Un juez niega cinco amparos que buscaban frenar la extradición de El Chapo
La defensa del narcotraficante dice que impugnará mediante un recurso de revisión el fallo del juez. El proceso de extradición podrìa durar hasta tres años
Zorayda Gallegos
México, El País
El proceso de extradición del Joaquín El Chapo Guzmán parece imparable. Un juzgado en materia penal negó dos amparos promovidos por la defensa del líder del Cártel de Sinaloa y sobreseyó tres recursos más que buscaban frenar la entrega del narcotraficante. La Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) ha logrado dar un paso más en el largo camino legal que ha emprendido para lograr que el capo sea trasladado a Estados Unidos. Pero hasta ahora nada es definitivo. La resolución del juzgado décimo tercero puede ser impugnada por la defensa del narcotraficante ante el mismo órgano judicial. Además sus abogados pueden poner un recurso de apelación ante un tribunal colegiado que tendrá que analizar el caso en un proceso que podría tardar varios meses más. El caso, incluso, podría llegar a la Suprema Corte, explica José Refugio Rodrìguez, el defensor del capo.
En mayo pasado el Gobierno mexicano concedió la extradición del sinaloense a la justicia de Estados Unidos para ser procesado ante dos cortes de distrito. En California se le juzgaría por el cargo de asociación para importar y distribuir cocaína, mientras que en Texas los delitos que se le imputan son de asociación delictuosa, contra la salud, delincuencia organizada, posesión de armas, lavado de dinero y homicidio. “Cabe señalar que el Gobierno estadounidense proporcionó las garantías suficientes de que no se aplicará la pena de muerte al señor Guzmán Loera, en caso de ser extraditado y juzgado en ese país”, detalló la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La noticia no fue bien recibida por el equipo legal del capo sinaloense. Uno de sus abogados, José Refugio Rodríguez, dijo que en caso de ser entregado a EE UU, Guzmán Loera se declararía culpable y buscaría lograr un acuerdo con las autoridades de ese país para recibir una pena mínima. Su cliente, afirmó, no buscará someterse a un juicio porque hay antecedentes de que los narcotraficantes que han optado por esa vía han terminado con severas penas. “Es un hecho que si lo extraditan él se declarará culpable de los cargos que existen en su contra allá porque de otra forma tendría que enfrentar un juicio donde se discutiera su culpabilidad y la experiencia nos dice que todos los que en su situación se han ido a juicio les ha ido muy mal”, explicó.
Aunque dos de los cinco amparos que le fueron negados hoy a El Chapo son los únicos que había promovido en contra de la extradición, Rodríguez afirma que esto no significa que el proceso ha concluído y su cliente tendrá que ser trasladado a territorio estadounidense inmediatamente. El trámite de extradición puede durar hasta tres años, detalla en entrevista. En ese lapso el equipo legal del líder del cártel de Sinaloa trabajará en dos vías: a través de una serie de juicios de amparo para evitar la extradición y a la par buscaría que se logre un acuerdo con EE UU. “Seguiremos luchando porque Joaquín no está derrotado en territorio nacional", dice la defensa.
El panorama luce complicado para Guzmán Loera en varios frentes. En Sinaloa, de donde es originario, se ha emprendido una guerra entre el cártel que comanda y sus rivales los Beltrán Leyva. La batalla ha llegado hasta la tierra del capo: la localidad de Badiraguato, donde vive su madre Consuelo. Además, uno o dos de sus hijos –nunca lo aclararon las autoridades- fueron secuestrados por el Cártel Jalisco Nueva Generación. Aunque los jóvenes fueron liberados días despúes de ser raptados de un restaurante, el hecho representó un fuerte golpe al cártel de Sinaloa.
El cártel de El Chapo está en la mira de las fuerzas castrenses. A finales de septiembre, miembros del grupo criminal protagonizaron una emboscada en contra del Ejército en Sinaloa. Según los reportes de medios locales, un grupo de hombres armados intentó rescatar a un sicario que era custodiado por los soldados y en el enfrentamiento mataron a cuatro militares e hirieron a otros ocho. Un mando castrense acusó a los hijos del narcotraficante de ser los que ordenaron el ataque, pero estos lo negaron.
