en el área, tras una asistencia de Quaresma de rabona, para hacer el definitivo 3-3.
El Vodafone Arena explotó. Normal. El Besiktas no había conocido la derrota en todo lo que llevamos de temporada (ni en Champions ni en el campeonato turco) y este empate le mete en la pelea por entrar en los octavos de la Champions. Visita en la última joranda a un Dinamo de Kiev que seguramente no se juegue nada, mientras que el Benfica recibe al Nápoles. Los turcos respiran. Los portugueses se meten en un lío.