NÁPOLES 2 - BESIKTAS 3 / Aboubakar da los tres puntos al Besiktas para apretar el grupo
Partido loco en San Paolo. Muchos fallos defensivos y goles. Aboubakar, que marcó dos goles, consiguió marcar en la recta final para meter al Nápoles en un lío.
Mirko Calemme
As
De la posible clasificación después de apenas tres jornadas (que habría sido un récord) a la decepción por una derrota como local que complica, y mucho, el camino hacia los octavos de final. El Nápoles vivió una noche horrible ante el Besiktas, que asaltó su estadio 3-2 aprovechando los errores de una defensa que, sin Raúl Albiol, parece haber perdido casi toda su solidez.
Los casi 3 mil hinchas turcos llegados al sur de Italia se hicieron escuchar durante todo el partido, algo que en el San Paolo tiene mérito. Y pudieron celebrar muy pronto: tras apenas 12 minutos, la defensa partenopea se olvidó totalmente de Quaresma, que pudo centrar con tranquilidad para Adriano, autor de un cómodo 0-1.
Los sureños, que sorprendentemente salieron de inicio sin Gabbiadini y con Mertens como falso nueve, se volcaron al ataque y pusieron las tablas justo con el belga en el 30', que aprovechó una gran asistencia del intocable Callejón. Sin embargo, la defensa partenopea huérfana de Albiol volvió a mostrar problemas: un mal pase de Jorginho le regaló el balón a Aboubakar, que pudo correr solo ante la portería local y batir a Reina. Fue el octavo gol que los italianos encajaron desde que se lesionó el exmadridista, en el minuto 11 del partido con el Benfica del pasado 28 de septiembre.
El Nápoles empezó la reanudación con garra, volviendo a buscar un empate que pudo llegar enseguida. En el 49' el meta de los turcos paró con las malas en plena área a Mertens, que estaba listo para aprovechar su rechace tras un chut de Callejón. Lorenzo Insigne se encargó del lanzamiento, pero se hizo hipnotizar por el mismo meta, que lo neutralizó. El delantero italiano, pitado por sus tifosi, sufrió mucho el fallo, y Sarri decidió sustituirle con Gabbiadini. Y en el 68' otra vez Mertens, agarrado en el área por Erkin, forzó otro penalti (esta vez menos claro), que el ex del Sampdoria quiso lanzar y realizó sin apuros.
Parecía que el conjunto de Sarri estaba listo para completar la remontada y llevarse unos tres puntos que le hubieran acercado a la clasificación, pero tras varios vaivenes y ocasiones para ambos los contrincantes, en el 86' Aboubakar (que todavía no había marcado goles en este curso), firmó su doblete aprovechando - en posible posición de fuera de juego - un gran lanzamiento de falta de Quaresma, haciendo inmensa la fiesta de los hinchas turcos presentes en Italia. Por primera vez en décadas el conjunto napolitano parecía visitante en su estadio: los de Şenol Güneş celebraron a lo grande un triunfo que, ahora, los sitúa en el segundo puesto grupo B con 5 puntos, uno menos del Nápoles y uno más del Benfica. Una liguilla que parecía sentenciada, ahora se puso más viva que nunca.
Mirko Calemme
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De la posible clasificación después de apenas tres jornadas (que habría sido un récord) a la decepción por una derrota como local que complica, y mucho, el camino hacia los octavos de final. El Nápoles vivió una noche horrible ante el Besiktas, que asaltó su estadio 3-2 aprovechando los errores de una defensa que, sin Raúl Albiol, parece haber perdido casi toda su solidez.
Los casi 3 mil hinchas turcos llegados al sur de Italia se hicieron escuchar durante todo el partido, algo que en el San Paolo tiene mérito. Y pudieron celebrar muy pronto: tras apenas 12 minutos, la defensa partenopea se olvidó totalmente de Quaresma, que pudo centrar con tranquilidad para Adriano, autor de un cómodo 0-1.
Los sureños, que sorprendentemente salieron de inicio sin Gabbiadini y con Mertens como falso nueve, se volcaron al ataque y pusieron las tablas justo con el belga en el 30', que aprovechó una gran asistencia del intocable Callejón. Sin embargo, la defensa partenopea huérfana de Albiol volvió a mostrar problemas: un mal pase de Jorginho le regaló el balón a Aboubakar, que pudo correr solo ante la portería local y batir a Reina. Fue el octavo gol que los italianos encajaron desde que se lesionó el exmadridista, en el minuto 11 del partido con el Benfica del pasado 28 de septiembre.
El Nápoles empezó la reanudación con garra, volviendo a buscar un empate que pudo llegar enseguida. En el 49' el meta de los turcos paró con las malas en plena área a Mertens, que estaba listo para aprovechar su rechace tras un chut de Callejón. Lorenzo Insigne se encargó del lanzamiento, pero se hizo hipnotizar por el mismo meta, que lo neutralizó. El delantero italiano, pitado por sus tifosi, sufrió mucho el fallo, y Sarri decidió sustituirle con Gabbiadini. Y en el 68' otra vez Mertens, agarrado en el área por Erkin, forzó otro penalti (esta vez menos claro), que el ex del Sampdoria quiso lanzar y realizó sin apuros.
Parecía que el conjunto de Sarri estaba listo para completar la remontada y llevarse unos tres puntos que le hubieran acercado a la clasificación, pero tras varios vaivenes y ocasiones para ambos los contrincantes, en el 86' Aboubakar (que todavía no había marcado goles en este curso), firmó su doblete aprovechando - en posible posición de fuera de juego - un gran lanzamiento de falta de Quaresma, haciendo inmensa la fiesta de los hinchas turcos presentes en Italia. Por primera vez en décadas el conjunto napolitano parecía visitante en su estadio: los de Şenol Güneş celebraron a lo grande un triunfo que, ahora, los sitúa en el segundo puesto grupo B con 5 puntos, uno menos del Nápoles y uno más del Benfica. Una liguilla que parecía sentenciada, ahora se puso más viva que nunca.