Los informativos mexicanos inician una nueva era

Ciro Gómez Leyva arranca un nuevo noticiario en Imagen Televisión

Luis Pablo Beauregard
México, El País
En una mañana de 1935 los ingenieros Francisco Stavoli y Miguel Fonseca acudieron a las oficinas del Partido Nacional Revolucionario. Los técnicos habían sido financiados en 1929 por el partido, que con los años evolucionaría hasta convertirse en el PRI, para comprar en Nueva York el primer equipo de televisión para México. Durante años experimentaron con las transmisiones. Ese día de mayo de 1935 estaban listos para mostrar sus avances al público. En el número 18 de la avenida Reforma el aparato reveló el rostro del presidente Lázaro Cárdenas. Un nuevo medio nacía en México de la mano del poder.


El matrimonio entre la televisión y la política en México ha sido largo. El país fue el primero de América Latina con transmisiones de televisión. El primer directo fue el cuarto informe de Gobierno del presidente Miguel Álemán, en septiembre de 1950. Este lunes arranca una nueva era que pondrá a prueba la relación con el poder. El arranque de transmisiones de Imagen, una tercera cadena nacional, aumenta la competencia del sector y culmina un relevo generacional en los informativos.

Televisa, que dominó la industria durante décadas con prácticas monopólicas, fue la primera en sumarse al cambio con dos propuestas. Denise Maerker, una politóloga de 51 años educada en Francia, inició en agosto un noticiario nocturno de 22 minutos. Es la primera mujer en ese espacio del Canal 2 de Televisa en 45 años. Por la mañana, el periodista Carlos Loret de Mola dirige un informativo de una hora.

“La televisión abierta está perdiendo audiencia y esta es una apuesta para recuperarla”, explica Leopoldo Gómez, vicepresidente de informativos de Televisa. El ejecutivo considera que los cambios pretenden aportar una nueva forma de informar a los mexicanos. “Lo que queremos hacer es dar contexto, profundidad, análisis y opinión. Nuestros noticiarios seguían siendo, primordialmente, un catálogo de noticias”.

Maerker arrancó su carrera como periodista televisiva de la mano de Ciro Gómez Leyva. Ambos encabezaron el informativo del Canal 40, que irrumpió en 1995 con una visión fresca e independiente ante las acartonadas versiones oficialistas transmitidas por Televisa en voz de Jacobo Zabludovsky, que estuvo 28 años al frente del noticiario. Antes de la explosión de YouTube, CNI Canal 40 apostó por entrevistas en el estudio, notas con humor y reportajes largos. En 2016, los informativos mexicanos han hallado una nueva narrativa. Discípula y maestro lucharan en sendas cadenas para conquistar la audiencia nocturna.

“Saldremos con un periodismo libre, crítico y atractivo. El buen periodismo es estar en todos los temas conflictivos”, dice Ciro Gómez Leyva sobre su espacio, que arranca este lunes a las diez de la noche en el Canal 3. El veterano periodista de 59 años, formado en los diarios surgidos en México en la década de los 90, quiere marcar distancia con la oficialista línea editorial de Excelsior, el periódico de Grupo Imagen, la empresa del magnate Olegario Vázquez Raña que ganó el concurso para la tercera cadena de televisión en México ofertada por el Gobierno de Enrique Peña Nieto.

Saldremos con un periodismo libre, crítico y atractivo. El buen periodismo es estar en todos los temas conflictivos

Ciro Gómez, Imagen Televisión

“Puede ser controvertido en algunos temas. No saldré con un personaje que haga cosas distintas de las que he hecho en mis otros proyectos”, afirma. Gómez Leyva ha hecho de la polémica parte de su estilo. “No me gusta la victimización, el deporte nacional”, dice. El proyecto que dirige pretenderá aportar “estética, emotividad y ritmo” a la televisión nocturna con temas “incontrovertibles que abran y cierren debates”.

Gómez Leyva y Maerker son las cabezas más visibles de una época de cambios que incluye también renovaciones en las pantallas de la televisión privada. Milenio, el canal del periódico mexicano, también eligió a Carlos Puig como su nuevo noticiero nocturno. Ninguno de ellos fue formado por Jacobo Zabludovsky como periodista televisivo. Gómez Leyva incluso se desmarca de las figuras canónicas. “Pertenezco a una generación que no tenía tiempo para paralizarse frente a los mitos. Ni Zabludovsky ni Julio Scherer [el periodista fundador del influyente semanario Proceso] han sido mis referentes”, dice.

La batalla por la noche arranca este 17 de octubre entre una generación de periodistas que querrá distanciarse de su predecesora. Las reglas del juego han cambiado. La lucha por la libertad de expresión ha pasado a segundo plano y ahora prima la competencia. “A nosotros no enseñan una tabla de rating y si no sirves vas fuera”, dice Gómez Leyva. La mejor versión de lo que ha transcurrido en el día será ofertada en varias pantallas. La última palabra la tendrá la audiencia.

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