Maduro planta a la cumbre iberoamericana
Venezuela está solo representada por la canciller, Delcy Rodríguez, pese a que el presidente confirmó su participación el viernes
C. E. CUÉ
Cartagena de Indias, El País
La Cumbre Iberoamericana arrancó sin la presencia de Nicolás Maduro, quien había confirmado su asistencia a la cita de Cartagena de Indias el viernes. En el momento de la inauguración del foro, Venezuela solo estaba representada por la canciller, Delcy Rodríguez. Fuentes oficiales aseguraron que la explicación que dio Rodríguez sobre la ausencia de Maduro es que no acudió porque debía recibir en Caracas a los enviados del Vaticano que participarían en el diálogo entre el Gobierno y la oposición este domingo. Ni la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB), organizadora del evento, ni la anfitriona Colombia –a través de Presidencia y Cancillería- hicieron un pronunciamiento oficial sobre la ausencia de Maduro.
La ausencia de Maduro, junto a la del argentino Mauricio Macri la más notoria, ha copado la atención de la Cumbre Iberoamericana. El Gobierno venezolano había dado un perfil bajo a su delegación, encabezada por el viceministro de América Latina y El Caribe, Alexander Gabriel Yánez. Venezuela no parecía buscar el protagonismo que sin embargo tiene en cada foro internacional donde hay países latinoamericanos. A última hora de la mañana del viernes, la SEGIB confirmó su presencia, reiterada por la Cancillería de Colombia. Finalmente, a la inauguración solo acudió la canciller.
La crisis de Venezuela, pese a la ausencia de Maduro, ha estado presente durante los días previos a la cumbre y en algunas intervenciones relevantes de los jefes de Estado y cancilleres de la región. "Es muy difícil tener una reunión como esta sin hablar de los temas delicados de la región como los del país vecino", dijo el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuzcynski durante su intervención, en referencia a Venezuela, que, a su juicio, "sufre una tremenda crisis económica, de derechos políticos y humanos". "No hay ningún afán en intervenir en otros países ni existe afán ideológico, pero sí queremos que los países iberoamericanos progresen y no retrocedan".
"Hay una preocupación general, Venezuela afecta a toda la región. Hay una crisis de índole económica, política y hay una crisis de abastecimiento. Todo esto nos preocupa", aseguró a EL PAÍS la canciller argentina, Susana Malcorra. "La suspensión del revocatorio ha escalado las tensiones. Venezuela necesita una salida de sus problemas a través del diálogo. La situación está lo suficientemente delicada y frágil como para no echar leña al fuego. Los ánimos están muy caldeados, hay que intentar no caldearlos más. No pensemos que hay salida milagrosa que importar de ningún lado ni que va a caer del cielo", añadió Malcorra.
Hasta el viernes, la situación de Venezuela no se encontraba entre la decena de resoluciones que los mandatarios y los respectivos cancilleres tratarían durante la jornada de este sábado, según aseguró la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan. Sí se espera una nueva declaración contra el embargo de Cuba y el respaldo al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, para que logre un nuevo acuerdo de paz con las FARC.
C. E. CUÉ
Cartagena de Indias, El País
La Cumbre Iberoamericana arrancó sin la presencia de Nicolás Maduro, quien había confirmado su asistencia a la cita de Cartagena de Indias el viernes. En el momento de la inauguración del foro, Venezuela solo estaba representada por la canciller, Delcy Rodríguez. Fuentes oficiales aseguraron que la explicación que dio Rodríguez sobre la ausencia de Maduro es que no acudió porque debía recibir en Caracas a los enviados del Vaticano que participarían en el diálogo entre el Gobierno y la oposición este domingo. Ni la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB), organizadora del evento, ni la anfitriona Colombia –a través de Presidencia y Cancillería- hicieron un pronunciamiento oficial sobre la ausencia de Maduro.
La ausencia de Maduro, junto a la del argentino Mauricio Macri la más notoria, ha copado la atención de la Cumbre Iberoamericana. El Gobierno venezolano había dado un perfil bajo a su delegación, encabezada por el viceministro de América Latina y El Caribe, Alexander Gabriel Yánez. Venezuela no parecía buscar el protagonismo que sin embargo tiene en cada foro internacional donde hay países latinoamericanos. A última hora de la mañana del viernes, la SEGIB confirmó su presencia, reiterada por la Cancillería de Colombia. Finalmente, a la inauguración solo acudió la canciller.
La crisis de Venezuela, pese a la ausencia de Maduro, ha estado presente durante los días previos a la cumbre y en algunas intervenciones relevantes de los jefes de Estado y cancilleres de la región. "Es muy difícil tener una reunión como esta sin hablar de los temas delicados de la región como los del país vecino", dijo el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuzcynski durante su intervención, en referencia a Venezuela, que, a su juicio, "sufre una tremenda crisis económica, de derechos políticos y humanos". "No hay ningún afán en intervenir en otros países ni existe afán ideológico, pero sí queremos que los países iberoamericanos progresen y no retrocedan".
"Hay una preocupación general, Venezuela afecta a toda la región. Hay una crisis de índole económica, política y hay una crisis de abastecimiento. Todo esto nos preocupa", aseguró a EL PAÍS la canciller argentina, Susana Malcorra. "La suspensión del revocatorio ha escalado las tensiones. Venezuela necesita una salida de sus problemas a través del diálogo. La situación está lo suficientemente delicada y frágil como para no echar leña al fuego. Los ánimos están muy caldeados, hay que intentar no caldearlos más. No pensemos que hay salida milagrosa que importar de ningún lado ni que va a caer del cielo", añadió Malcorra.
Hasta el viernes, la situación de Venezuela no se encontraba entre la decena de resoluciones que los mandatarios y los respectivos cancilleres tratarían durante la jornada de este sábado, según aseguró la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan. Sí se espera una nueva declaración contra el embargo de Cuba y el respaldo al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, para que logre un nuevo acuerdo de paz con las FARC.