Miss Venezuela acusa la crisis
La nueva edición del icónico concurso sufre las consecuencias de la recesión
Alfredo Meza
Caracas, El País
La 64ª edición del concurso Miss Venezuela se celebró el jueves en Caracas con una ceremonia más bien íntima. Lejos del boato y la pompa barroca de anteriores ediciones, el gran evento social que congrega a los venezolanos eligió a Keysi Sayago, una ingeniera mecánica de 22 años, como su nueva reina de belleza. La crisis económica redujo el espectáculo a un estudio de televisión.
En anteriores ediciones, Miss Venezuela era la gran gala anual del espectáculo local y el programa más visto del año. El Poliedro de Caracas, una instalación con capacidad para 13.000 personas, recibía a figuras de la televisión, dirigentes políticos y hombres de negocios ansiosos por ver y dejarse ver en el evento que retrata buena parte de su idiosincrasia. Pero la crisis ha acabado con la posibilidad de organizar un espectáculo acorde a su influencia social.
Alguna vez el concurso presentó en su cartel a Camilo Sesto o Raphael o al mexicano Emmanuel. Este 2016 debió conformarse con intérpretes menos relevantes y tuvo que dar su mejor esfuerzo para conseguir insumos escasos con el empeño de los exploradores. En una entrevista con Efe, el director del programa de televisión, Erick Simonato, aseguró que la Organización Miss Venezuela ha sorteado problemas de variada índole en los “últimos años”, pero subrayó que para esta edición esos problemas “se han sentido muchísimo”. “Hay cosas esenciales que no conseguimos: pintura, tirro [cinta adhesiva], botones para los vestidos de las muchachas, telas...”, expuso.
El interés de los venezolanos por el concurso, en cambio, sigue intacto. Durante las cuatro horas de show, 15 de las 20 tendencias en Twitter estaban relacionadas con el mismo. Ni sus más enconados críticos pueden ignorar las implicaciones del evento y toda la parafernalia que supone vivir en un país que, aún quebrado, sigue atrapado en su hedonismo.
Mientras los programas de farándula comentaban todo lo que había dejado la competición, una duda sobrevolaba: ¿cómo habrían asimilado la derrota las candidatas de la Mesa de la Unidad, la plataforma opositora? Dos de las favoritas, las representantes de los Estados de Vargas (litoral central) y Cojedes (centro) son las prometidas de los diputados Carlos Paparoni (Primero Justicia) y del concejal de Chacao Diego Scha rifker (Un Nuevo Tiempo). En broma, en las redes sociales se decía que alguna de ellas podría ser primera dama en un futuro cercano. Pero, además, la animadora Mariángel Ruiz es la prometida del alcalde del municipio Sucre (este de Caracas) Carlos Ocariz, otro reconocido opositor. Todas ellas, a pesar de la crisis, protagonizaron a su manera la que se considera la noche más linda del año.
Alfredo Meza
Caracas, El País
La 64ª edición del concurso Miss Venezuela se celebró el jueves en Caracas con una ceremonia más bien íntima. Lejos del boato y la pompa barroca de anteriores ediciones, el gran evento social que congrega a los venezolanos eligió a Keysi Sayago, una ingeniera mecánica de 22 años, como su nueva reina de belleza. La crisis económica redujo el espectáculo a un estudio de televisión.
En anteriores ediciones, Miss Venezuela era la gran gala anual del espectáculo local y el programa más visto del año. El Poliedro de Caracas, una instalación con capacidad para 13.000 personas, recibía a figuras de la televisión, dirigentes políticos y hombres de negocios ansiosos por ver y dejarse ver en el evento que retrata buena parte de su idiosincrasia. Pero la crisis ha acabado con la posibilidad de organizar un espectáculo acorde a su influencia social.
Alguna vez el concurso presentó en su cartel a Camilo Sesto o Raphael o al mexicano Emmanuel. Este 2016 debió conformarse con intérpretes menos relevantes y tuvo que dar su mejor esfuerzo para conseguir insumos escasos con el empeño de los exploradores. En una entrevista con Efe, el director del programa de televisión, Erick Simonato, aseguró que la Organización Miss Venezuela ha sorteado problemas de variada índole en los “últimos años”, pero subrayó que para esta edición esos problemas “se han sentido muchísimo”. “Hay cosas esenciales que no conseguimos: pintura, tirro [cinta adhesiva], botones para los vestidos de las muchachas, telas...”, expuso.
El interés de los venezolanos por el concurso, en cambio, sigue intacto. Durante las cuatro horas de show, 15 de las 20 tendencias en Twitter estaban relacionadas con el mismo. Ni sus más enconados críticos pueden ignorar las implicaciones del evento y toda la parafernalia que supone vivir en un país que, aún quebrado, sigue atrapado en su hedonismo.
Mientras los programas de farándula comentaban todo lo que había dejado la competición, una duda sobrevolaba: ¿cómo habrían asimilado la derrota las candidatas de la Mesa de la Unidad, la plataforma opositora? Dos de las favoritas, las representantes de los Estados de Vargas (litoral central) y Cojedes (centro) son las prometidas de los diputados Carlos Paparoni (Primero Justicia) y del concejal de Chacao Diego Scha rifker (Un Nuevo Tiempo). En broma, en las redes sociales se decía que alguna de ellas podría ser primera dama en un futuro cercano. Pero, además, la animadora Mariángel Ruiz es la prometida del alcalde del municipio Sucre (este de Caracas) Carlos Ocariz, otro reconocido opositor. Todas ellas, a pesar de la crisis, protagonizaron a su manera la que se considera la noche más linda del año.