Los republicanos se movilizan para retener las Cámaras si Trump pierde

El empresario mantiene el pulso en el partido tras una cascada de rechazos

Amanda Mars
Nueva York, El País
Donald Trump mantiene su pulso con el Partido Republicano mientras una inédita cascada de deserciones presiona para que retire su candidatura tras la filtración de un vídeo con comentarios denigrantes hacia las mujeres. Muchos pesos pesados republicanos temen perder la elección presidencial y que también se les vaya por el camino la Cámara de Representantes, que controlan ampliamente, y el Senado, donde su mayoría es mínima y que se renueva en un tercio. A ello obedecen muchas de las retiradas de apoyos por unos exabruptos de 2005, cuando tantas ofensas previas no levantaron tal tormenta.


Salvo que Trump fallezca o decida retirarse por propia voluntad, los republicanos tienen prácticamente imposible librarse del hombre que les representa como candidato a presidir Estados Unidos. Y eso, desde el viernes, ha sembrado el pánico ante una posible victoria arrolladora de Hillary Clinton, impulsada por el último escándalo del empresario neoyorquino, el más clamoroso hasta ahora, a un mes de las elecciones. Además de la presidencia, está en juego el Congreso (integrado por el Senado y la Cámara de Representantes) y los republicanos temen que quien el fin de semana haya decidido no votar por Trump se quede en casa y tampoco apoye al partido.

Que el vicepresidente del país, Joe Biden, haya calificado de “agresión sexual” las actitudes hacia las mujeres del candidato presidencial, relatadas por el mismo Trump en un vídeo de 2005 divulgado recientemente, da una medida de la gravedad del asunto. Que alguien como Condoleezza Rice, secretaria de Estado con el republicano George W. Bush, exclamara el sábado “¡Basta! Donald Trump no debería ser presidente. Debería retirarse” también refleja el punto de inflexión.

El senador y excandidato presidencial republicano John McCain también le ha retirado su apoyo. Y el exgobernador de California Arnold Schwarzenegger ha escrito: “He sido un orgulloso republicano desde que llegué a América en 1968 (...), pero hay una etiqueta por encima de la de republicano: estadounidense, y quiero recordar a mis compañeros republicanos que no solo es aceptable elegir al país por encima del partido; es vuestro deber”.

Las "retórica increíble" de Trump también ha sido calificada por el presidente Obama como "perturbadora", pero el mandatario fue más allá del nominado republicano. "Uno de los aspectos más preocupantes de estas elecciones es la retórica increíble que escuchamos de su representante", dijo Obama durante un acto de recaudación en Chicago. "Nos revela que [Trump] es suficientemente inseguro como para darse impulso aplastando a otras personas. No es un carácter que yo recomendaría para la persona que ocupe el Despacho Oval".

El vídeo muestra a Trump en el descanso de un programa televisivo diciendo que él, en su condición de estrella, puede hacer lo que quiera con las mujeres, que le permiten todo, como tomarlas por los genitales. Afirma que las besa sin plantearse si lo desean y relata cómo trató de acostarse con una mujer casada entrándole “como a una zorra”.

Hay conmoción entre los republicanos, pero también algo de instinto de supervivencia. Mientras se multiplicaban las peticiones de muchos para que su candidato se retire y proliferaban los comunicados de condena, el magnate escribió en Twitter algo en ese sentido: “Cuántos santurrones hipócritas. Ven los números de sus sondeos bajar”.
Las mujeres como arma política

Uno de los puntos débiles de Donald Trump en la campaña es su actitud hacia las mujeres, muchas veces sexista y en ocasiones relatada como abusiva hasta por una de sus exesposas. Como contraataque a su rival demócrata, Hillary Clinton, el empresario utiliza el historial de su marido, Bill Clinton. Antes del escándalo Lewinsky, el expresidente ya había sido acusado de acoso por al menos otra mujer.

Los republicanos han acusado a la candidata Clinton muchas veces de haber tratado de desacreditar a esas mujeres con el fin de proteger a su marido. Rudolph Giuliani, convertido en uno de los grandes apoyos de Trump, insinuó que en el debate de anoche podrían salir a la luz estos trapos sucios.

Se mantiene a su lado Rudolph Giuliani, exalcalde de Nueva York. Muchos de los que el fin de semana estaban abandonando a Trump nunca han estado con él de verdad, señaló Giuliani. “Claramente, se siente mal por lo que dijo, se ha disculpado, y le gustaría pasar a hablar de los problemas a los que los estadounidenses se enfrentan”, añadió.

Giuliani tuvo que sustituir a la gerente de campaña, Kellyanne Conway, en un programa de la cadena de televisión conservadora Fox News, ya que esta canceló su asistencia. Conway fue elevada de rango en agosto en una remodelación del equipo de campaña para mejorar la imagen de Trump entre el electorado femenino.

El presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, se borró de otra cita previa al segundo debate presidencial programado para esta noche en San Luis (Misuri). Un correo electrónico del comité difundido por el diario Politico señala que han ordenado detener el envío de publicidad a nombre del candidato. Y Priebus está pidiendo que los fondos para Trump se redirijan a financiar las campañas de los senadores, según The Wall Street Journal.

El promedio de las encuestas que elabora el portal Real Clear Politics, que aún no recoge los efectos de esta tormenta, refleja una victoria de Clinton con el 47,5%, frente al 42,9% del republicano. Es una incógnita si el vídeo machista movilizará a los votantes demócratas para ir en masa a las urnas con el fin de poner a Clinton en la Casa Blanca o si molestará tanto a los republicanos que decidan dar la espalda a su candidato. Una encuesta de Politico y Morning Consult justo después de que el vídeo se difundiera refleja que solo el 12% de los votantes republicanos considera que Trump debe retirarse.

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