Los argentinos hacen 15 kilómetros de fila para comprar en Chile mucho más barato

Más de 27.000 personas cruzan la frontera durante el fin de semana para huir de la inflación que dispara los precios

Federico Rivas Molina
Buenos Aires, El País
El fin de semana largo en Argentina (adelantó el festivo del 12 de octubre para formar un puente) ha convertido en un infierno el paso Los Libertadores, un largo túnel que atraviesa el tramo de la cordillera de Los Andes que separa la provincia de Mendoza con Chile. El cruce de más de 27.000 mendocinos desde el viernes en unos 7.500 autos provocó una fila de 15 kilómetros del lado argentino y demoras de hasta 8 horas, para un trámite que no debe superar los 30 minutos. Las autoridades esperan que este lunes sea aún peor, porque la aduana aumentó los controles para evitar el ingreso de productos no declarados. La fiebre por viajar a Chile se repite cada fin de semana y tiene que ver con la inflación y los precios cada vez mas desorbitados que pagan los argentinos en su país. Con precios en el lado chileno tres veces más bajos en ropa, electrónica y bazar miles de personas asumen el coste de horas de cola.


Cada argentino puede ingresar sin pagar impuestos hasta 150 dólares en productos (75 dólares si se trata de un menor de 16 años) y la cifra puede sumarse entre los integrantes de la familia. Los que lo superan pagan multa. La AFIP –la oficina de impuestos– ya recaudó 60 millones de pesos (4 millones de dólares) desde enero. Según sus estadísticas, 8 de cada 10 autos que vuelven desde Chile superan la franquicia, pero sólo 4 declaran voluntariamente el exceso. Los controles aduaneros se hicieron entonces más exhaustivos y las demoras mucho más extensas. La costumbre, sobre todo de los mendocinos, de cruzar hacia Chile tuvo repercusiones en el comercio de la provincia, con una caída de 8,25% en septiembre, según la Federación Económica Mendoza.

La foto de los autos en fila sobre la carretera que serpentea entre las montañas hacia el túnel Cristo Redentor es una constante, pero los tres días festivos de octubre han aumentado el problema. Argentina es el país más caro de América Latina medido en dólares y sus habitantes no dudan en salir de sus fronteras para ahorrar dinero en sus compras. Puede ser un cruce hacia Paraguay desde Misiones sólo para cargar combustible o un viaje a Chile desde Santa Cruz para cambiar los neumáticos del auto. En el caso de los viajes desde Mendoza es clave la cercanía con Santiago. Una carretera asfaltada de unos 210 kilómetros separa a la ciudad, la cuarta más poblada de Argentina, con el túnel fronterizo Cristo Redentor. Desde allí, el turista tendrá otros 160 kilómetros más si su destino es la capital chilena.

Todo es tan caro en Argentina que los ciudadanos, acostumbrados a lidiar con mil crisis, buscan sus fórmulas para escaparle. Lo cierto es que bajar la inflación es la principal batalla económica del presidente Mauricio Macri. El gobierno midió 2% de subida del IPC en julio y 0,2% en agosto, pero admitió que la baja del último mes se debió a un fallo de la Corte Suprema que anuló subidas en las tarifas del gas que alcanzaron, en algunos casos, hasta 1.000%. Las estimaciones de estudios privados apuntan a que el IPC argentino de 2016 será superior al 40%, el segundo más alta de América Latina después de Venezuela y uno de los mayores del mundo.

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