Zorayda Gallegos
México, El País
El proceso de extradición del Joaquín El Chapo Guzmán parece imparable. Un juzgado en materia penal negó dos amparos promovidos por la defensa del líder del Cártel de Sinaloa y sobreseyó tres recursos más que buscaban frenar la entrega del narcotraficante. La Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) ha logrado dar un paso más en el largo camino legal que ha emprendido para lograr que el capo sea trasladado a Estados Unidos. Pero hasta ahora nada es definitivo. La resolución del juzgado décimo tercero puede ser impugnada por la defensa del narcotraficante ante el mismo órgano judicial. Además sus abogados pueden poner un recurso de apelación ante un tribunal colegiado que tendrá que analizar el caso en un proceso que podría tardar varios meses más. El caso, incluso, podría llegar a la Suprema Corte, explica José Refugio Rodrìguez, el defensor del capo.
En mayo pasado el Gobierno mexicano concedió la extradición del sinaloense a la justicia de Estados Unidos para ser procesado ante dos cortes de distrito. En California se le juzgaría por el cargo de asociación para importar y distribuir cocaína, mientras que en Texas los delitos que se le imputan son de asociación delictuosa, contra la salud, delincuencia organizada, posesión de armas, lavado de dinero y homicidio. “Cabe señalar que el Gobierno estadounidense proporcionó las garantías suficientes de que no se aplicará la pena de muerte al señor Guzmán Loera, en caso de ser extraditado y juzgado en ese país”, detalló la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La noticia no fue bien recibida por el equipo legal del capo sinaloense. Uno de sus abogados, José Refugio Rodríguez, dijo que en caso de ser entregado a EE UU, Guzmán Loera se declararía culpable y buscaría lograr un acuerdo con las autoridades de ese país para recibir una pena mínima. Su cliente, afirmó, no buscará someterse a un juicio porque hay antecedentes de que los narcotraficantes que han optado por esa vía han terminado con severas penas. “Es un hecho que si lo extraditan él se declarará culpable de los cargos que existen en su contra allá porque de otra forma tendría que enfrentar un juicio donde se discutiera su culpabilidad y la experiencia nos dice que todos los que en su situación se han ido a juicio les ha ido muy mal”, explicó.
Aunque dos de los cinco amparos que le fueron negados hoy a El Chapo son los únicos que había promovido en contra de la extradición, Rodríguez afirma que esto no significa que el proceso ha concluído y su cliente tendrá que ser trasladado a territorio estadounidense inmediatamente. El trámite de extradición puede durar hasta tres años, detalla en entrevista. En ese lapso el equipo legal del líder del cártel de Sinaloa trabajará en dos vías: a través de una serie de juicios de amparo para evitar la extradición y a la par buscaría que se logre un acuerdo con EE UU. “Seguiremos luchando porque Joaquín no está derrotado en territorio nacional", dice la defensa.
El panorama luce complicado para Guzmán Loera en varios frentes. En Sinaloa, de donde es originario, se ha emprendido una guerra entre el cártel que comanda y sus rivales los Beltrán Leyva. La batalla ha llegado hasta la tierra del capo: la localidad de Badiraguato, donde vive su madre Consuelo. Además, uno o dos de sus hijos –nunca lo aclararon las autoridades- fueron secuestrados por el Cártel Jalisco Nueva Generación. Aunque los jóvenes fueron liberados días despúes de ser raptados de un restaurante, el hecho representó un fuerte golpe al cártel de Sinaloa.
El cártel de El Chapo está en la mira de las fuerzas castrenses. A finales de septiembre, miembros del grupo criminal protagonizaron una emboscada en contra del Ejército en Sinaloa. Según los reportes de medios locales, un grupo de hombres armados intentó rescatar a un sicario que era custodiado por los soldados y en el enfrentamiento mataron a cuatro militares e hirieron a otros ocho. Un mando castrense acusó a los hijos del narcotraficante de ser los que ordenaron el ataque, pero estos lo negaron.