Las normas no se respetan en el fútbol boliviano
Las normas y los reglamentos sirven a veces y otras no en el fútbol boliviano. Los dirigentes los cumplen solo cuando quieren o les conviene; cuando no, los pasan por alto y no les importa pisotearlos.
La Razón Digital
Las normas y los reglamentos sirven a veces y otras no en el fútbol boliviano. Los dirigentes los cumplen solo cuando quieren o les conviene; cuando no, los pasan por alto y no les importa pisotearlos.
Hoy por hoy hay integrantes en directorios que no reúnen todos los requisitos de la “carta magna” del fútbol para estar ahí, pero igual recibieron luz verde. Cuando se hizo la oportuna observación del por qué fueron elegidos tanto para integrar el Comité Ejecutivo de la Liga como el de la FBF todos los responsables se hicieron los de la vista gorda.
A fines de la semana pasada el turno fue de la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), que en Comité Ejecutivo tomó determinaciones fuera de lugar, seguramente salomónicas.
Hasta el anterior torneo era “norma” invitar a un club recién descendido de la Liga para que juegue la Copa Simón Bolívar y, de esa manera, tenga la chance de ascender de nuevo rápido, pero la borraron de un plumazo y dejaron a Ciclón sin esa chance.
Como el equipo tarijeño echó el grito al cielo por no recibir el mismo trato que, por ejemplo, tuvo Wilstermann en su momento, semanas después retrocedieron y ahora el club de la capital chapaca ya está incluido en el torneo.
La cosa no quedó ahí y fueron también invitados otros clubes, Always Ready de La Paz y Aurora de Cochabamba, justo los dos que llegaron hasta los tribunales deportivos de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) por una impugnación presentada en el torneo clasificatorio. La ANF, en vez de esperar que los jueces den la razón a uno de ellos, los dirigentes optaron por dejar de lado el fallo y que los dos vayan a la Copa.
Si Always, el impugnado, transgredió algún acápite ya sea del Estatuto o del Reglamento, que fue lo que observó Aurora, ya no les interesa porque al fin y al cabo hallaron la fórmula para que ninguno de los clubes pierda.
Hace rato quedó claro que el fútbol boliviano está mal por culpa de los dirigentes, lo lamentable es que hoy éstos no hacen nada por mejorar; por el contrario, siguen con sus torpezas y no hay nadie que los frene.
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Las normas y los reglamentos sirven a veces y otras no en el fútbol boliviano. Los dirigentes los cumplen solo cuando quieren o les conviene; cuando no, los pasan por alto y no les importa pisotearlos.
Hoy por hoy hay integrantes en directorios que no reúnen todos los requisitos de la “carta magna” del fútbol para estar ahí, pero igual recibieron luz verde. Cuando se hizo la oportuna observación del por qué fueron elegidos tanto para integrar el Comité Ejecutivo de la Liga como el de la FBF todos los responsables se hicieron los de la vista gorda.
A fines de la semana pasada el turno fue de la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), que en Comité Ejecutivo tomó determinaciones fuera de lugar, seguramente salomónicas.
Hasta el anterior torneo era “norma” invitar a un club recién descendido de la Liga para que juegue la Copa Simón Bolívar y, de esa manera, tenga la chance de ascender de nuevo rápido, pero la borraron de un plumazo y dejaron a Ciclón sin esa chance.
Como el equipo tarijeño echó el grito al cielo por no recibir el mismo trato que, por ejemplo, tuvo Wilstermann en su momento, semanas después retrocedieron y ahora el club de la capital chapaca ya está incluido en el torneo.
La cosa no quedó ahí y fueron también invitados otros clubes, Always Ready de La Paz y Aurora de Cochabamba, justo los dos que llegaron hasta los tribunales deportivos de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) por una impugnación presentada en el torneo clasificatorio. La ANF, en vez de esperar que los jueces den la razón a uno de ellos, los dirigentes optaron por dejar de lado el fallo y que los dos vayan a la Copa.
Si Always, el impugnado, transgredió algún acápite ya sea del Estatuto o del Reglamento, que fue lo que observó Aurora, ya no les interesa porque al fin y al cabo hallaron la fórmula para que ninguno de los clubes pierda.
Hace rato quedó claro que el fútbol boliviano está mal por culpa de los dirigentes, lo lamentable es que hoy éstos no hacen nada por mejorar; por el contrario, siguen con sus torpezas y no hay nadie que los frene.