Las ‘desnudas’ de Times Square desatan la polémica
Turistas y curiosos se fotografían con mujeres que posan en toples en la plaza neoyorquina
Amanda Mars
El País
Hay una vieja polémica en Nueva York que surge en primavera y desaparece en invierno, la de las mujeres que campan por Times Square con solo la parte baja del biquini, un tocado de plumas y las pinturas de la bandera americana por toda vestimenta. Piden propinas a cambio de posar para fotografías y las llaman coloquialmente desnudas —con la palabra en español— porque muchas de ellas son latinoamericanas. El alcalde, Bill de Blasio, intentó borrarlas de esa plaza, epicentro del turismo, con el apoyo del gobernador del Estado, Andrew Cuomo. Ambos detestan esa imagen en la ciudad, les recuerda a los peores tiempos de Manhattan.
Pero De Blasio, que es considerado uno de los alcaldes más progresistas que ha tenido la ciudad —la prensa conservadora lo consideraba el alcalde de Occupy Wall Street—, ha recibido acusaciones de machista por esa actitud. Hacer toples, en Nueva York, es legal, pero pedir limosna de forma invasiva no. Y sobre todo, hacer caja sin pagar impuestos. El Ayuntamiento optó finalmente por ubicar a todos los artistas disfrazados de Times Square en una zona concreta y delimitada en la plaza. La polémica prendió sobre todo por las desnudas y algunos altercados. “Creo que esto explica muy bien cómo se sexualiza el cuerpo de la mujer, nunca ha habido estos problemas con el cowboy desnudo, no somos prostitutas, esto es una celebración de América y me gusta hacerlo”, cuenta Angel, de 33 años. Su compañera, Chelsea, tiene 21 años y un hijo. Por la noche volverán a su casa, en Brooklyn.
Gente de todo tipo pide fotografías con el cowboy del torso al aire y la guitarra, un personaje que lleva varios años en la ciudad y viste calzoncillo, botas y sombrero. A las mujeres en toples, en cambio, son sobre todo señores los que les piden las fotos. “Les dejamos muy claro que las manos se ponen en los costados, en la cintura, ni más arriba ni más abajo”, recalca Angel. Hay diferencias entre el cowboy y las desnudas, un par de ellas son el número que conforma el colectivo y el tipo de público que los demanda.
Amanda Mars
El País
Hay una vieja polémica en Nueva York que surge en primavera y desaparece en invierno, la de las mujeres que campan por Times Square con solo la parte baja del biquini, un tocado de plumas y las pinturas de la bandera americana por toda vestimenta. Piden propinas a cambio de posar para fotografías y las llaman coloquialmente desnudas —con la palabra en español— porque muchas de ellas son latinoamericanas. El alcalde, Bill de Blasio, intentó borrarlas de esa plaza, epicentro del turismo, con el apoyo del gobernador del Estado, Andrew Cuomo. Ambos detestan esa imagen en la ciudad, les recuerda a los peores tiempos de Manhattan.
Pero De Blasio, que es considerado uno de los alcaldes más progresistas que ha tenido la ciudad —la prensa conservadora lo consideraba el alcalde de Occupy Wall Street—, ha recibido acusaciones de machista por esa actitud. Hacer toples, en Nueva York, es legal, pero pedir limosna de forma invasiva no. Y sobre todo, hacer caja sin pagar impuestos. El Ayuntamiento optó finalmente por ubicar a todos los artistas disfrazados de Times Square en una zona concreta y delimitada en la plaza. La polémica prendió sobre todo por las desnudas y algunos altercados. “Creo que esto explica muy bien cómo se sexualiza el cuerpo de la mujer, nunca ha habido estos problemas con el cowboy desnudo, no somos prostitutas, esto es una celebración de América y me gusta hacerlo”, cuenta Angel, de 33 años. Su compañera, Chelsea, tiene 21 años y un hijo. Por la noche volverán a su casa, en Brooklyn.
Gente de todo tipo pide fotografías con el cowboy del torso al aire y la guitarra, un personaje que lleva varios años en la ciudad y viste calzoncillo, botas y sombrero. A las mujeres en toples, en cambio, son sobre todo señores los que les piden las fotos. “Les dejamos muy claro que las manos se ponen en los costados, en la cintura, ni más arriba ni más abajo”, recalca Angel. Hay diferencias entre el cowboy y las desnudas, un par de ellas son el número que conforma el colectivo y el tipo de público que los demanda.